Noche lluviosa en la ciudad eterna, mañana despejada y luminosa que presagia una bellísima jornada otoñal. De la carta al pueblo de Dios no vemos nada en los medios, lo tendremos estos días. Tanto el Blog de La Cigüeña, gracias de nuevo Paco Pepe, como el de Valli, comentan el vacío de la plaza de San Pedro, teniendo como imagen la de esta Specola. «El panorama es sombrío y los medios de comunicación vaticanos, empezando por el centro televisivo, ya no saben cómo ocultarlo: nadie va a escuchar a Francisco. Intentamos compensarlo con imágenes estrechas, o más bien muy estrechas, un poco como lo hizo la televisión polaca con Juan Pablo II visitando su tierra natal. Pero si en el caso de la televisión polaca el problema era ocultar las multitudes que acudían a Wojtyła, en el Vaticano el problema es el contrario: ocultar las bochornosas lagunas».
«Este pontificado está muriendo así, de hambre. Habiendo comenzado con tanta ilusión, está perdiendo fuelle por el desinterés general. Cosas que suceden cuando la Iglesia comienza a perseguir al mundo. Porque el mundo siempre va un paso por delante y la Iglesia se vuelve sencillamente patética cuando pretende ir adelante. Mientras tanto, llueve en la basílica del Vaticano. Infiltración en casi todas partes, incluso en los archivos. Por supuesto, gestionar un activo tan grande no es fácil, pero el mantenimiento ha sido, literalmente, agua desde hace algún tiempo. Los testigos afirman que la limpieza también deja mucho que desear. En ausencia de celebraciones papales, San Pedro se parece cada vez más a un museo en progresivo estado de abandono. Y las cosas no van mejor en Castel Gandolfo, donde el palacio papal, que ya no se utiliza como residencia, se ha convertido prácticamente en un museo y empieza a sufrir todos los problemas típicos de estos lugares (incluido un incendio reciente)».
«Mientras tanto, los participantes en el sínodo, reunidos alrededor de sus mesas, discuten, discuten, discuten. Una especie de gran baile de palabras en la cubierta del Titanic que se hunde. No hay nada malo en discutir, por supuesto. El problema es que los participantes parecen moverse en otro planeta en comparación con la realidad real. La Iglesia muere, los fieles huyen, las vocaciones desaparecen, pero los sinodales viven en un mundo propio. Como todos los funcionarios del partido, pertenecen a una casta cerrada, cuyo único fin es la perpetuación de sí mismos».
A estas alturas del pontificado conocemos muy bien las obsesiones del Papa Francisco que con la edad se muestran sin disimulo. Cuando oímos al Papa Francisco decir estas cosas no podemos menos que pensar en que mundo vive o que le cuentan. Hoy, Santidad, no hay encargos de misas, y los sacramentos van desapareciendo, está la cosas como pa poner dificultades. Esto es lo que los pobres sacerdotes tienen que escuchar una vez más de quién tiene el deber de protegerlos y animarlos. «Es doloroso encontrar en algunas oficinas parroquiales la «lista de precios» de los servicios sacramentales a modo de supermercado» . El Papa Francisco, en la fase final del Sínodo, truena contra la Iglesia burocrática afectada por el clericalismo. Un mal ya descrito en otras ocasiones durante su pontificado para denunciar la tendencia a sentirse superior a los fieles y orientado hacia la autorreferencialidad sin escuchar a los pobres, a los enfermos, a la gente corriente. A diferencia de las jerarquías eclesiásticas, el Papa Francisco deja claro que es el Santo Pueblo de Dios el que es casi infalible: «O la Iglesia es el pueblo fiel de Dios en camino, santo y pecador, o acaba siendo una empresa que presta diversos servicios».
«Cuando los agentes pastorales toman este segundo camino, la Iglesia se convierte en el supermercado de la salvación y los simples sacerdotes se convierten en empleados de una empresa multinacional. Es la gran derrota a la que nos lleva el clericalismo. Y esto con mucho dolor y escándalo (basta ir a los sastres eclesiásticos en Roma para ver el escándalo de los jóvenes sacerdotes que se prueban sotanas y sombreros y otras prendas litúrgicas con encaje». «El clericalismo es un látigo, es una lacra, es una forma de mundanalidad que ensucia y daña el rostro de la esposa de Cristo, la Iglesia, y esclaviza al santo pueblo fiel de Dios». «Es el pueblo de Dios, el pueblo santo y fiel de Dios, que avanza con paciencia y humildad, soportando el desprecio, el maltrato y la marginación por parte del clericalismo institucionalizado. ¡Y con qué naturalidad hablamos de los principios de la Iglesia, o de los ascensos episcopales como ascensos de carrera! Los horrores del mundo, la mundanalidad que maltrata al santo pueblo fiel de Dios».
