Estos días está creciendo el nivel de violencia en Roma de una forma muy significativa. El secretario de estado dice que toda violencia es inaceptable. La respuesta del ser humano ante los problemas no puede ser a bastonazos. Pero dejando aparte buenísimos inútiles intentamos entender qué está sucediendo para que tengamos que ver las calles céntricas de Roma convertidas en un campo de batalla. Es verdad que con violencia no resolveremos nada, es más lo complicamos todo, pero quien dice esto viaja en un coche oficial con dos personas de seguridad vaticanas, como mínimo, y con el atento ojo de la policía italiana, es fácil hablar con las espaldas cubiertas y dormir tranquilo dentro de una fortaleza custodiada por hombres armados. Decían los viejos «si vis pacem, para belum «, (si quieres la paz, preparate para la guerra) esto nos indica que si queremos vivir en paz tenemos que protegernos y la prevención eliminará la violencia porque el miedo cuida el huerto. Ponemos puertas en nuestras casas, protegemos nuestros bienes y nuestras vidas y no creemos que esto sea un signo de rechazo al que es diverso, de odio racial y demás discursos. El Papa Francisco quiere ser el defensor de los inmigrantes y ha tomado una decidida posición en defensa de sus derechos pero eso no impide que viva en una fortaleza militarizada y que no deje ni aparecer la sombra de un inmigrante dentro de los sacros muros, sólo de visita y con publicidad. Los ciudadanos comunes no tenemos esas armas y tenemos que ir a pelo por las calles en las que un loco puede actuar, tenemos que vivir en casas fuera de recintos protegidos, no contamos con seguridad personal, vemos cada día como crece la violencia en nuestro entorno y tenemos que oír estos grandes discursos que incluso nos hacen sentirnos culpables de la situación. Creemos que el cabreo generalizado está más que justificado y si queremos evitar la violencia, que nadie quiere, será mejor poner remedio a este caos rodeado de un buenismo en quien ya nadie cree. Parece que el único derecho verdadero que nos queda es pagar los impuestos.
Continúan las polémicas con la Amoris Laeticia, las apariciones de Medjugorje parece que pueden ser reconocidas este año, pero no se sabe si todas o algunas o si todo o una parte. Antes se decía «Roma locuta, causa finita» hoy podemos decir que es mejor que Roma esté callada porque si habla se iniciará la causa. Con lo fácil que es no complicar las cosas y dejar que la gente rece en paz. Se celebran los 300 años de la coronación de la Virgen de Czestochowa en Polonia y el Papa Francisco se suma con un videomensaje parece que aquí no se discuten las apariciones.
Buena lectura.
Tendopoli nel cuore di Roma La vita dei cento sfollati sotto i portici di Santi Apostoli
Vaticano, controlli per drone sospetto
Il Vaticano: le minacce Isis al Papa preoccupano, ma no a nuovi controlli
Che cosa scrive Crux di Amoris Laetitia
Medjugorie, parla l’inviato speciale del Papa: «Entro l’anno il riconoscimento delle apparizioni»
