Casi 24 hrs hrs después, cuando el Episcopado Mexicano lamenta la muerte del obispo de Cuautitlán, Guillermo Ortiz Mondragón, se dio nuevo golpe por el deceso de Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, emérito de Zacatecas. Con él, la Iglesia de México lamenta la partida de siete obispos a causa del covid-19.
Se informó que el prelado emérito había dado positivo, el 8 de agosto se pidieron oraciones por su salud y, según se dijo, había llevado el tratamiento domiciliario con relativo éxito; sin embargo, decayó y el domingo 12 de septiembre debió ser internado en los servicios de terapia intensiva ante las complicaciones. Este lunes pasado, el obispo Sigifredo Noriega Barceló pidió por la recuperación de su antecesor, desafortunadamente se anunció su fallecimiento la mañana de este miércoles 15 de septiembre.
La Conferencia del Episcopado Mexicano externó sus condolencias a través de un comunicado en el que se dio cuenta que “nuestro hermano, Mons. Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, Obispo Emérito de Zacatecas ha sido llamado a participar de la Pascua Eterna de Cristo…. Nos unimos en la fe con la cercanía de la oración por su eterno descanso, y manifestamos nuestras condolencias a Mons. Sigifredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas, a sus familiares, amigos y fieles que sirvió en vida como su pastor”.
Chávez Ruvalcaba nació en noviembre de 1932. Tenía una especialidad en espiritualidad y fue ordenado en diciembre de 1961. Juan Pablo II lo nombró XIII obispo de Zacatecas, el 20 de enero de 1999 siendo consagrado en marzo siguiente por la imposición de manos del arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero. Fue retirado del oficio el 18 de diciembre de 2008.
De acuerdo con el 21 reporte del Centro Católico Multimedial sobre covid-19, en el período del 21 de julio al 10 de septiembre, padecieron la enfermedad cinco prelados mexicanos. De esos, dos murieron: López Soto, obispo de Cuauhtémoc Madera y Chávez Ruvalcaba, emérito de Zacatecas:
Desde el año 2020, el Episcopado Mexicano ha perdido a cuatro eméritos, un auxiliar y dos en ejercicio del gobierno pastoral. Hasta el 10 de septiembre eran 30 casos en el episcopado nacional contagiados; tras la muerte de Chávez Ruvalcaba, la cifra de fallecidos ascendió a siete obispos quienes perdieron la lucha ante el covid-19.
Es fundamental saber cuántos de esos Obispos y sacerdotes fallecidos estaban «vacunados», es una pieza de información relevante y necesaria dado lo que está pasando en todo el mundo, donde todos los días nos enteramos de alguien que se «vacuna» y a los pocos días fallece. Y dada la situación actual, es muy probable que esos Obispos y sacerdotes fallecidos se hayan «vacunado».
Comparando con otras «profesiones», el porcentaje de sacerdotes fallecidos es mayor que en ninguna. ¿Por qué? Todos no están cuidando enfermos…