«Jesús, para su Iglesia, no asumió ninguno de los esquemas políticos de su tiempo: ni fariseos, ni saduceos, ni esenios, ni zelotes. No es una corporación cerrada, simplemente retoma la tradición de Israel: «vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios». Me gusta pensar en la Iglesia como ese pueblo sencillo y humilde que camina en la presencia del Señor». «Una de las características de este pueblo fiel es su infalibilidad; sí, es infalible»(…) «cuando quieras saber lo que cree la Santa Madre Iglesia, ve al Magisterio, porque él es el encargado de enseñarte, pero cuando quieras saber cómo cree la Iglesia, ve al pueblo fiel».
Interesante artículo de Iacopo Scaramuzzi para repubblica. «Los cardenales reunidos en Roma aprovechan el sínodo en curso para conocerse y olerse. Pensemos en las prioridades de la Iglesia del futuro. Y sobre quién podría ser el próximo Papa, cuándo lo será… En la asamblea surgieron varios temas que Francisco quería estrictamente a puerta cerrada. La disminución de las vocaciones. Discriminación contra las personas LGBTQ. La importancia – en el centro de un discurso del Papa – de no cometer errores en la selección de los seminaristas. Jóvenes que abandonan la Iglesia. […] El Papa reiteró, en un libro-entrevista recién publicado en Italia (No estás solo. Retos, respuestas, esperanzas, editorial Salani), su “no” a las mujeres sacerdotes […]
«Si bien pocos hablaron del sacerdocio femenino en la cámara (pero algunos lo hicieron de todos modos), la petición de dar más poder a las mujeres, la mitad del pueblo de Dios, fue generalizada: varios padres y madres sinodales pidieron el diaconado femenino, una cuestión en discusión. Bergoglio ha evadido hasta ahora. No faltaron voces disidentes, pero la demanda de cambio surgió con fuerza. Y, lo que sorprendió a algunos, no provino de los obispos progresistas alemanes, sino de laicos, religiosos y obispos de África, América Latina y Asia. El documento final se votará el sábado y se discutirá nuevamente a finales del próximo año».
La asamblea en general está equilibrada, hay progresistas y conservadores. Hay obispos, religiosos, laicos. Y hay 61 cardenales, una docena elegidos por el Papa: poco menos de la mitad del colegio (hoy 136) que algún día se reunirá en cónclave. […] Los cardenales nombrados por Bergoglio suman ahora más de dos tercios, pero no constituyen un grupo compacto y homogéneo. Están dispersos por todo el mundo y, desde hace diez años, apenas se conocen. Sin embargo, quienes estuvieron presentes en Roma en las últimas semanas se están familiarizando. […] Hay bergolianos estrictamente observantes como el maltés Mario Grech, secretario del Sínodo. Hay arzobispos progresistas como el jesuita Jean-Claude Hollerich y conservadores como el alemán Gerhard Ludwig Mueller, […] Las presencias cuentan, pero las ausencias también cuentan: no está el guineano ultraconservador Robert Sarah, ni el cardenal húngaro Peter Erdo, un ratzingeriano, ni, todavía, otra figura conservadora destacada es Malcom Ranjith.
«Desde los cardenales del frente mediterráneo (Matteo Zuppi de Bolonia, Jean-Marc Aveline de Marsella y Juan José Omella y Omella de Barcelona) hasta pastores venidos de lejos como el congoleño Fridolin Ambongo Besungu, Gérald Cyprien Lacroix de Quebec o el español Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat en Marruecos (con 9 electores los españoles son el tercer grupo de un posible cónclave, tras los 14 italianos y los 11 estadounidenses). Están los nuevos hombres fuertes de la Curia romana, el italiano Claudio Gugerotti, el estadounidense Robert Prevost, el argentino Víctor Manuel Fernández, el portugués Tolentino de Mendonca, el filipino Louis Antonio Tagle, de abuela china. Está la vieja guardia del canadiense Marc Ouellet».
«Parolin, atrajo la atención de numerosos padres sinodales con dos intervenciones en defensa de la doctrina y de la institución eclesiástica. Hay un viejo león como el arzobispo de Viena Christoph Schoenborn, alumno de Ratzinger y aliado de Bergoglio. Quién sabe si, cuando eso suceda, alguno de ellos será candidato a suceder a Francisco o un «hacedor de reyes» (pero Jorge Mario Bergoglio, en 2013, también empezó como «hacedor de reyes» y acabó elegido). «Por el momento no veo todavía ninguna personalidad que se haya consolidado como candidato natural», analiza un padre sinodal. […] los nuevos cardenales ciertamente se están conociendo: […] Si el próximo Papa será un reformista que tomará el nombre de Juan XXIV, como sugiere en broma Bergoglio, o un Juan Pablo III, un Pío XIII como lo imaginó el director Paolo Sorrentino o un Pablo VII en nombre del Pontífice que cerró el Concilio, u otro nombre, evidentemente no se sabe. Pero el próximo cónclave, cuando suceda, difícilmente podrá ignorar lo que se está desarrollando en el sínodo que se está celebrando en Roma. Y por los cardenales que están participando».
