El concilio de los primaveras y el Vaticano II, la iglesia bloqueada del Papa Francisco, tantos ‘dubias’ sobre los ‘dubias’, Kazajstán revuelto.

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Ha pasado la Befana y los Reyes, entramos en un fin de semana de remate de una Navidad que no nos ha dejado descansar. Antes, no hace muchos años, estos días eran de tranquilidad informativa, hoy parece que son lo contrario. Se ve que los hay con tiempo para leer  y eso no obliga a dedicar tiempo para escribir, hay demanda y la demanda siempre crea la oferta.

Ayer terminamos con la referencia al artículo de The Wanderer ‘Papa de los  tristes destinos’ y hoy seguimos viendo cómo viene comentado por la generalidad de los más leídos en Italia.  En los últimos años, los católicos han experimentado un enorme drama de identidad: una confusión doctrinal y práctica, que estaríamos tentados a definir como sin precedentes, pero tal vez no sea tan grave. En un  mundo donde el relativismo sin verdad se constituye como verdad, Dios ha dado a los católicos una guía que no crea una verdad falsa, un ídolo, sino la nada. Es el gran drama de este pontificado que nos quieren vender con lleno de primaveras y futuros, pero estamos ante la nada confiamos que los católicos  esparcidos en el vacío estarán tan sedientos de la verdad que finalmente buscarán a Cristo.

El Papa Francisco, en su homilía de ayer, reconoce que estamos ante una Iglesia  «bloqueada», «estacionada dentro de una religión convencional, externa, formal, que ya no calienta el corazón y no cambia la vida». Incluso los primaveras se empiezan a dar cuanta que estamos en un profundo y largo invierno. La Europa católica está en  caída libre en las estadísticas, Francia, Polonia, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica, España. Ya no es solamente que no se participa  en la Misa o en los sacramentos; en todas partes se celebran cada vez menos bautismos y menos bodas e incluso  funerales. Hace solo unos días el primado del episcopado polaco admitió públicamente el fracaso total al analizar el distanciamiento de los niños de la Iglesia. El cardenal Marx también habló de un «callejón sin salida». La solución nos la da el propio Papa Francisco que tan bien habla y tan mal aplica: «Lo que se necesitaría es una fe valiente, profética, que no teme desafiar la lógica oscura del poder y se convierta en semilla de justicia y fraternidad en una sociedad donde, aún hoy, muchos Herodes siembran muerte y masacres a pobres e inocentes, en la indiferencia de muchos».

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Las viejas órdenes y congregaciones han perdido su vitalidad y muchos de los nuevos y dinámicos movimientos se han acomodado a un estatus acomodado que no quieren perder. Los que se encuadran en el entorno de la liturgia tradicional han estado habituados a luchar desde la nada y no son un enemigo fácil, son peleones y saben que delante tienen la nada.  Peter Kwasniewski,  en  One Peter Five entra en el fondo de la «Responsa Ad Dubia de  Culto Divino sobre  Traditionis Custodes. En poco tiempo se apuntan defectos en el texto. Contradicciones  explícitas con  el derecho canónico e, irónicamente,  el mismo Concilio Vaticano II al que pretende defender,  incluidos los derechos y responsabilidades de los obispos. Intenta legislar cuando un documento curial de este tipo no es un instrumento legislativo, contiene numerosas declaraciones fácticas incorrectas.

Kwasniewski identifica y enumera las 33 falsedades del documento empezando por dejar muy claro que no se puede atribuir la reforma litúrgica o liturgia «reformada» y sus libros al Concilio Vaticano II. La mayoría de los Padres conciliares votaron por Sacrosanctum Concilium, una constitución que anunciaba una revisión de los ritos y articulaba algunos principios y pautas para ello; pero el Concilio no emprendió esa reforma ni publicó ningún libro litúrgico propio. En todo el Concilio solo celebraron ritos tradicionales, orientales y occidentales, con algunos  experimentos  deslizados hacia el final.

El propio Benedicto XVI en ese tiempo explicaba la situación: «Más bien, Pablo VI confió el trabajo a un supercomité ad hoc especial, el Consilium, cuyos proyectos se completaron. El problema del nuevo Misal radica en su abandono de un proceso histórico que siempre ha sido continuo, antes y después de San Pío V, y en la creación de un proceso de libro completamente nuevo, aunque fue compilado con material antiguo. La publicación iba acompañada de una prohibición de todo lo que la precedió, algo inaudito en la historia tanto del derecho como de la liturgia. Y puedo decir con certeza, sobre la base de mi conocimiento de los debates conciliares y de mi lectura repetida de los discursos de los Padres conciliares, que esto no corresponde a las intenciones del Concilio Vaticano II».

Termina así su largo y documentado artículo: «Summorum Pontificum ha confirmado legalmente que la Iglesia latina ha vivido durante unas cuatro décadas bajo el imperio de la mentira. El Vetus Ordo no había sido legítimamente prohibido. Gran parte de la persecución de sacerdotes y laicos que tuvo lugar durante esas décadas ahora se ve como fuerza sin ley.  Que esto sea así durante tanto tiempo con respecto al Santo Sacrificio de la Misa, que está en el centro de la vida de la Iglesia, apoya una profunda enfermedad en lo más profundo de la Iglesia latina. Y la Gran Mentira se ha visto reforzada por una multitud de Pequeñas Mentiras … que el Concilio ha impuesto la reorganización de los Santuarios … que el Concilio ha impuesto el uso exclusivo de la lengua vernácula … La situación creada por las grandes mentiras y las pequeñas mentiras juntas no deben considerarse normativas». La impresión es que ya no cuela el quieran imponernos un concilio que solo está en las cabezas de los primeveras que no terminan de asumir que han fracasado y están dispuestos a morir matando.

En Kazajstán tenemos una extraña  «operación antiterrorista» con entrada del ejército Ruso. Las noticias oficiales hablan de «criminales armados» asesinados por las fuerzas kazajas,  y de más de tres mil «criminales» fueron arrestados y que 18 personas «armadas» resultaron heridas. La versión oficial habla de al menos 18 agentes del orden, dos de los cuales fueron encontrados decapitados. Todo ha empezado por  manifestantes que salieron a las calles desde el 2 de enero quejándose del aumento del precio del gas. Moscú es de la misma opinión, según la cual las «formaciones armadas organizadas» están trabajando para «socavar la seguridad y la integridad» de Kazajstán,  considerada la ex República Soviética de Asia Central más estable y próspera. Las comunicaciones se han cortado y es muy complicado saber que está pasando en el enorme y poco poblado país. El nerviosismo se nota, el mundo está revuelto y no sabemos cuál puede ser el detonante para que entremos en situación peligrosa que se pueden contagiar.

«El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».

Buena lectura.

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Comentarios
1 comentarios en “El concilio de los primaveras y el Vaticano II, la iglesia bloqueada del Papa Francisco, tantos ‘dubias’ sobre los ‘dubias’, Kazajstán revuelto.
  1. Pésima la información que maneja en Kazajstán. En Asia Central la lucha se da entre musulmanes educados en la era Soviética y musulmanes radicalizados. KZ es un gran aliado de Rusia y China. Occidente no duda en fomentar elementos radicales con tal de dañar a Rusia. Ya lo vimos con la Primavera Árabe en la que la UE y USA apoyaron a grupos terroristas. Obama ayudó a los Hermanos Musulmanes a hacerse con el poder en Egipto. En fin perdí el respeto que le tenía a Specola.

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