Editorial Centro Católico Multimedial. «La santa muerte también vota»

|

Editorial CCM / Tras la polémica exhibición de la playera proAMLO sostenido por la santa muerte, muerte son la lamentable muestra de que las cosas caen en una vorágine que se ha hecho espectáculo pervertido y morboso bajo el argumento del estado laico y el “respeto” a las creencias de los mexicanos.

Nadie desconoce ese culto distorsionado de la santa muerte. Emblema perfecto de la narcocultura, su apología está sostenida por la demencial violencia que nos azota. Es la confección de una devoción que pretende controlar y manipular a los enemigos. No hay un censo efectivo de sus seguidores o devotos. Al no ser un culto oficial, no se tienen datos ni estadísticas de sus actividades, todas fragmentadas y derivadas en múltiples grupos y sectas. Particularmente en zonas marginadas, sus capillas y templos son construidas por ‘fervorosos’ devotos a manera de promesas y juramentos.

Sin embargo, los poderosos también recurren a esa devoción. Sin importar estar bien con Dios o el diablo, los políticos la mantienen ‘en el clóset’… hasta hoy. Condenada, la devoción a este ser del imaginario narco es en los políticos un recurso que va emergiendo hasta traerla al debate público, sea en playeras o, como sucedió con el sector de diputados trans, paseada entre los pasillos del salón de sesiones del recinto legislativo como muestra de dominación, poder y control.

<

Pero los tiempos de este confuso gobierno han hecho de la religión, el mejor recurso para manipular o condenar. La ideología de López Obrador tiene mucho de religioso y supersticioso. Violando los principios del estado laico, en más de una decena de ocasiones ha puesto a Jesucristo como ejemplo, critica a la Iglesia, ensalza a clérigos que le son empáticos y se ha colgado de la sotana del Papa Francisco.

Las conferencias mañaneras ha sido un púlpito de halagos, regaños y reprimendas moralinas y ridículas cuando no indignantes por la dramática situación de zozobra y corrupción del país.  Bajo el argumento de ensalzar un incomprensible humanismo a la mexicana, el fondo tiene el impulso de la cultura de la muerte, cubierto de abrazos a la delincuencia y los hacedores del mal. Ahora, AMLO justifica a la santa muerte como expresión del estado laico…por eso, por ser ‘santa’. La respuesta del Episcopado, quizá menos contundente, pero no ignorado puesto que llegó hasta la misma sesión del Senado, fue exigir  una ‘conversión radical’ advirtiendo que “la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura que se difunde en las redes sociales, imágenes violentas, cultos distorsionados como el de la Santa Muerte y amedrentamientos digitales”, están “distorsionando los valores fundamentales que nos han caracterizado como nación y erosionando el tejido social”. (Mensaje CEM. “Un urgente llamado a la paz y al rechazo de la violencia. 24 de abril, 2024)

López Obrador no busca una bendición ni apapachos de la jerarquía. Exige una sumisión incondicional a su mal llamado proyecto de nación, pero los tiempos son distintos. Se equivoca si quiere tener una Iglesia alineada como en otros tiempos, aunque en su taimado discurso afirme que “su escudo protector es la honestidad”, puede valerse de los ‘santos’ de la violencia… Efectivamente, sus devotos van a las urnas, los narcos y su ‘santa muerte’, también votan.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *