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Matrimonio y divorcio. El general de los jesuitas: «También hay que reinterpretar a Jesús»

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Increíble, pero cierto. En el capítulo ocho de «Amoris laetitia«, el más espinoso y controvertido, ese en el que el Papa Francisco parece «abrir» a las segundas nupcias con el precedente cónyuge aún vivo, no se citan las palabras de Jesús sobre el matrimonio y el divorcio referidas en el capítulo 19 del Evangelio según Mateo:

«Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?». Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?». Él les contestó: «Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- y se casa con otra, comete adulterio»».

Es una ausencia que deja estupefactos. Como también ha causado estupor el silencio de Francisco sobre la misma cuestión en otras dos ocasiones.

La primera se remonta al 4 de octubre de 2015. Era el domingo de inicio de la segunda y última sesión del sínodo sobre la familia. Y precisamente ese día, en todas las iglesias católicas de rito latino, una de las lecturas de la misa era el pasaje del Evangelio de Marcos (10, 2-9) paralelo al de Mateo 19, 2-12.

Durante el Angelus el Papa no hizo ninguna referencia a ese pasaje del Evangelio, a pesar de su extraordinaria pertinencia con las cuestiones debatidas en el sínodo.

Y lo mismo ocurrió el pasado 12 de febrero, con otro pasaje análogo del Evangelio de Mateo (5, 11-12), leído en toda la Iglesia. También esta vez, durante el Angelus, Francisco evitó citarlo y comentarlo.

¿Por qué este silencio tan insistente del Papa acerca de unas palabras de Jesús tan inequívocas?

Una idea de respuesta se puede encontrar en la entrevista que el nuevo superior general de la Compañía de Jesús, el venezolano Arturo Sosa Abascal, muy cercano a Jorge Mario Bergoglio, ha concedido al vaticanista suizo Giuseppe Rusconi para el blog Rossoporpora y el «Giornale del Popolo» de Lugano.

He aquí algunos de los pasajes más pertinentes al caso. Huelgan los comentarios.

*

P. – El cardenal Gerhard L. Müller, prefecto de la congregación para la doctrina de la fe, ha dicho a propósito del matrimonio que las palabras de Jesús son muy claras y que «ningún poder en el cielo y en la tierra, ni un ángel ni el Papa, ni un concilio ni una ley de los obispos, tiene la facultad de modificarlas».

R. – Antes que nada sería necesario comenzar una buena reflexión sobre lo que verdaderamente dijo Jesús. En esa época nadie tenía una grabadora para registrar sus palabras. Lo que se sabe es que las palabras de Jesús hay que ponerlas en contexto, están expresadas con un lenguaje, en un ambiente concreto, están dirigidas a alguien determinado.

P. – Pero entonces, si hay que examinar todas las palabras de Jesús y reconducirlas a su contexto histórico significa que no tienen un valor absoluto.

R. – En el último siglo han surgido en la Iglesia muchos estudios que intentan entender exactamente qué quería decir Jesús… Esto no es relativismo, pero certifica que la palabra es relativa, el Evangelio está escrito por seres humanos, está aceptado por la Iglesia que, a su vez, está formada por seres humanos… ¡Por lo tanto, es verdad que nadie puede cambiar la palabra de Jesús, pero es necesario saber cuál ha sido [esa palabra]!

P. – Entonces, ¿también es discutible la afirmación en Mateo 19, 3-6: «Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre»?

R. – Me identifico con lo que dice el Papa Francisco. No se pone en duda, se pone en discernimiento…

P. – Pero el discernimiento es valoración, es elección entre distintas opciones. Ya no hay la obligación de seguir una única interpretación…

R. – No, la obligación existe siempre, pero de seguir los resultados del discernimiento.

P. – Pero la decisión final se funda sobre un juicio en relación a distintas hipótesis. Por lo tanto, toma en consideración también la hipótesis de que la frase «pues lo que Dios ha unido…» no sea exactamente como aparece. En resumen, pone en duda la palabra de Jesús.

