VC Noticias / Monterrey, NL.- El arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, anunció una visita a las mamás reclusas en el Centro de Readaptación Social para Mujeres donde mostrará su respeto, afecto y cercanía en la celebración del 10 de Mayo.
Cabrera ofreció un mensaje anticipado por el Día de las Madres y pidió a la sociedad a reconocer y agradecer en ellas «los rasgos distintivos del Buen Pastor ya que, por amor, cumplen con una de las más nobles encomiendas: dar vida».
El arzobispo explicó: «Que importante es que todos, especialmente los hijos, reconozcamos en las madres de familia el esfuerzo y la dedicación con el que se han entregado a nosotros. Ellas, que nos han permitido gestarnos en su vientre durante algunos meses, nunca dejan de estar al pendiente de nuestro crecimiento y desarrollo en la vida, por lo que debemos vivir en un constante agradecimiento por su sí permanente, esforzándonos por hacerlas sentir realizadas y felices de haber traído a este mundo a una persona que no camina sin rumbo, sino que trabaja por llevar a la vida lo que de ella ha recibido, buscando cumplir con su misión, sirviendo de corazón al prójimo, especialmente a los más necesitados».
En su reflexión, Cabrera también hizo un reconocimiento a las mujeres que entregan su vida «sin horarios, ni fechas, para cumplir con su misión»; aseguró que una madre siempre está dispuesta a atender a sus hijos: «aún en los momentos en los que no les favorece la salud, o tengan que dividir su tiempo entre nosotros, las actividades del hogar y un trabajo externo para ayudar a nuestro padre en el sustento de la casa y, en muchos casos, tal vez ser el único sustento de la familia».
Por ello insistió en su mensaje dominical en expresar su «respeto, gratitud y reconocimiento a todas las madres de familia, ofrezco por ustedes mi humilde oración y les envío mi bendición, particularmente a quienes viven situaciones de angustia ante la incertidumbre de no tener noticias de sus hijos que, sin saber las causas reales, han desaparecido».
Al respecto, el arzobispo también elevó oraciones por las mujeres que son madres de víctimas de la violencia, la desaparición u otros crímenes: «Pidamos a nuestra Madre del cielo, la Virgen María, su bendita intercesión para que todas las mamás tengan paz y tranquilidad y puedan realizar así su vida junto a sus hijos. Y para que todas las mamás que han concluido su misión en este mundo, gocen de la eterna bienaventuranza y desde el cielo nos sigan cuidando y acompañando hasta que nos volvamos a encontrar en la Casa de nuestro Padre Dios. Dios bendiga a todas las mamás del mundo», concluyó.