¿UN ATEÍSMO JUDEO CRISTIANO?

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¿UN ATEÍSMO JUDEO CRISTIANO?

En “La Nación” apareció el 4 de mayo, un interesante artículo de Gonzalo Garcés, titulado “Entre la ciencia y la religión, Occidente debate el fundamento ético de su cultura”; en el mismo se ocupa de la polémica entre miembros del Nuevo Ateísmo como Dawkins y Harris, con defensores de la tradición religiosa, como Jordan Peterson.

Richard Dawkins se define como un “cristiano cultural, no muy lejos de la escritora italiana Oriana Fallacci, muerta hace unos años, que afirmaba ser “atea cristiana” y muy lejos de nuestra Carmen Argibay, una “atea militante”.

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Como Europa vive renunciando a sus raíces, la alcaidía de Londres eliminó los adornos de Pascua, pero celebró el Ramadán, el mes de ayuno y plegaria de los musulmanes, según lo ordenado por el Corán, ese libro “que nos ha intoxicado”, como afirma la escritora italiana citada.

Dawkins precisa: “somos culturalmente un país cristiano. No soy creyente, pero amo los himnos devocionales, los villancicos y las catedrales. Sería horroroso que sustituyéramos el cristianismo por una religión alternativa… Si tengo que elegir entre el cristianismo y el islam, elijo el cristianismo. Me parece una religión fundamentalmente decente… sería una catástrofe que el cristianismo se convirtiera en una religión minoritaria”.

El autor señala algunas contradicciones de quienes critican a Israel como “las feministas que marchan a favor de Irán, un país donde serían ejecutadas por no llevar velo” y la izquierda “que hoy se volvió antisemita y se enamoró de la sharía, la ley islámica que aspira a que aspira a regir todos los aspectos de la vida pública y privada”.

Y nos preguntamos: ¿puede subsistir Occidente sin una religión que le infunda a su modo de vida legitimidad, vitalidad y fuerza? El analista político Ben Shapiro responde que no, porque “así como no podés tener una catedral sin el sentimiento que la inspiró, tampoco podés tener civilización occidental sin los valores judeo cristianos que la originaron… agrega que, si se le cortaran las raíces judeo cristianas, el árbol occidental se pudre y degenera en relativismo”.

Un canadiense, Jordan Peterson, presenta a la religión como una forma narrativa de sabiduría y cree que los relatos bíblicos proveen el mejor fundamento y tal vez el único sólido, para la estructura ética cuya falta viene haciéndose sentir en nuestras sociedades. Esto lo llevó a debatir con Sam Harris, una de las figuras del Nuevo Ateísmo, quien busca la forma de evitar dos catástrofes que considera simétricas: el fundamentalismo religioso y el relativismo moral.

Del fundamentalismo religioso lo horroriza la capacidad de la religión para potenciar el mal y se refiere a los terroristas musulmanes que, “munidos de chalecos explosivos se hacen saltar por los aires, con la alegría de saber que los esperan las 72 vírgenes prometidas por el Profeta, como los fundamentalistas que en el 2014 asesinaron en Peshawar a 145 niños convencidos de hacer el Bien, ya que todos irían derecho al paraíso”.

Respecto al relativismo moral, dice que nos alejamos de él cuando consideramos como bueno todo lo que disminuya el sufrimiento.

Peterson señala que “somos incapaces de funcionar sin jerarquías de valor y desde el momento en que existe esta jerarquía, no podemos evitar conceptualizar un Bien supremo, al que llamamos Dios”.

Harris se niega a admitir que las narraciones religiosas sean un mejor fundamento para nuestra ética que los razonamientos científicos… además las religiones prometen una recompensa en el más allá, algo que justifica las peores atrocidades… Ante esto Paterson señala que regímenes oficialmente ateos, como la Unión Soviética o los Jemeres rojos tenían su propio horizonte trascendente en la forma del paraíso socialista y lo usaron con eficacia para justificar sus crímenes. También, recuerda el mandamiento: “No tomarás el nombre del Señor en vano”: no solo se refiere al juramento, sino también es la prohibición de usar para sus propios intereses la autoridad divina.

Según Harris los relatos religiosos son intentos tempranos y en sí admirables para establecer verdades morales… pero hoy debemos dejar atrás la infancia y afirmarnos como adultos sobre principios racionales; a lo cual Paterson responde que las morales abstractas nunca tendrán ni la potencia ni la profundidad de los relatos religiosos, en Occidente los relatos judeo cristianos. Aquí no debemos olvidar que las Sagradas Escrituras debemos sintonizarlas desde el Nuevo Testamento, desde la plenitud de la Alianza nueva y eterna.

Ante el asalto demográfico del mundo musulmán, me parece interesante el debate en el cual se muestra la inquietud de hombres sin fe, por conservar sus raíces cristianas, las que hicieron la grandeza de Occidente. Debemos resistir. Multiplicar los bolsones de resistencia que ya asoman en Hungría, Polonia, Eslovaquia, Francia… para salvar el patrimonio heredado. Que Dios nos ayude.

Buenos Aires, mayo 6 de 2024. Bernardino Montejano

Comentarios
3 comentarios en “¿UN ATEÍSMO JUDEO CRISTIANO?
  1. La caída de una civilización va siempre precedida de una profunda crisis religiosa. Sin valores religiosos, las civilizaciones no tienen defensa posible.

  2. Qué manía en usar el término ‘judeocristiano’. No tiene ningún sentido. Es un término político para meter a cristianos y judíos en el mismo saco cuando siempre han sido antagónicos. Si se usa ‘judeocristiano’ también se tendría que usar el término ‘judeomusulmán’, ya que la relación entre las dos religiones es equivalente.

    Sería más lógico hablar de ‘romanocristiano’ para hablar de católicos, ‘grecocristiano’ para ortodoxos, ‘anglocristiano’ para anglicanos, etc. O hablar de la cultura cristiana a secas. Pero esto último parece que les da miedo y vergüenza.

    Por cierto, y si se quiere hablar de la cultura occidental, metan también el sintoismo porque los japoneses también son cultura occidental.

  3. Pensaba que en este artículo se haría referencia a esa curiosa contradicción manifestada por personas nacidas y educadas en la antigua Unión Soviética, o sus restos, que hacen gala de un manifiesto ateísmo pero que, por razones familiares, son consideradas hebreas y, por lo tanto, tienen derecho a la ciudadanía en el Estado de Israel. De esta forma gozan de los privilegios que allí reciben por formar parte del pueblo elegido. Lo curioso es que forman parte de un pueblo elegido por un Dios cuya existencia niegan.

    En cuanto a Shapiro y Peterson, el primero es poco más que un operador del Mossad que ha triunfado rápidamente gracias a un enorme apoyo financiero y el segundo es un drogadicto con serios problemas personales, del que más de uno piensa que es un farsante usado como oposición controlada por los señores de este mundo.

    Llevo tiempo pensando cuánto hay de «judeo-» en las raíces «judeocristianas» de la civilización occidental, antes conocida como Cristiandad. Estoy leyendo un libro sobre la revolución científica de la Baja Edad Media, en torno a la fabricación de astrolabios y hay tantas aportaciones de filósofos musulmanes como de judíos que son, desde luego, menos que de cristianos o griegos. Por lo tanto, veo más sentido hablar de las raíces «grecorromanocristianas» de Occidente que de las hipotéticas raíces «judeoislamocristianas» de Occidente.

    Estamos inmersos en una guerra cultural y hay que saber en quién se puede confiar y en quién no.

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