R. – No la palabra de Jesús, sino la palabra de Jesús tal como nosotros la hemos interpretado. El discernimiento no elige entre distintas hipótesis, pero se pone a la escucha del Espíritu Santo que, como Jesús prometió, nos ayuda a entender los signos de la presencia de Dios en la historia humana.

P. – Pero, ¿cómo se discierne?

R. – El Papa Francisco discierne siguiendo a San Ignacio, como toda la Compañía de Jesús: hay que buscar y encontrar la voluntad de Dios, decía San Ignacio. No es una búsqueda en broma. El discernimiento lleva a una decisión: no se debe sólo valorar, sino que hay que decidir.

P. – ¿Y quién debe decidir?

R. – La Iglesia ha confirmado siempre la prioridad de la conciencia personal.

P. – Por lo tanto, si la conciencia, después del discernimiento, me dice que puedo hacer la comunión aunque la norma no lo prevea…

R. – La Iglesia se ha desarrollado a lo largo de los siglos, no es un pedazo de hormigón. Nació, ha aprendido, ha cambiado. Por esto se hacen los concilios ecuménicos, para intentar centrar los desarrollos de la doctrina. Doctrina es una palabra que no me gusta mucho, lleva consigo la imagen de la dureza de la piedra. En cambio la realidad humana es mucho más difuminada, no es nunca blanca o negra, está en un desarrollo continuo.

P. – Me parece entender que para usted la praxis del discernimiento tiene prioridad sobre la doctrina.

R. – Sí, pero la doctrina forma parte del discernimiento. Un verdadero discernimento no puede prescindir de la doctrina.

P. – Pero puede llegar a conclusiones distintas a la doctrina.

R. – Esto sí, porque la doctrina no sustituye al discernimiento, como tampoco al Espíritu Santo.

*

En realidad, hay exegetas católicos que han interpretado las palabras de Jesús sobre matrimonio y divorcio como una admisión del repudio y las segundas nupcias.

Es el caso del monje camaldulense Guido Innocenzo Gargano, biblista y patrólogo de renombre, docente en las pontificias universidades Gregoriana y Urbaniana.

Su exégesis ha sido publicada íntegramente en www.chiesa el 16 de enero de 2015:

> Para los «duros de corazón» vale siempre la ley de Moisés

Es una exégesis que, es obvio, puede no ser compartida y de hecho ha sido contestada desde la raíz.

Pero tiene el valor de la transparencia y la «parresía», que falta en quienes cambian las palabras de Jesús sin manifestarlo y sin dar razón de ello.

(Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España)

Comentarios
22 comentarios en “Matrimonio y divorcio. El general de los jesuitas: «También hay que reinterpretar a Jesús»
  1. JaviErejías:
    A poco que se informe descubrirá que son innumerables los santos que, a lo largo de la historia, no solo han hecho las mismas obras que se narra en los Evangelios que hizo Jesús, sino que, como Él mismo aseguró (Jn 14,10-14), las han hecho todavía mayores. Le recomiendo leer algunas de las biografías de santos, amenas y bien documentadas, que puede encontrar en «libroscatólicos.org».

    Ya dijo san Pablo: «predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados» (1 Cor 1,23-24).

  2. María, el asunto no es que haya Evangelios distintos sino que la interpretación que ustedes hacen de ellos es supersticiosa, contraria a la razón y plagada de arbitrariedades.
    El general de los Jesuítas trata de eliminar esas arbitrariedades supersticiosas producto del escaso conocimiento del mundo que se tenía antiguamente y que insultan a la razón, regalo de Dios al hombre.
    Como dice Uta Ranke, «Si una propuesta de tu religión (no confundir con fe) insulta a tu inteligencia, no puede provenir de Dios»; yo añadiría «sino de los torpes, ignorantes y supersticiosos seres humanos»

  3. Añado a mi comentario anterior, por si algunos aún no se han dado cuenta, que Jesucristo no hubiese dicho «que el hombre no separe lo que Dios ha unido» si no pudiese separarlo.

  4. Señalamos tres cosas que nos demuestran las mentiras de los hombres de la Iglesia sobre las claras palabras de Jesús: 1) que no creen en el Dios católico, como testigos mentirosos no son creíbles ni en una sola de sus palabras o gestos y se convierten en escándalo al ocupar puestos jerárquicos en la Iglesia pues parece la misma una banda de embusteros, luego, ponen en peligro la fe de los pequeños y hasta de los elegidos; 2) que nos toman por tontos, por estúpidos a todos los católicos pues consideran que nuestra fe son opiniones fácilmente maleables por medio de la autoridad o por los medios de comunicación; y 3) son discípulos de Satanás pues mintiendo con respecto a Dios y a sus palabras trabajan en la destrucción de la Iglesia y de la fe de los hombres, son verdaderos anticristos y pertenecen, muchas veces, a logias secretas. Ahora, ¿cómo alguien puede llamar a un mentiroso de estos «papa», «cardenal», «sacerdote» o simplemente «católico»?, son una secta dentro de la Iglesia y su pensamiento es propio de los herejes ¿Cómo alguien puede creer que se puede dialogar con estos mentirosos y convertirlos si viven en y para el engaño ya pertenecen al padre de las mentiras?

  5. Supongo que el articulista no se refiere a Mateo 5, 11-12, sino a 31-32. Vuelvo a recordar que lo que dijo Jesucristo sobre los divorciados vueltos a casar es que quien SE DIVORCIA de su mujer, excepto en los casos que se nombra en Mateo (5,32; 19,9), y SE CASA (no amanceba) con otra, comete adulterio; también que lo comete quien se casa con la abandonada por el marido. Por lo tanto, una vez que se ha consumado ese adulterio, no queda más remedio que reconocer que, aunque hayan pecado casándose, ¡casados están!; no hay que olvidar que los ministros del matrimonio son los contrayentes, y que hasta quien se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella (1 Cor 6,16). Así pues, empeñarse en exigirles, para poder acceder a los sacramentos, que se vuelvan a divorciar o que convivan en castidad, me sigue pareciendo un gran disparate, una exigencia hipócrita y draconiana que cierra de hecho la puerta a millones de católicos en esa situación. Lo que habría que exigirles es que se arrepientan de su pecado, que tengan el propósito de no volver a pecar y que se confiesen; porque pecarían divorciándose y volviendo con su anterior cónyuge (cf. Deut 24,1-4). ¡No seamos peores que los fariseos!

    Por otra parte, ese nuevo superior general de los jesuitas da muestras de ser otro clérigo «intelectual», que contra más cree saber menos parece creer. Jesucristo ya sabía todo lo que se escribiría en los Evangelios, como se evidencia en lo que dijo de la mujer que ungió su cabeza con un valioso perfume: «Les aseguro que allí donde se proclame esta Buena Noticia, en todo el mundo, se contará también en su memoria lo que ella hizo» (Mt 26,13; Mc 14,9).

  6. Javier Mejías nosotros tenemos unos evangelios que son los mismos que los de los ortodoxos, los de los coptos, los de los maronitas, cristinos armenios, cristianos eritreo y etíopes que son antiquísimas y de las diversas confesiones antiguas cristianas que hay en el próximo oriente. ¿Qué sucede que ahora los jesuitas por obra y gracia del Espíritu Santo con su Prepósito y el Papa han recibido un halo del Espíritu Santo para decirnos que ellos están capacitados para reinterpretar la Historia a la luz de ¿quién?. Jesucristo cuando habló, para los hombres de todos los tiempos, no hace falta ninguna reinterpretación.

