El ‘silencio de Ramos’ en el Vaticano, el ‘arquiatra’ pontificio, el temor al disenso, ¿la Misa ha terminado?, Kirill y la OTAN, el legado del Papa Francisco.

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Martes Santo y otro día en que no encontramos tranquilidad posible. Vivimos sumidos en la incertidumbre y las apariciones públicas del Papa Francisco no hacen más que incrementarla. Cómo era de esperar, en horas 24, tenemos el texto ‘no pronunciado’ por el Papa Francisco el Domingo de Ramos,  elaborado y traducido a 7 idiomas. La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó ayer que el texto debe considerarse inexistente.

El silencio de minutos en la plaza de San Pedro ha marcado el inicio de la Semana Santa en el Vaticano. ¿Qué está sucediendo? Nos dicen que todo va muy bien, que no es la primera vez que Francisco decide no leer la homilía del Domingo de Ramos, que la elección fue intencionada y no dictada por razones de salud.  Las dificultades persisten: las secuelas de la bronquitis y, quizás, también de la neumonía que le obligó a ser hospitalizado hace un año siguen presentes. Al Papa le cuesta hablar desde hace tiempo y sus 87 años se hacen sentir.  El Papa Francisco ha confirmado varias veces que, salvo impedimentos graves, no tiene intención de dimitir.

Las cosas se han puesto serias y tenemos entrevista a Sergio Alfieri es el médico, el viejo ‘arquiatra’,  que operó al Papa Francisco y director de cirugía del Gemelli, intentando tranquilizar las aguas muy revueltas: «Es un hombre de ochenta y siete años con enormes responsabilidades. Es normal pasar por momentos de cansancio».  Su silencio al final de la lectura del Evangelio pareció eterno.  ¿Es culpa de la bronquitis la causa de las dificultades respiratorias que padece? «No veo ninguna situación preocupante». «El Santo Padre se adapta bien a su edad y a sus ocasionales dificultades respiratorias en las épocas más frías, debido también a la anterior operación pulmonar a la que fue sometido hace muchos años. No lo veo todos los días pero les puedo asegurar que no tiene ninguna enfermedad particular. Se somete a controles periódicos».  «Imagínese a un señor cercano a los ochenta y ocho años, recientemente operado dos veces del abdomen, en el pasado del pulmón y nuevamente del abdomen. La primera cirugía que tuve fue por una enfermedad diverticular complicada. De hecho, los divertículos no siempre se operan, sólo si son complicados. La segunda operación por obstrucción intestinal y hernia incisional».

«Es un hombre con responsabilidades como jefe de Estado del Vaticano, obligado a tomar decisiones. Cuando mira por esa ventana, se dirige a mil millones y medio de católicos y otros, lo que no les sucede exactamente a todos los de su edad». «El Santo Padre tiene cabeza de 60 años y consigue adelantarse a nosotros mientras sigue gobernando el Estado del Vaticano sin problemas, personalmente. Sin embargo, como es normal, tiene los dolores y molestias propios de una persona de 87 años que generalmente lleva una vida más tranquila y quizás se queda en casa frente al televisor. Ciertamente no puede permitírselo. Y de hecho nunca falta a un compromiso ni a casi nada».

Los rumores en los sacros palacios son incesantes: «Alguien habría preferido su hospitalización, en el policlínico Gemelli, hace ya unas semanas. No porque sus condiciones de salud fueran graves, sino simplemente para garantizarle un periodo de descanso total y tratamiento para erradicar por completo la gripe. Al final, sin embargo, Francisco mantuvo todos los compromisos incluidos en su agenda, cargando así con todas las consecuencias, con el consiguiente descenso de la voz». “Desde hace más de quince días, el Pontífice, en numerosas audiencias públicas, incluida la general del miércoles, ha preferido no pronunciar el discurso preparado para la ocasión, confiando su lectura a algún colaborador de la Secretaría de Estado. Una decisión que ha hecho sonar la alarma en casa y entre los que piensan que sus condiciones de salud son peores de lo que se podría imaginar».

Pasamos a otros temas y aunque ya han transcurrido cuatro meses desde la publicación del documento papal más controvertido de las últimas décadas, la indignación provocada por la «Fiducia Supplicans» no da señales de amainar. Desde Estados Unidos, el semanario Newsweek se pregunta si este disenso dentro de la Iglesia continúa, ¿podría dimitir el Papa Francisco? Ha repetido hasta el aburrimiento que no piensa dar un paso atrás y que su ministerio es ad vitam. Al mismo tiempo, obviamente reiteró con fuerza a los obispos y cardenales que la doctrina tradicional no ha cambiado en absoluto y que el matrimonio sigue siendo sólo entre un hombre y una mujer, sin embargo el malestar  sigue siendo extenso, transversal y ruidoso. La oposición al documento va mucho más allá del choque fisiológico entre progresistas y conservadores, al menos a juzgar por la reacción global registrada por «Fiducia Supplicans».  ¿Qué pasaría si la disidencia contra el pontificado siguiera creciendo? Newsweek señala que si el clima se vuelve insostenible, ya se han planteado muchas preguntas sobre su salud y la posibilidad de que pueda abdicar.

