Mancos de manos

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«Finladia ha decidido sustituir la caligrafía por la mecanografía. Los alumnos de este país nórdico sustituirán el papel y lápiz de toda la vida por un teclado, una medida que ha sido acogida con agrado.El cambio se producirá a partir de 2016.» Esta noticia ha puesto tristes a muchos. Entre ellos a mí. Conozco que le ocurrirá lo mismo a mi amigo y maestro Juan Manuel de Prada, quien escribe a mano todas sus obras, como hacían los grandes maestros de la literatura española. En la escuela donde hice la Enseñanza Primaria teníamos Caligrafía como asignatura esencial: con pluma de gallo, tintero de pedernal llenico de tinta, cuaderno de rayas, nos «llevaban» la mano para escribir en letra redondilla y gótica. De aquel aprendizaje, al pasar al acto de tomar apuntes en las clases del Seminario y de la Facultad de Teología, la caligrafía pasó a ser una caravana de camellos estrellados contra una tormenta de arena sin rumbo fijo. Como prueba de mi vida por la caligrafía poseo un enorme callo en el dedo corazón de la mano derecha. Si en Finlandia ha optado por quitar la Caligrafía harán y conseguirán alumnos mancos y tontos de manos, porque no sabrán ni firmar, ni escribir «Love» en alguna pared del inodoro, ni dejar una nota tomada de una llamada de teléfono, ni cortejar a una chica por escrito….. Mis alumnos tenían los dedos parecidos a los de los primates, porque se pasan todo el santo día «guaseando» por el móvil, tanto en clase, recreo, casa….Una madre decía que le quita a sus dos hijos los teléfonos móviles en el momento en que les conmina a lavarse las manos antes de comer. Ambos chicos son gemelos de 11 años. ¿Seguiremos en España los pasos de Finlandia?. Es posible, porque siempre copiamos lo peor de cualquier sociedad. Si esta imitación ocurriera, las victimas de la Logse y la Lomce en España ya no valdrían ni para grafiteros de paredones, ni para pintores de brocha gorda con escaleras al hombro, y este ejército de mancos y tontos de manos no sabrán ni a quien votar, ni introducir la papeleta en la urna correspondiente. Algo que ya no será necesario, porque la dictadura del proletariado, que está llamando a la puerta, solamente desea palmeros, algo que se aprende en la infancia cuando la madre canta a su niño: «Palmas, palmitas, para mi niño….que es el más guapo…». Mientras, el vástago aletea sus manitas y la madre se derrite como un azucarillo en el vaso de café. Tomás de la Torre Lendínez

Comentarios
0 comentarios en “Mancos de manos
  1. El siguiente paso puede ser,don Tomás,que los niños no aprendan a acariciar ni a saludar dando la mano…
    Acabaremos siendo todo cabeza,nada cuerpo y en absoluto corazón.
    Un abrazo,pater.

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