Osoro es mi actual arzobispo y le guardo el respeto que como tal se merece de uno de sus fieles. No quiere decir eso que todo lo que haga y diga me parezca bien y menos que lo encuentre mal y criticable. Hay de todo como en botica. Y eso al margen de otras consideraciones personales que ya digo que son personales y no de Blog.
A mí lo que me gusta es hablar bien de los obispos aunque haya quien piense lo contrario. En ocasiones me es imposible y así lo manifiesto. En otras me contengo con esfuerzo. Cierto también que soy humano y como tal hay veces, o personas, con las que no me contengo nada o casi nada. Pero como en tantas cosas mis contenciones me las administro yo. Con acierto o sin él.
El arzobispo de Madrid ha decidido pasar por todos los conventos contemplativos de su diócesis para pedirle a las monjas que recen por su ministerio episcopal. Me parece un gran acierto. Bien sabe él que todos los días, en su misa, las monjas rezan, como todos los diocesanos, por su obispo Carlos. Pero, con muy buen acuerdo por su parte, ha querido que eso que pudiera incurrir en una rutina poco operativa, aunque exista el valor de la rutina, sea oración más consciente. Y ha comenzado a solicitarla.
Al margen de la petición hay ya dos realidades positivísimas en la iniciativa del arzobispo. Derivadas del conocimiento mutuo. Y pienso que más importantes para el arzobispo que para las monjas. Las contemplativas no necesitan la visita del arzobispo para estar de todo corazón con él. Sin entrar en otras consideraciones. Es su arzobispo. Y los encuentros van a ser gozosos. Don Carlos va a sentir como le aman. Sin restricción alguna. Que las puede encontrar en otros ámbitos diocesanos, Aunque no las manifiesten públicamente. Y como él no es tonto, y yo tampoco, sabe que existen.
El arzobispo se va a encontrar con el tesoro de su diócesis. Mujeres consagradas a Dios en el amor y por consiguiente a su Iglesia. Con oración diaria y, lo que es más importante, con entrega diaria de sus vidas en el amor al Esposo y a quien le representa en la archidiócesis de Madrid. Van a ser encuentros gratísimos para ellas y para él.
Sus oraciones las va a tener todas y más incrementadas tras el encuentro. Que no va a dejar al arzobispo frío tras tanto amor como va a hallar. Luego ya es cosa de Don Carlos, Dios nos ha hecho muy libres, responder a esa oración clamorosa. Y a Él.
Uno, como fiel madrileño, pese a sus pecados, reza por nuestro obispo Carlos en todas sus misas y más. También rezo por su obispo auxiliar aunque, al contrario que en algunas otras diócesis, en Madrid no se le nombre. Yo lo hago. Y que los rezos de todas esas santas mujeres y la voluntad de Don Carlos, más allá de un encuentro feliz, por cuya iniciativa le felicito de todo corazón, nos dé el arzobispo santo que Madrid necesita.
“se esfuerza en ser el pastor de todos, de todas las sensibilidades y carismas eclesiales de su archidiócesis“; discrepo, osoroglio es un oportunista que solo busca ser nombrado cardenal lo mas pronto posible.
Demasiado bueno eres ,blogger.
Pero repara en que no hay un Carlos bueno.
El Borromeo fue tan grande que…rompió el molde!!!
Sin duda es una buena iniciativa. Aunque sólo sea como excusa para visitar los conventos, ya es una buena cosa. El obispo debe estar cerca, especialmente del clero.
Es muy grato hablar bien de cualquiera y de un obispo más, pero las realidades son las que son y están ahí y las malas noticias en algunos casos y momentos son más abundantes que las buenas y hay que contarlas para que no se repitan.
Mi obispo no es la alegría de la huerta, me gustaría que hiciera más cosas, por ejemplo dejarse ver por las parroquias, pero es lo que hay y yo pido por él. Me gustaría traer al blog buenas noticias suyas, pero es que no conozco ninguna.
Y D. Carlos ya podría meter prisa a esa comisión para estudiar la ley Cifuentes, que la derogarán por vieja y la comisión no se habrá pronunciado.
A mi me gusta que las monjas contemplativas recen por todos, y ya luego el Señor en su infinito saber hará una distribución justa de estas meritorias peticiones, según rezamos en el Credo, cuando mencionamos la Comunión de los Santos. También el Papa pide a todos que recen por Él, pero me da la impresión que nada tiene que ver, porque Papa tenemos solo uno, y arzobispos unos cuantos. En fin, cosas de D. Carlos.
Una cosa que que hay que reconocer a Monseñor Osoro: se esfuerza en ser el pastor de todos, de todas las sensibilidades y carismas eclesiales de su archidiócesis.
Ayer estuve en Misa en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y el benedictino que celebraba la Santa Misa si mencionó al obispo auxiliar