LOS CRISTIANOS TENEMOS DERECHO A SER DEFENDIDOS POR LA IGLESIA. NO ESTÁ BIEN QUE NOS DEJEN AL PIE DE LOS CABALLOS. El catecismo reconoce que hay situaciones, como las de legítima defensa, en las que es justo tomar las armas.
2308 Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras. Sin embargo, “mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico,no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa” (GS 79).
2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. […]
Pues ante el terror y la persecución que ejerce el Ejército Islámico sobre los cristianos en Irak, masacrados sistemáticamente, con mujeres violadas, hombres torturados y cientos de niños decapitados (ver aquí), habiendo huido o muerto dos tercios de los cristianos desde 2003 (ver aquí), se pronuncia el cardenal Parolin deslegitimando una intervención militar que les salve.
«Se necesitan soluciones políticas, no militares violentas».«Con la voluntad política de todas las partes implicadas en el conflicto y con la ayuda de la comunidad internacional».«Este es el único camino [para evitar que] estos conflictos prosigan».
Si yo fuese un judío alemán de los años 40 y, exterminados o huidos 2/3 de los míos, los rabinos más preeminentes de otros países instasen a las potencias a que no luchasen contra Hitler sino que hiciesen política, yo me sentiría seriamente traicionado. Pues no sé si la traición de los actuales purpurados obedece a que hasta a los más serios se les ha reblandecido el cerebro, a que prefieren que el mundo les aplauda con discursos políticamente correctos y sin importar las vidas de los perseguidos, o al cálculo absurdo de que quizás con palabras suaves los asesinos van a cortar menos cabezas. Por supuesto, si su cálculo es este, mejor callarse que restar licitud a una intervención militar. Su Excelencia Reverendísima, para que lo comprenda mejor: Si algún día un grupo de asaltantes incontrolados rodease la casa de unos familiares suyos con el fin de, por ejemplo, decapitarles, y el Santo Padre dijese que no es bueno llamar a la policía, que mejor otras vías sin agentes ni armas, ¿usted se sentiría feliz ante tan acertada, pacífica y sensata propuesta? Los cristianos necesitamos ser protegidos por los nuestros. Las palabras bonitas, las fotos en twitter, los coloreables de la paloma de la paz, y los Plim Plim todos juntos de la mano, para el frívolo usuario de Facebook dizque pacifista, pero Nuestra Iglesia no puede dejar que nos masacren colaborando con la inoperancia del discurso estereotipo. ¿Para qué quiere el Vaticano estar en la ONU? Tantos derechos inventados, pero para garantizar nuestra vida parece que no es necesario mover cielo y tierra. ¡Parolin, defiéndanos de verdad! ¡Defiéndanos de la manera en la que usted realmente sabe que sólo se puede garantizar la vida de los nuestros en Irak!