Dichosos los que esperan en el Señor (Capilla Complutense)

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capi--644x362 Impasibles al desaliento, con fe, esperanza y mucha caridad siguen los jóvenes de la Capilla de Geografía e Historia de la Universidad Complutense dando testimonio de su fe y en estado de vigilancia esperando junto al Señor, que se encuentra encerrado, por orden de las autoridades académicas. Ayer fue un día intenso, especialmente durante la mañana. Fue mucha la gente de buena voluntad que se acercó, siendo muy numerosa durante la Eucaristía que se celebró a la 1 de la tarde. Por otra parte, cabe recordar que se continuará celebrando a esa misma hora todos los días, hasta que esto se solucione, si Dios quiere. Tenéis en Infovaticana el vídeo de la Homilia que predicó ayer el Padre Javier Carralón, capellán de la Facultad y en donde pidió a los estudiantes católicos que permanecieran vigilantes, en el sentido de en estado de vigilia y oración junto al Señor. De hecho, durante estos días se están organizando turnos entre los estudiantes, profesores y trabajadores católicos de la Facultad para permanecer junto a la puerta de la Capilla de 8 de la mañana (hora en que se abre el edificio) hasta las 9 de la noche (hora en que cierra). Este humilde franciscano seglar que les escribe estuvo ayer por la tarde. He ido mucho a esta Facultad, pues estuve dos etapas en ella. La primera estudiando la Licenciatura de Historia, la segunda estudiando el Máster en Historia y Ciencias de la Antigüedad. Conforme me iba acercando (para los que lo conozcáis, a la altura de la María Zambrano por donde la penúltima parada del F y del G) me vino la inspiración de cantar el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís. Por otra parte, ayer era un día muy bonito: San Buenaventura, el gran filósofo franciscano, de quien me considero discípulo. Estuve desde las seis de la tarde hasta las ocho. Había convocado en Twitter un rezo del Santo Rosario que dirigí junto a la puerta. Después estuve conversando con los jóvenes y las personas que se encontraban junto a la Capilla. Había cierta esperanza de que al final el Decano entrase en razón, no obstante se insistía en que se trata de una persona «cabezota» (según quienes estaban allí), por lo que tardaría en dar su brazo a torcer. Había quien se preguntaba como era posible que en una Facultad donde hay muchas cosas importantes que arreglar (desperfectos en escaleras, mobiliario de las clases estropeado, la calefacción que no funciona en muchas aulas…) parece que la prioridad de Otero Carvajal es la de quitar una Capilla que no sólo no hace daño a nadie sino que, además, contribuye a ayudar a muchas personas. Quienes están en contra de la Capilla dicen que «se encuentra infrautilizada». Bueno, yo a la Eucaristía no solía ir (más que nada porque es a las ocho de la mañana), pero por lo que vi alguna vez que estuve puedo decir que aunque no estaba totalmente llena, si había unas tres cuartas partes de la Capilla llenas.  Lo que si puedo decir de primera mano es que muchas veces me pasaba una hora rezando allí, o a veces más tiempo, y siempre había entre cinco y diez personas orando (no siempre, ni todo el rato, las mismas). Aparte había otras cuantas que, durante ese rato, entraban a hablar con el capellán (dirección espiritual, confesión, etc.). Y luego muchos entraban, hacían una genuflexión y salían (vamos, querían saludar al Señor, aunque fuera un momento).  Por lo cual, creo que tan infrautilizada no estaba. Por ejemplo, en la Facultad hay varias aulas de informática, para hacer trabajos de clase y demás. Bueno, pues cuando estaba con aquel Máster facilmente podía estar de 5 a 8 de la tarde. En alguna ocasión eramos yo y dos o tres más. Lógicamente no digo que sobre un aula de informática, pero quizá si podía aprovecharse alguna de ellas para dar clases (ya sé que se da clase con ordenadores en alguna, me refiero por ejemplo a la que tiene los ordenadores que llevan allí desde 2003 y que no funcionan nada bien y que siendo unos treinta ordenadores, viejos, hay como cinco o diez alumnos usándolos. Por otra parte, la gente ahondaba en otros aspectos. Uno de ellos es el de que el despacho del Decano es del tamaño del de la Capilla. Ahí no entro porque nunca he estado en ese despacho. Pero si creo que en los doce pisos que tiene el edificio sigue habiendo espacio para algún aula más. Sobre todo porque en algunos Departamentos tengo la sensación de que hay espacios vacios (como despachos vacíos). Además coincidieron en algo que probablemente mucha gente no sepa. Hay, junto a la Capilla, un museo me parece que de América. De América sólo tuve una asignatura: América Prehispánica. Pero durante todo el tiempo que duró ni siquiera nos mencionar0n la existencia del museo. Y amigos y compañeros de la Facultad me han dicho que, o bien no lo conocen, o cuando han estado en la Capilla nunca han visto a nadie entrar y salir de ese museo. Y yo me pregunto ¿Acaso no sería mejor poner ese museo, por ejemplo, en el Departamento de América y usar ese espacio como aula? por sugerir algo, vamos. Por otra parte, se habla de «infrautilización» del espacio que ocupa la Capilla. Pero poco se ha comentado sobre lo que allí se hace. No sólo hay Eucaristía diaria, sino que además a las 12 se reza el Ángelus, también a diario. Luego los viernes hay Via Crucis, creo que uno al mes Adoración al Santísimo. Se reza también el Vía Crucis. Y hay un grupo de católicos universitarios francamente bueno. Pero voy a dar una razón, para mí fundamental, de por qué esta Capilla debe seguir existiendo y debe permanecer en este lugar. Yo hice el Máster en el curso 2011-2012 (luego el curso siguiente lo dediqué al Trabajo Fin de Máster). Bien, pues de 2009 a 2012, por razones que no vienen al caso, me encontraba inmerso en una profunda depresión. Pues debo decir que si me recuperé de aquella depresión, si vencí a ese bicho negro que te carcome durante ese estado, si superé los miedos y angustias fue, entre otras cosas y de forma fundamental, gracias a la Capilla y al grupo de católicos que hay una vez a la semana, donde se ora y hay formación católica (muy buena, por otra parte). Allí me sentí acogido, hice buenos amigos y, sobre todo, compartí alegrías con mis hermanos universitarios.

