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La debacle de la Iglesia Católica, los daños colaterales del Papa Francisco y Biden, el silencio del Vaticano, rezar por nuestros difuntos.

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Celebramos hoy la Conmemoración a los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de los Muertos o Día de los Difuntos, con el objetivo de rezar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio. El profeta Jeremías: «En paz morirás. Y como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes antepasados que te precedieron, así los quemarán por ti, y con el «¡ay, señor!» te plañirán, porque lo digo yo — oráculo de Yahveh». En España, Portugal y América es tradición que los sacerdotes celebren tres misas ese día. Incluso esta celebración ha superado la abolición del mismo Lutero.

Empezamos con una  referencia al último artículo de The Wanderer, El esbirro, con el que nos sentimos especialmente identificados: «las grandes similitudes que un hecho histórico trágico aunque efímero, como fue la Unión Soviética, tiene con lo que está ocurriendo en la Iglesia latina actual». » Los teóricos del Vaticano II y de sus floridas primaveras nos dijeron y nos siguen diciendo que el magno acontecimiento, como la Revolución Rusa, marca un antes y un después en la historia de la Iglesia. Y que la reforma litúrgica, fruto primoroso de ese Concilio, es no solamente definitiva sino que es lo mejor que le puede haber pasado a la Iglesia. Así como a los jerarcas comunistas les importaba bien poco lo que la realidad les decía de la situación real de su país, también a los jerarcas católicos les importa bien poco que sus iglesias estén vacías, que cada vez sean menos los católicos que van a misa y que solo lo hagan las personas mayores. A pesar de un fracaso tan evidente y estrepitoso, siguen proclamando las bondades ocultas, y bien ocultas, de la liturgia reformada».

«La Unión Soviética de los ’70 estaba gobernada por Leonid Brézhnev, un personaje bastante corto y grotesco, heredero de los peores años de Stalin, que preparó las condiciones necesarias para que la Unión Soviética colapsara y desapareciera muy pocos años después de su muerte. La Iglesia católica en la actualidad, es también una institución gobernada por una gerontocracia que se niega a ver la realidad de lo que está efectivamente sucediendo. Y tiene como máximo líder a un personaje tan grotesco como Brézhnev, con la agravante de que el paso de los años y las enfermedades lo han desatado, y pareciera que está ya fuera de control. Lo que el Papa Francisco está haciendo y diciendo en las últimas semanas supera el cálculo de cualquier analista o profeta. Y nadie lo puede frenar. La prueba está en la escandalosa audiencia concedida al senil Biden».

Sin duda estamos en un momento histórico en el que nuestros gobernantes han estrado en el nivel cretino. No son capaces, ni con el control casi absoluto de todos los medios de comunicación, de ocultar el desastre. Han terminado las fiestas romanas del G20 y estamos en los cambios climáticos. No salimos de una inutilidad y entramos en otra en un crescendo que apunta a la traca final. Ni la belleza y ni  el escenario espectacular de Roma pueden ocultar tanta imbecilidad: » Prohibiremos los aumentos de temperatura por encima de 1,5 grados «. Estamos a un paso en que se regular la velocidad de la luz y  el movimiento de los planetas.

Sigue con intensidad la polémica por la confesión de Biden de que el Papa Francisco lo considera un buen católico y que le ha animado a seguir comulgado. De sus aficiones aborteras no se habló nada de nada. El Vaticano no dice nada de conversaciones privadas, faltaría más, y encogen los hombros con una expresión de ‘vete a saber’. Estamos ante dos personajes que no tienen el don de explicarse bien ni capacidad entender bien. La edad hace estragos y cada día que pasa es más evidente. Sobre el argumento, el Papa Francisco no tiene una posición  clara. A una pregunta que se le planteó en el vuelo de regreso de Budapest y Eslovaquia, respondió que la cuestión de la comunión para los políticos pro-aborto no debe resolverse políticamente, sino pastoralmente. Por tanto, ni sí ni no. Ya sabemos, discernir, evaluar según las circunstancias y así hasta el infinito.  Una cosa queda clara: Biden ha demostrado que no respeta al Papa, no respeta la jerarquía católica y sus enseñanzas, y ni siquiera respeta su fe, haciendo de esta fe una cuestión política.

Las redes están que arden con el rumor que circula por los mentideros romanos de los problemas escatológicos que Biden. El hecho viene eufemísticamente  denominado «accidente del baño» y parece que Biden tuvo serios problemas con sus pantalones, ya saben, las emociones, la Roma eterna, los cambios de horarios y dietas suelen tener repercusiones no siempre agradables. Biden parece que está perdiendo el control de lo que nadie puede hacer por él dejando, aquí sí, que la naturaleza siga su curso y no entrar a abortar la operación. La Primera Dama Jill Biden parece que tuvo trabajos imprevistos al terminar la audiencia en los baños en el Vaticano antes de irse. Evidentemente no podemos ofrecer imágenes o videos específicos, pero no es la primera vez que cunden estos rumores. La Fox News informó en plena campaña que Biden pedía descansos cada 30 minutos, 90 y sin cortes comerciales es demasiado. La casa blanca, informalmente, lo considera un incidente menor y sin heridos graves.

San Agustín escuchó de su santa madre ‘entierren mi cuerpo donde quieran…Una sola cosa les pido, que se acuerden de mí ante al Altar del señor’ , terminamos con su confesión convertida en oración: Tarde te amé, belleza que no conoce de épocas. Tarde te amé y no me percaté de que tú estabas dentro de mí. En los momentos de dificultad estabas a mi lado, pero yo no lo notaba. Todo me alejaba de ti, pero, aun así, tú jamás me abandonabas. Me llamaste a tu presencia y curaste la ceguera que me impedía ver tu grandeza. Brillaste por encima de todo lo que carecía de importancia y me mostraste que eres el único camino hacia la paz y el descanso. Ahora te necesito y no me quiero apartar de ti, porque eres el comienzo y el fin de todo lo existente. Amén.

«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

Buena lectura.

 

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El esbirro

Dolce vita e vacanze romane per le first ladies con i first gentlemen, che al G20 non hanno concluso nulla. Del vertice di solido e memorabile restano solo le foto di un giro turistico

Comentarios
2 comentarios en “La debacle de la Iglesia Católica, los daños colaterales del Papa Francisco y Biden, el silencio del Vaticano, rezar por nuestros difuntos.
  1. El aute tico Biden ya no existe o está en estado de coma. ESs irrelevant igual que el resto de ,os políticos Francisco da pena y erguenza amena escuchar los disparates que repite. ,o mejor es no ha erle caso. Allá por el siglo IX y XI la Iglesia padeció papas más desastrosos y se reformó. Estamos en manos de Dios.

  2. Nadie voto a biden por el mismo (además del gran fraude), sino por ser el candidato de la elite masónica. Así es en cada país. Ponen plata para publicidad y te venden cualquier idiota obediente a las élites.
    Gobiernan las élites de poder, no su delfín de turno, así que votar es decir ¡qué bueno es este sistema!
    Lo mismo en Roma, puestos por el poder profundo, como dice Mons. Viganò

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