Robert Royal en The Catholic Thing.  «Hace mucho tiempo, en un planeta lejano, los católicos serios miraban con impaciencia cada nuevo documento del Vaticano o del Papa, esperando enriquecimientos en la moral o la teología tradicionales, o aclaraciones sobre algún problema del mundo. Hoy en día existe la habitual y justificada aprensión, no sólo por los comentarios irreflexivos sobre Ucrania izando la bandera blanca o sobre cómo Israel debería o no responder al terrorismo. Hay una expectativa de división, confusión y consternación. Un cierto número de textos escritos que han aparecido recientemente -o que están a punto de aparecer- parecen continuar en este camino ya consolidado».

«El cardenal  Fernández ha anunciado que a principios de abril se publicará un documento sobre “cuestiones sociales”, que parece ser principalmente una reafirmación de los principales temas del papado de Francisco sobre temas como la inmigración y el clima, pero también para apaciguar a los críticos del cardenal. (…) A estas alturas, sin embargo, podemos estar bastante seguros de que presentará las cosas de tal manera de una manera que inevitablemente conducirá a más problemas». Se ha puesto en marcha un enorme “proceso” y, a medida que más y más personas han luchado por definir la “sinodalidad”, se nos ha dicho que el “proceso” en sí mismo muestra qué es la sinodalidad.  Este año se pedirá a los participantes que pasen un mes entero debatiendo, una vez más, la naturaleza de la sinodalidad.

Audiencia los inmigrantes de origen nigeriano:  «la riqueza de la diversidad de grupos étnicos, de tradiciones culturales y de lenguas que en vuestra nación no constituye un problema, sino un don». “Lamentablemente muchas regiones del mundo están experimentando conflictos y sufrimiento y Nigeria también está atravesando un período de dificultades”.

El sociólogo Luca Diotallevi acaba de publicar un libro titulado «la Misa ha terminado», en el que analiza el proceso histórico de descristianización nacional, llegando a la conclusión de que en Italia se ha materializado la peor pesadilla para la Iglesia: un futuro con iglesias vacías. Diotallevi también cuestiona los «efectos del pontificado bergogliano», pero por el momento, escribe, «la asistencia de los fieles a misa no ha mostrado signos de una contratendencia ni en términos cuantitativos ni en términos morfológicos».  Descenso constante, descenso drástico, descenso acelerado. La tendencia negativa se mantiene desde hace décadas y para la Iglesia la situación muestra ahora un punto de no retorno.  Los sociólogos hablan de un «desvanecimiento de los ritos religiosos» porque afectan a «una proporción cada vez menor de la población italiana», pero también porque la fe «tiene una influencia estadísticamente detectable, siempre muy limitada y débil, o ahora nula,  sobre el comportamiento declarado» de aquellos que ellos definen como practicantes habituales».

El distanciamiento de las mujeres de la Iglesia provocó ciertamente una fractura en la transmisión de la religión. Diotallevi señala rápidamente que en Italia «es la mujer la que tradicionalmente es la protagonista de la transmisión de prácticas y creencias religiosas a las generaciones jóvenes, la transmisión de la fe depende sobre todo de ellas, pero la huida de las mujeres menos ancianas de los rituales religiosos que vigente desde hace decenios, tiene algunas consecuencias para el presente y más aún para el futuro de la religión en Italia y, por tanto, también de la sociedad y la cultura de este país».

El patriarca Kirill vuelve a hacerse oír contra Occidente y esta vez apunta a la Alianza Atlántica que hace 25 años decidió intervenir en Kosovo. El Patriarca ortodoxo de Moscú envió una carta al Patriarca ortodoxo serbio Porfirije hablando de «otro episodio revelador en la eterna lucha contra la fe ortodoxa» para destruir un «gran Estado eslavo». y posteriormente promover y apoyar el “separatismo nacionalista”.

Y terminamos con un interesante artículo sobre: «¿Qué legado le deja el Papa Francisco a su sucesor?» Hay una fuerte repercusión mediática, centrada en la persona de este Papa, y la idea de un Papa que ha venido para las personas de bajos recursos y de los suburbios, también centrada en este Papa. Hay una institución curial en crisis. una clase sacerdotal con el orgullo herido y una serie de decisiones que pretenden  cambiar el curso de la historia, pero cada cambio se centra en Francisco, quien ya no estará. Ahora es necesario encontrar un nuevo equilibrio, recuperar la institucionalidad y dar a la Iglesia una estructura que pueda ser válida para el futuro. De aquí surgen documentos como los de Demos II y Demos . Las discusiones entre cardenales, los debates entre sacerdotes, e incluso la polarización entre entusiastas y no entusiastas del Papa. Éste podría ser el legado que deje el Papa Francisco, está por ver quién querrá recogerlo.

«…me queda poco de estar con vosotros».

Buena lectura.

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Comentarios
2 comentarios en “El ‘silencio de Ramos’ en el Vaticano, el ‘arquiatra’ pontificio, el temor al disenso, ¿la Misa ha terminado?, Kirill y la OTAN, el legado del Papa Francisco.
  1. El Papa Francisco ha confirmado varias veces que, salvo impedimentos graves, no tiene intención de dimitir.

    Tirando a los 90 años y 13 de mandato, con actos graves contra la verdadera Fé, Francisco debe de emprender el camino obligatorio hacia la dimisión incondicional inmediata, tal como hizo Benedicto XVI cuando ya tenía 86 años y 9 de mandato.

    Cese ya.

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