Müller está dispuesto a no callarse y está profundamente decepcionado por el actual Sínodo de los Obispos: “Mi influencia en el Sínodo fue completamente limitada. Sólo pude hablar públicamente una vez. Sin embargo, las conversaciones en torno a la mesa fueron buenas. Sólo la influencia visible en todo el curso y la agenda (bendición de la sexualidad extramatrimonial, antes y fuera del matrimonio, diaconado y ordenación sacerdotal de las mujeres, nivelación de la diferencia entre sacerdotes, obispos y laicos). Todo esto fue visible en el selección de los miembros del Sínodo para la rueda de prensa, donde repitieron monótonamente sus tesis. Para los herejes y globalistas no existía ninguna prohibición papal del silencio. La llamada a la armonía debería significar que nadie puede oponerse a esta agenda a menos que quiera ser ridiculizado como rigorista, tradicionalista o clericalista.
Rupnik sabe que cuenta con la máxima cobertura y eso hace posible que su caso sea tratado de forma especial. La Congregación para la Doctrina de la Fe estableció que el sacerdote había incurrido en excomunión latae sententiae . Después de unos días, el Papa Francisco revocó la excomunión sin explicar por qué. Poco después llegaron nuevas quejas sobre los abusos cometidos por Rupnik. El procedimiento, incluso en ese caso, fue tratado de forma anómala y el Papa no se tomó el tiempo de intervenir sobre la prescripción. El Papa Francesco, en sus numerosas entrevistas, se dedica a hablar de transparencia y verdad, en el caso de Marko Ivan Rupnik procede a través del silencio y de la prohibición absoluta de pronunciar una palabra.
El 13 de junio de 2023, un mes antes de ser despedido de los jesuitas, envió una carta a Jurij Bizjak, obispo de Koper, con quien había retomado el contacto desde hacía algún tiempo, en la que pide ser acogido ad experimentum en su diócesis de origen. Bizjak habló con el nuncio apostólico en Eslovenia, el francés Speich: “La incardinación en Koper es una solución excelente. No hay problema porque de todos modos no hay condenas». Básicamente, Rupnik quiere seguir haciendo lo que le gusta. El código intenta combatir a los clérigos errantes, incluso el propio Papa Francisco en una de sus innumerables modificaciones al texto establecido: «para que no se permitan en absoluto clérigos acéfalos o errantes». Un SJ del Borgo: “Cuando recibimos la comunicación del obispo de Koper nos limitamos a comunicarle el documento con la renuncia de Rupnik a la Compañía de Jesús, no podemos hacer más que eso. Está claro que si el nuncio y el obispo proceden con esta convicción significa que hay Alguien que protege a Rupnik y que es mucho más importante que esta curia”.
La exposición “Antonio Canova en los Museos Vaticanos”, organizada con motivo del bicentenario de su muerte, está dedicada a la estrecha y fructífera relación entre el máximo exponente del neoclasicismo en la escultura y las colecciones pontificias. En el Vaticano, Canova fue superintendente, director de museos y figura clave en la recuperación de las obras robadas por Napoleón, son 40 años al servicio de los Papas.
El lunes 23 de octubre de 2023 tuvo lugar en Roma una interesante conferencia organizada por el Institut français-Centre culturel Saint-Louis en el marco de la VI Jornada del Derecho 2023 en Francia , sobre el tema «Francisco legislador. Derecho Canónico y Derecho del Estado de la Ciudad del Vaticano». En la mesa redonda, presidida por Cyprien Viet , periodista de I-Media, monseñor Patrick Valdrini habló sobre el tema ¿Un método legislativo de Francisco? y la Prof. Maria d’Arienzo sobre el tema La ley fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano. El encuentro en Villa Bonaparte sede de la Embajada de Francia ante la Santa Sede desde 1950, fue la embajada de Alemania entre 1920 y 1944. El encuentro no clarifico mucho y dejo muy claro que nos movemos en un caos legislativo muy complicado de ordenar, será un reto para pontífices futuros, por ahora, solo podemos esperar que se complique más.
Y terminamos con la edición de un interesante libro «Mis santos. En compañía de los gigantes de la fe del Papa Benedicto XVI». En la introducción leemos: “¿Qué significa ser santo? ¿Quién está llamado a ser santo? A menudo todavía nos inducen a pensar que la santidad es una meta reservada a unos pocos elegidos… La santidad, la plenitud de la vida cristiana, no consiste en realizar hazañas extraordinarias, sino en unirnos a Cristo, en vivir sus misterios, en hacer sus actitudes, pensamientos, comportamientos. La medida de la santidad está dada por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por cuánto, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya». Joseph Ratzinger dedicó gran parte de su predicación a contar las historias humanas y espirituales de hombres y mujeres que pusieron en el centro el abandono al amor de Dios y su Providencia.
«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!».
Buena lectura.