  7. No dice Arturo Sosa que haya que reinterpretar a Jesús sino que hay que reinterpretar la historia con la luz que el nos aporta y que no existen los absolutos.
    No hay nada más cierto y si no te gusta Sandrino (a ti o a quienes sirves) ya sabes ajo y agua

  8. Están construyendo un Cristo a imagen y semejanza del hombre pecador. Es que el hombre discernido por un buen discernidor se salvará ? y si no pasa por el cernidor ……? Veamos.
    Sal. 50 19 Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
    un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.
    Mc 7 20-2320. Y agregó: «Lo que procede del hombre, eso es lo que mancha al hombre. 21. Porque es de adentro, del corazón de los hombres, de donde salen los malos pensamientos, fornicaciones, hurtos, homicidios, 22. adulterios, codicias, perversiones, dolo, deshonestidad, envidia, blasfemia, soberbia, insensatez. 23. Todas estas cosas malas proceden de dentro y manchan al hombre».
    Esos dos pasajes sagrados contienen una enseñanza clarísima la misericordia funciona si el pecador reconoce su pecado, es a ese corazón al que Cristo ama y salva. Asimismo el mal viene del hombre que lo hace, son interiores que se exteriorizan. Llama la atención un término: «insensato»: La palabra insensato tiene su origen en el latín. Proviene de insensatus, insensata, insensatum, adjetivo formado por el prefijo in- (negación) y el vocablo sensatus cuyo significado es dotado de sentido común, de buena percepción y juicio y está formado por el sufijo -atus (valor de haber recibido una acción o estado resultante del verbo) y el sustantivo sensus, sensus (sentido, sensibilidad, sensación, facultad de sentir). Sustantivo proveniente del verbo sentire (sentir y percibir adecuadamente, juzgar, opinar, tener criterio para pensar, darse cuenta) cuya raíz se vincula con la indoeuropea *sent- que significa tomar una dirección después de haberse orientado. De este modo, se puede considerar como el concepto original de este vocablo que no está dotado de sentido común, ni de buena percepción, ni juicio. (Dic. Lengua)
    Eso es lo que sucede ahorita los insensatos como el del comentario quieren vulnerar el principio de no contradicción, pecado mortal con comunión accesible….el pecado mortal contiene la gracia santificante……Recemos……..

  9. Suelta esta perla de sabiduría y se queda tan fresco: «Esto no es relativismo, pero certifica que la palabra es relativa».

    Y esta otra: «No se pone en duda, se pone en discernimiento…»

    Es que lo tiene todo: relativismo, subjetivismo y evolucionismo doctrinal. Y encima ponen al pobre S. Ignacio de excusa de sus desvaríos. ¡S. Ignacio y S. Fco. Javier, dadme paciencia, pero YA!

  10. Yo creo que el error de Dios está en el tiempo. Porque con eso de Gálatas 4, 4-6 («…al llegar la plenitud de los tiempos, Dios envío a su Hijo…») hay que discernirlo bien: si para conocer el mensaje «verdadero» y «pleno» de Jesús se necesitaban grabadoras y filmadoras y discernidores compulsivos entonces la plenitud de los tiempos no fue hace 2000 años sino que es ahora. Entonces podemos concluir que en un arrebato de ansiedad Dios mandó a su Hijo de apuro.
    Propongo por tanto una revisión de este texto, dónde las cosas no son ni blancas ni negras, sino que fluyen como la visa misma…(con especial cariño para los discernidores compulsivos!):
    » 2000 años antes de la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer presuntamente virgen aunque no necesariamente, nacido bajo la rígida ley ,
    para que redimiese a los que estaban bajo la rigidez de la interpretación de la Palabra , a fin de que recibiésemos la condición de hijos adoptivos, sin tenernos ya que preocupar por los mandamientos…»
    (Para ciertas noticias no necesita tanto discernimiento…necesito humor…)

    6.
    Y como prueba de que sois hijos, Dios ha enviado a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abba, Padre!

