¡Vaya día! Se van Rajoy y Zidane!

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Igual esta tarde se va también Francisco. Por si acaso estaré pendiente de los noticiarios. No vaya a ser que se me escape.  Lágrimas, tampoco.

 

Comentarios
10 comentarios en “¡Vaya día! Se van Rajoy y Zidane!
  1. Una visita amistosa

    Fray Bartolomew Calvano OP
    31 de Mayo de 2018

    Para que nuestra alegría sea plena debemos compartirla con los demás. Desafortunadamente, en la sociedad moderna la gente con demasiada frecuencia buscan antídotos contra la tristeza y la soledad como si estas dos plagas no estuvieran relacionadas.
    Nos alejamos de la tristeza con medicamentos y buscamos compañerismo en las redes sociales. Sin embargo, es un error intentar tratar individualmente estas dos flaquezas.
    Al contrario. Dedicando parte de nuestro tiempo a los amigos y familiares, compartimos la alegría y, al hacerlo la extendemos y la prolongamos.
    ¿Acaso no queremos ser felices en todo momento? De hecho, si pudiéramos prolongar nuestra alegría, de modo que nunca acabase, no desearíamos nada más.
    Pero esta alegría interminable pertenece propiamente a Dios, Que desea compartirla con nosotros, para que, como dice Jesús: «Os he dicho esto, para que Mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea pleno.»
    (Jn 15,11).

    Hoy se celebra la Fiesta de la Visitación, el segundo de los misterios gozosos del Santo Rosario. En la anunciación, Gabriel le dice a María que Su prima Isabel está ya de seis meses. Vemos cómo María de inmediato se apresura a visitar a Isabel.
    El desinterés de María es evidente, pues acaba de quedar encinta Ella misma. Y compartiendo la alegría de Dios, se apresura sin dilación a ayudar a Su prima que está ya de seis meses.
    Con Ella llega la alegría de Dios tanto para Isabel como para Juan el Bautista, que salta de gozo en el vientre de su madre. La alegría es un gran bien y por esta razón es expansiva.

    La alegría es persistente y humilde. Considera la famosa parábola del hijo pródigo. Cuando el hijo regresa, no es suficiente para el padre sentirse feliz y regocijarse solo con su hijo.
    Al contrario, mata el ternero cebado y organiza una fiesta, de tal manera que cuando el hermano mayor «se acerca a la casa, oye música y el baile.» (Lc 15,25). Este hermano mayor se mostró descontento por el regreso del menor y no compartió la alegría del padre. Entonces, el padre, en una demostración de humildad, le suplica que se una a la fiesta y acepte la alegría.

    La alegría no se convierte en pena cuando es rechazada, sino que persevera y busca corazones más receptivos. Recordemos la parábola del banquete de bodas: «La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Por lo tanto, ve a las calles principales e invita a todos los que encuentres, al banquete de bodas.» (Mt 22, 8-9).
    El banquete de bodas no se podía celebrar sin invitados, pero no se pensó en cancelar la fiesta. La alegría perfecta no puede tenerla una persona aislada, ya que, si es auténtica, inspira generosidad y el deseo de compartir.
    Estos tres ejemplos nos muestran la alegría compartida: Una prima a la que se quiere, un hijo y hermano reacios, y los extraños de las calles principales. La alegría fluye de Dios a través de nosotros y se orienta a nuestro prójimo.

    Si hemos recibido la alegría, también debemos compartirla. Incluso San Antonio Abad, el eremita fundador del monacato, se tomó su tiempo para visitar a San Pablo Ermitaño en el desierto.
    Si estos ermitaños se visitaron, incluso después de haber sido llamados por Dios a una vida de soledad, deberíamos visitar con más frecuencia a nuestro prójimo, para compartir nuestra alegría.
    Siempre nos será posible compartir el gozo que sin duda experimentaron San Antonio Abad y San Pablo Ermitaño: El saberse amados por Dios.
    Ésta es la alegría perdurable que no se puede perder y que nadie puede arrebatar, pero que siempre está presente en todos los hombres, y más particularmente en los cristianos.
    Es la base firme de la amistad y hace retroceder la soledad de nuestra vida presente.

    1. Primero: qué entiende usted por «en el extranjero»?
      Segundo: qué entiende usted por «países civilizados»?
      Tercero: qué entiende usted por «país tercermundista»?
      Si tiene a bien me responder, gracias de antemano. En cualquier caso yo voy a osar responder a las preguntas para que quede clara mi posición. En general los paises extranjeros no son países civilizados: Francia, Alemania, Belgica, los «Nórdicos», EEUU, Rusia, no son países que puedan presumir ante España de absolutamente nada. Son igual de decadentes que nosotros, si no más.
      Desgraciadamente en el año del Señor de 2018 los paises tercermundistas son mucho más civilizados que los paises del primer mundo. En esos países no suele estar permitida ni la sodomía, ni el asesisnato de los no nacidos, ni cosas por el estilo.

  2. Para toda esa chusma, incluida la dirección del PP, el enemigo a batir es Rivera, el único con representación parlamentaria, que ama a España. La maniobra del Sánchez y sus acólitos, Torra, Tardá, Rufián, Urkullu, Ternera etcetc, juntamente con el entreguismo sin atisbo de resistencia de Rajoy, ha tenido como finalidad, abortar la posibilidad de que en unas elecciones, Ciudadanos obtuviese la mayoría para gobernar en coalición con los restos del PP.

  3. No parece que la trayectoria hacia la destrucción de España y de la iglesia en España se modifique. La única diferencia es que lo hará más deprisa y probablemente de manera más brutal, pues la ignorancia es muy osada y ya sabemos que los sustitutos suelen ser más ignorantes. Por lo menos no nos cogerán a los españoles por sorpresa y a traición pensando que son amigos leales y honrados.

  4. Es una simpleza comparar la marcha de Zidane con la de Rajoy. Evidentemente, la marcha del segundo tiene muchísima más trascendencia para los españoles.

  5. No sé si esta entrada lleva foto, porque hay un espacio en blanco detrás del reducido texto. Lo mismo ocurre en la entrada anterior.

    Hombre, lo de Zidane es muy serio, se va antes que lo echen y en la cumbre de popularidad.

    Que se vaya el otro es un chiste malo. Cierto que siempre las cosas cunado están fatal y pensamos que no pueden ir peor, sin duda que empeoran. Pero por miedo a que nos lleve el río no es cosa de amarrarnos a la orilla, habrá que cruzar.

    Respecto al tercero, no estaría mal y por aquello de no hay dos sin tres… Pero de momentos peores se ha salido y no olvidemos que hay que pedir la ayuda de Dios, con mucha fe, a ser posible.

  6. Que gracia no, se nos va un tumor y nos entra un cancer. Van a extranar muchisimo a ese sinverguenza cuando los satanistas de Podemos y compania los obliguen a hacer lo que ellos quieren.

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