El pabellón israelí de la Bienal de Venecia cierra las puertas «hasta que se acuerde un alto el fuego y los rehenes sean liberados».  La decisión de la curadora y artista, Ruth Patir , no es cancelar la exposición, «sino es una elección de solidaridad con las familias de los rehenes y con la gran comunidad de Israel que pide un cambio». «Como artista y educadora rechazo firmemente el boicot cultural, pero tengo grandes dificultades para presentar un proyecto que hable de la vulnerabilidad de la vida en un momento en el que no se la respeta».