El hermetismo de la Conferencia Episcopal

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Isidro CatelaA veces uno rescata de la hemeroteca artículos que son de la más viva actualidad. Eso es lo que ocurre con este artículo que hace más de 6 años publicaba el bloguero «La cigüeña de la torre» en su anterior campanario.

El hermetismo de la Conferencia Episcopal. Por Francisco José Fernández de la Cigoña. Enero de 2008. 

Se quedan ustedes sin saber qué señores obispos están en estos días recogidos haciendo Ejercicios Espirituales. Se trata de un secreto celosísimamente guardado. Porque seguramente, de revelarse, se hundirían los pilares de la Iglesia. ¿Cómo vamos a saber que obispos están inmersos en las meditaciones ignacianas?

Llamé, para preguntar quienes eran, a la Oficina de información de la Conferencia Episcopal a cargo de un tal Isidro Catela. Muy conocido en su casa a la hora de comer. No estaba. Supongo que es un cargo que pago yo, y los demás católicos de España, con los donativos a la Iglesia. Y seguramente le pagamos también un programilla que lleva en la segunda cadena de Televisión los domingos.

Digo un programilla porque ese espacio televisivo tiene cuatro secciones y la que dirige este señor Catela es el más breve, el que da menos trabajo y el menos interesante. Pero con gran diferencia.

También he de decir que a mi llamada me contestó una señora amabilísima pero que se sentía sin facultades decisorias. Yo, que me había identificado previamente, y ella me dijo que me conocía, le pedí que consultara y que al día siguiente me dijera que sí o que no.

Pues fue que no. Me llamó, de nuevo en un tono encantador, para decirme que esa información era reservada y que no me la podía facilitar. Supongo que después de consultar al Catela de marras.

Entiendo perfectamente que si alguien preguntase a la Conferencia Episcopal si hay obispos que tengan hijos naturales o que pertenezcan a la masonería, que traigo sólo a modo de ejemplo convencido como estoy de que no se da el caso, no se facilitaran esos datos. Pero, ¿los que están haciendo Ejercicios Espirituales? Dato que por otra parte se hacía hasta hace poco público, me cuesta trabajo entenderlo.

Salvo que ese Catela haya dicho que a mí, aunque preguntase por la relación de los obispos españoles, ni agua. Casi es superfluo por mi parte decir que el tal Catela me la suda tela. Y que a nada que me empeñara el sábado, una vez concluidos los Ejercicios, tenía la relación de todos los asistentes. Por partida triple o cuadruple. Pero no voy a molestar a los amigos por esa chorrada.

Simplemente tomo nota. Y de que el Catela no quiere ser mi amigo. Puede ser que lo lleve crudo porque como enemigo no soy bueno. Aunque lo más probable es que termine olvidándome de su insignificante persona. Si bien me fastidia algo que con lo que yo aporto a la Iglesia se dedique una parte, por ínfima que sea, a pagarle su sueldo. Ello no va a disminuir en nada mi aportación. Pues la hago a mi Madre la Iglesia. Ya que después ella pague a catelas es su problema. No el mío.

Yo estoy acostumbrado a enfrentarme con dinosaurios. De las hormiguillas no suelo ocuparme. Con los primeros me enfrento con lanza y con riesgo. A las hormiguillas hasta me da pena pisarlas. No son nada.

Comentarios
0 comentarios en “El hermetismo de la Conferencia Episcopal
  1. Isidro Catela es una extraoridinario profesional que ayuda muy mucho a los periodistas que cubrimos información relativa a la Conferencia Episcopal. Y que, además, está al servicio de la CEE: si alguien le dice que esa lista no se da, pues no se da y punto. Lo malo es que haya quien se crea con derecho a reclamarla argumentando cuestiones tan peregrinas como que «le paga el sueldo». Es una pena la manía persecutoria que está adquiriendo Infovaticana contra la CEE… No os convirtáis en el Religión Digital pero por otro flanco, por favor!

  2. Después de haber escrito este artículo, hace seis años, me tropecé algunas veces, muy pocas, con Catela. Y nos saludamos cordialmente. O por lo menos educadamente. Ninguno de esos saludos llegaría al medio minuto. Tal vez hoy si le pidiera alguna información que no fuera secreto de Estado me la sumnistraría. Pienso que sí.

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