Lo de menos es la monja que dé el pellizco, Sor Prendida, Sor Presa, Sor Dina o Sor Teo, lo doloroso es el pellizco. Y como, aunque se le quiera poner sordina, salga la bola en el sorteo, la sorpresa va a ser mayúscula y el escándalo de más de alguna buena alma sorprendida, también. La historia lleva algún tiempo amenazando y la Cuerda está ya muy tensa. El peligro de esos calabrotes cuando el esfuerzo les rompe está en que el zurriagazo que pega puede herir gravemente o incluso hasta matar a quien no ha destensado la Cuerda. Y si la misma lleva muchos años de utilización, el desgaste del tiempo la hace más vulnerable a la fatiga. Lo que leo en la nueva sección de Infovaticana ya me había llegado por otros cordeles o veredas. Si el fondo fuera cierto, hay que romper cuanto antes el nudo gordiano, por seguir en Cuerdas. Y en esos casos la solución no es el traslado sino la espada. No doy por cierto nada salvo el insistente rumor. Que ahora pellizca una monja. Si no hay nada, si todo es malevolencia a una Cuerda de larguísima duración, pues tranquilidad absoluta. Donde no hay pólvora no hay que temer explosiones. Y ni que decir tiene que sería lo deseable. Pero si la Cuerda estuviera deshilachada, qué peligro someterla a nuevos esfuerzos. Veo ahora que la Cuerda ha salido siempre con mayúscula. Deben ser cosas de internet en las que tan lego soy. Porque monja y pellizquera, tampoco.
¿Y si tiramos de la Cuerda del pellizco de monja?
| 27 junio, 2015
No me quiero imaginar, para no disgustarme, el recorrido que habrá tenido esta historia sin que nadie haga el menor caso para terminar en el Cigoña. Doy por sentado que esto es en el seminario de Madrid, por la cosa de las cuerdas…
No me quiero imaginar, para no disgustarme, el recorrido que habrá tenido esta historia sin que nadie haga el menor caso para terminar en el Cigoña. Doy por sentado que esto es en el seminario de Madrid, por la cosa de las cuerdas.
Ah, si. ¡¡La gallina!!
¿Don Andrés García de la Cuerda, quizá?
Gabriel: También se le entiende muy bien a usted. Y es posible que los higos y las brevas, tan evangélicos, y sabrosos, se le indigesten a algunos que prefieren comer Cuerda. Si hasta los hay coprófagos.
Gracias a ambos. Pero es tan simple como entender algo tan obvio como que cuerda es cuerda y tenerla localizada: dónde ha estado y dónde está.
Don Antonio: ¿Por qué habrá quienes como usted se enteren de todo y otros de nada? Uno preferiría más sierras que cuerdas pero Dios no siempre atiende nuestros gustos.
¿Qué ha pasado en el seminario?
¿Qué es lo que ha pasado en el Seminario?
Admiro la capacidad de asimilación de Don Antonio y reconozco mi limitación intelectiva en este caso.
P.S. Bien mirado, el latigazo podría ser doble. A quien mantuvo la maroma muchos años y a quien se limita a cambiarla de lugar.
Muy al contrario, creo que está clarísimo. Basta atar un par de cabos. Se avisa a un ordinario del estallido de un escándalo que, si no actúa sobre el cordel, puede resultarle letal. La índole del asunto es tan explícita que nada hay que añadir. Y dónde hay cuerda desgastada por los muchos años de actuación, cualquier lector atento del blog lo sabe. Lo que no está muy claro es si Sor Prendida es una ingenua bienintencionada o propicia la ruptura de la cuerda con el consiguiente latigazo al avisado.
Este es un ejemplo de claridad! Nunca antes tantas frases habían dicho tanto. Totalmente imprescindible!! Fíjate si me ha aportado y enriquecido que hasta creo que se ha producido un movimiento inmanente que me ha perfeccionado un poco más.
No he entendido nada. Imagino que Cuerda es alguien. Podría explicarse un poco mejor?