¿Hacia dónde miramos en la liturgia?

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“Si se nos pregunta hacia dónde miraban el sacerdote y los fieles durante la oración, la respuesta debe ser: ¡a lo alto, hacia el ábside! La comunidad orante durante la oración no miraba, de hecho, adelante al altar o a la cátedra, sino que elevaba a lo alto las manos y los ojos. Así el ábside llegó a ser el elemento más importante de la decoración de la iglesia, en el momento más íntimo y santo de la actuación litúrgica, la oración”.

Heid s., «Gebetshaltung und Ostung in frühchristlicher Zeit, Rivista di Archeologia Cristiana 82 [2006], p. 369.

Cierto que aquellos tiempos poco tienen que ver con los de hoy ni el hombre y la mujer de entonces con los de la actualidad. Pero me resulta inevitable hacerme la misma pregunta: ¿Hacia dónde miran el sacerdote y los fieles durante la oración en nuestros días?

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Se me ocurren varias respuestas de lo más variopintas. Desde quien mira a la nada a quien está pendiente de las ropas del vecino o mira al suelo, al reloj, al móvil…. y, obviamente, no vamos a ser negativos, también hay quien mira al altar y al cura. Pero algo me dice que en una sociedad de una cierta hiperactividad visual (marcada por la continua exposición a lo audiovisual) resulta difícil focalizar la mirada en un punto concreto.

El Papa Benedicto XVI en el volumen XI de sus obras completas «teología de la liturgia» escribe:

“La idea de que sacerdote y pueblo en la oración deberían mirarse recíprocamente nació sólo en la época moderna y es completamente extraña a la cristiandad antigua. De hecho, sacerdote y pueblo no dirigen uno al otro su oración, sino que juntos la dirigen al único Señor”.

De aquí vendrá el llamado a ubicar una cruz en el altar o en el presbiterio que ayude a focalizar la orientación de nuestra oración. En cualquier caso, lo importante, y se me antoja que urgente, es recordar que la acción litúrgica es cristológica no egocéntrica y la comunidad que se reúne bajo el llamado del Señor a unirse a la oración de Cristo sacerdote no se reúne para mirarse el ombligo sino para alabar a Dios.

Este asunto creo que es un punto importante a trabajar en nuestras catequesis litúrgicas. No solo oramos con los labios ni con la mente, ora TODO nuestro ser y todos nuestros sentidos. Aprender a mirar en la celebración litúrgica es también importante.

 

Comentarios
0 comentarios en “¿Hacia dónde miramos en la liturgia?
  1. «La vida eterna será un asombro compartido, donde cada criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar y tendrá algo para aportar a los pobres definitivamente liberados».
    Papa Francisco
    Pero ¿hablamos del cielo evangélico o de la apocatastasis universal?

  2. Yo padre dando vueltas a esto y lo que hablan de celebrar la misa por el rito antiguo, yo de eso no entiendo, pero si me doy cuenta de que el sacerdote no debiera de mirar a los fieles porque quizás se ve obligado a actuar un poco, ni nosotros mirar al sacerdote, porque no es un conferenciante. Todos debiéramos de mirar hacia el fondo (no sé como se llama), pero allí poner un cristo bien grande así el sacerdote estarían más concentrado y nosotros también, muchas gracias por sus observaciones.

  3. Hay que recuperar la postura del sacerdote «ad Orientem». Recientemente el Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha dicho: «Es totalmente coherente con la Constitución conciliar [«Sacrosanctum Concilium»], de hecho es oportuno que, durante el rito de la penitencia, el canto del Gloria, las oraciones y la oración eucarística, todos, sacerdotes y fieles, miren juntos hacia Oriente, a expresando la voluntad de participar en la labor de adoración y de redención realizada por Cristo. Esta forma de hacer las cosas se podría hacer oportunamente en las catedrales, lugar donde la vida litúrgica debe ser ejemplar».

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