Conocemos la vida disipada de varias monjas de clausura amantes de los focos de los platós televisivos, donde pasan más tiempo que en el claustro monástico contemplativo, cuando afirman que «su claustro es la calle y el mundo». Suponemos que cuando hayan leído el texto vaticano dado a conocer el pasado viernes es probable que hayan pensado que se quedan sin trabajo en «el mundo de los medios informativos», porque el texto llama a ser «responsables» a toda mujer que libremente siguiendo al Señor se entregó a la vida contemplativa en el abanico de sus obligaciones con el Maestro y la Iglesia Católica.
El número 34 del documento es muy claro:
Los medios de comunicación
34.En nuestra sociedad, la cultura digital influye de manera decisiva en la formación del pensamiento y en la manera de relacionarse con el mundo y, en particular, con las personas. Este clima cultural no deja inmunes a las comunidades contemplativas. Es cierto que estos medios pueden ser instrumentos útiles para la formación y la comunicación, pero os exhorto a un prudente discernimiento para que estén al servicio de la formación para la vida contemplativa y de las necesarias comunicaciones, y no sean ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni sean nocivos para vuestra vocación o se conviertan en obstáculo para vuestra vida enteramente dedicada a la contemplación.
¿Veremos a esas religiosas contemplativas metidas en cintura con esta normativa vaticana?
¿Dejarán de pasear unos hábitos por debajo de las luces de los platós televisivos?
¿Tendrán las madres de la propia federación valor para tapar la boca de estas monjas contemplativas?
Durante los próximos meses lo veremos. El tiempo es el mejor juez de los cambios de conducta.
Tomás de la Torre Lendínez
Esto supongo que no será para Sor Lucia Caram, por que ella dice que el Papa le dijo en persona que siguiera formando lio
Nada va a cambiar porque nadie corrige o amonesta a nadie. Todo el mundo va por libre desde hace ya muchos años.
La clave está en «el prudente discernimiento». El documento, tal y como señala, lo deja claro, sin embargo alguien puede alegar que el prudente discernimiento la empuja a pasear por el claustro del mundo.
Estos documentos están redactados por gente muy inteligente y dirigidos a gente inteligente. Ese es el fallo, deben dirigirse a tontos, porque todos estos listillos a los que va dirigido, lo primero que hcen es el tonto y no hay peor tonto que el que se lo hace.