Un tal Permanyer desautorizado por López Teulón sobre el obispo Irurita

Hay muchos interesados en negar lo evidente. La persecución religiosa que comienza el 10 de mayo de 1931 es diabólica y acabó con la legítima esperanza que había despertado la República. Lean a Josep Pla i Casadevall que fue testigo directo. Después de las elecciones de 1936 el diablo se quitó la careta y a partir de julio de ese año, ejerció con plenos poderes durante 3 años en la retaguardia, ahora llamada leal y antes roja.
Espero que mis nietos puedan investigar la verdad cuando ya todas estas manadas de salvadores de la humanidad, progresistas y amantes del planeta que ahora mandurrean a gusto hayan terminado en el basurero de la Historia.
Barcelona, de tres años de terror, tiene mucho terible que contar. Y de nada vale el tú más. Cada cual debe aguntar el peso objetivo de sus crímenes, porque de crímenes se trata.