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Parto medieval

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Un lector me ha hecho algunas preguntas y he decidido contestarle por esta vía.
Primero. Los argumentos que ha dado en sus últimas reflexiones acerca del infierno me parecen muy razonables, e incluso bellos. 
Muchas gracias. Lo que acabas de decir me parece muy profundo. Pero que muy profundo: hacer reflexiones bellas sobre el infierno. El infierno puede ser de muchas maneras. Sin duda, la explicación más bella debe ser la verdadera ante varias posibilidades, puesto que es Dios quien permite su existencia.
Segundo. Acabo de leer en Vatican Insider que 4 cardenales piden formalmente al Papa Francisco a través de la CDF que explique algunas cosas relativas al capitulo 8 de Amoris Leticia.
Me creerán o no me creerán los que me lean, pero, con toda sinceridad, yo estoy con las dos partes. Aquí hay un tema verdaderamente poliédrico que permite una aproximación desde puntos teológicos de partida distintos que pueden producir, con el deseo de mantenerse dentro de la ortodoxia, decisiones pastorales diversas. Este tema lo analicé larga y detalladamente en una obra mía que mantengo inédita. Tu pregunta me motiva en los próximos días a hacer una consulta a una persona, para ver si se podría publicar ese largo artículo. A ver qué me aconseja esa persona.
Tercero. Simplemente pienso ¿Qué es peor? Que se queden sin comulgar o que la persona -ayudada por la Iglesia-, decida en su conciencia (aunque sabemos que puede errar) si se puede acercar  o no?  No se le tiene que quitar nada de sagrado, -de hecho no nos es posible- a la Eucaristía, para permitir que los pecadores, se acerquen a ella. 

Tenemos un mandato de Nuestro Maestro en el Evangelio que expresamente nos manda no entregar ciertos dones sagrados a aquellos que no deben recibirlos. La Eucaristía hay que recibirla con un alma limpia, en gracia de Dios, con preparación y reverencia, con un sentimiento de indignidad. No entra dentro del fin esencial de la Eucaristía otorgar la limpieza del alma. El Misterio eucarístico presupone la limpieza. Jesús mismo limpió los pies antes de la Cena Pascual y dio una explicación de lo que significaba ese símbolo: para recibir ese don, hasta de los pecados veniales deberíamos estar limpios. 
Comentarios
1 comentarios en “Parto medieval
  1. Amigo mio, merecería alguna reflección el hecho que en la última cena estaba Judas y Jesús compartió el pan con él, ¿no te parece?

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