  11. Gracias Señor por habernos dado el privilegio de vivir en estos tiempos donde estos señores iluminados como nunca antes en la historia por el Espíritu Santo van a decirnos claramente que dijiste hace dos mil años -o quisiste decir-, aunque ellos tampoco tengan grabadora ni filmadas tus proclamas. Gracias porque, como nunca antes en la historia, la tercera persona está actuando con una fuerza arrolladora y nos convertirá en auténticos católicos, no como todos los predecesores, incluso santos, que estuvieron claramente equivocados por ausencia de esa tercera persona, y etc, etc. La verdadera Iglesia aparece recién ahora. Son blasfemos y herejes, no le demos muchas vueltas.

  12. Claro lo que dijo Jesús es lo que él dice. A quien han elegido los jesuitas es a un demoledor que no tiene ya nada que demoler; con otros pontífices pues elegían a gente que por lo menos de cara pareciera otra cosa, pero siendo de la cuerda el Papa y de la orden para que van a disimular. Si todo lo reinterpretamos pues se ve que en 2000 años todo era equivocado y lo que quieren es una nueva Iglesia vaciada de todo su contenido para así comernos la cabeza mejor, no teniendo reparos a nada para allanar el camino a todos los espúreos poderes del mundo moderno. Cada día está más claro.El problema es que después de Moisés vino Cristo que dijo cómo había que actuar y fue muy claro; nada ambiguas son las Escrituras en este tema y por lo tanto nada interpretables y es más restrictivo que en el Antiguo Testamento, luego según la mentalidad del jefe jesuita más duros de corazón son los que siguen las enseñanzas de Cristo que las de Moisés que eran entre comillas más liberales pues daban margen al repudio. Tan poco interpretables son que es consecuencia el nacimiento de la Iglesia Anglicana, pues en el Renacimiento los Papas fueron disolutos, mujeriegos, amantes del lujo, nepotistas y todo lo que se quiera pero defendieron el magisterio aún siendo sus vidas incluso depravadas y no cedieron.

  13. O se que el discernimiento ahora es dogma de Fe. Ya me parecía a mí estos ya han acabado con la Biblia pues es un cuento de los judíos, que entendían lo que quería, pero como hay pasajes en el Evangelio que no les gustan, el del matrimonio, el de la puerta estrecha, el de los justos a la derecha y los injustos a la izquierda, y todo la parte escatológica, los milagros porque para nuestra mente irracional es imposible. y entonces queridos Jesuitas ¿con qué nos quedamos? Este Papa ha sido una bendición porque lo que estaban oculto ha salido a la superficie, así que ya lo saben muchachos prepárense para formar una iglesia pequeña.

  14. De acuerdo con todos los comentarios, especialmente con el de Lluis.
    Estoy harta de escuchar banalidades al Papa en sus catequesis, sin hablar de lo que debería.

  15. «Porque vendrá un tiempo en que los hombres no podrán sufrir la sana doctrina, sino que, teniendo una comenzón extrema de oir doctrinas que alaben sus pasiones, recurrirán a una caterva de doctores propios para satisfacer sus desordenados deseos, y cerrarán sus oídos a la verdad y los aplicarán a las fábulas» (San Pablo).

    Yo me quedo con la sana doctrina católica de siempre: la de Cristo, San Pablo, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, San Gregorio Magno, San Atanasio de Alejandría, San Luis Mª de Grignion, San Alfonso Mª de Montfort…

    Que los estos modernistas, como Arturo Sosa & Doctores Propios, apliquen las fábulas que quieran para satisfacer sus desordenados deseos.

  16. Por lo que se ve este Papa va en contra de la Ley del Señor. Parece mentira que un Vicario de Cristo contradiga a Dios, en las afirmaciones de Jesucristo (Marcos 10, 1-12).

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