Muchas veces se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras y, aquí, tenemos una de las imágenes del año. Habíamos visto a los Romanos Pontífices con los niños, ancianos, los más pobres de la sociedad y entregando el anillo del pescador pero nunca, hasta el momento, habíamos visto acudiendo al tribual de la misericordia. El Papa, con su gesto, ha dado muchas lecciones: humildad, sencillez…pero sobretodo nos ha recordado una condición somos pecadores y que hasta el Papa necesita del perdón de Dios. Desde aquí quiero agradecer, en nombre de todos los que confesamos y acudimos a confesarnos habitualmente, este gesto al Romano Pontífice. Gracias Santo Padre porque nos has dicho que el mejor confesor es el mejor penitente, gracias por no tener miedo a buscar el perdón de Dios y gracias porque con su Magisterio de gestos facilitas nuestras palabras.
El hombre del año…se confiesa

| 29 marzo, 2014
Esto es lo que hace (o debería hhacer) frecuentemente un católico. No ha habido, ni habrá, jamás un hombre y/o mujer en la historia de la humanidad, salvo la Virgen María, que no haya necesitado del perdón de Dios, de la sanación de su alma de las tribulaciones y miserias de cada uno.
Dios es bueno y nos perdona.
¿Qué hay de extraño en un católico (el Papa) que se confiese??? Nada, lo necesitamos todos.
Gracias Papa Francisco por tu testimonio de coherencia.