Por cierto, una de ellas, María, ayer estuvo hablando en 13 TV, muy bien además. Esta chica organiza recogidas de alimentos en la Capilla para ayudar a los más necesitados. Durante este curso pasado estuve escribiendo en un blog de Justicia y Paz Madrid, como actividad del Máster en Periodismo Social. Pues bien, me hice eco de dos noticias. Una de ellas fue en Navidad, cuando hubo una serie de eventos solidarios en Madrid. Se celebró en la Complutense la tradicional Semana Solidaria que, pese a su nombre, duró del 9 al 20 de diciembre. El día 18 hubo una nueva edición del Bocadillo Solidario, los universitarios católicos llevaron los alimentos, previamente recogidos en la Capilla de la Facultad de Geografía e Historia por María, para repartirlos entre los más necesitados (junto con café y, sobre todo, el acompañamiento que como cristianos debemos hacer a los más pobres). El otro acontecimiento es más reciente. Una campaña de recogida de alimentos que se llevó a cabo durante el pasado mes de mayo y que tuvo como principal fin «Llenar los comedores sociales de cara al verano, que es cuando muchas personas abandonan la ciudad y es uno de los momentos más críticos para los miles de personas que necesitan ayuda«, como recordaba María.

En definitiva, creo que sobran razones para que se mantenga una Capilla que, no sólo es un derecho fundamental de los profesores, alumnos y trabajadores de la Facultad, sino que además ayuda espiritualmente a muchas personas y, como vemos, también realiza labores sociales. Por cierto, que no se me olvide comentar que algunas de las actividades que llevan a cabo  son también una labor de voluntariado durante el año donde hay acompañamiento a enfermos y ancianos, ayudar en comedores sociales, etc. Además, tengo entendido que hay también  universitarios que van en verano de misiones.

En el momento de escribir estas líneas me están informando que ha estado Monseñor César Franco, Obispo Auxiliar de Madrid, en la Facultad de Geografía e Historia. Ha entrado acompañado de Otero Carvajal, Decano de la Facultad.

 

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