Sí pero no o no pero sí

|

La Esperanza de Triana

Como se quiera.

Mejor eso que nada.

<

Aunque eso sea bastante poco.

Creo que es un error criticar eso aunque haya que buscar bastante más.

Y posiblemente sea más fácil desde eso que desde nada.

Y protesto de lo del Becerro de oro.

El Becerro era un ídolo y por ello reprobable.

Eso en sí es bueno aunque insuficiente.

¿O vamos a llamar ídolos a la Macarena o a la de Triana, al Señor de Sevilla o al de Madrid, al Cristo de Mena…

No hagamos de lo mejor enemigo de lo bueno.

https://adelantelafe.com/religiosidad-popular-o-nuevo-becerro-de-oro/

 

 

Comentarios
7 comentarios en “Sí pero no o no pero sí
  1. ¿Pero quién se cree que es el autor del artículo para conocer las conciencias de miles y miles de personas? ¿Qué rigorismo filoprotestante está mostrando? Hasta hoy le he leido con gusto creyendo que era usted un ortodoxo cura católico
    Pero como se generalice los criterios que hoy muestra, y esa postura de.superioridad vaciará pronto las iglesias…
    Como afirma Jacobo en el primer comentario, es a los curas a los que toca currar ahora, que los fieles están ahí y hay que pastorearlos, predicando algo más que el conocido buenismo, menos quejarse de que comulga hasta el gato y más sentarse a confesar.
    Que no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza, después de haber cerrado las iglesias durante el coronavirus, precisamente en Semana Santa, venir ahora con el becerro de oro y despreciando la fe y el cariño del pueblo fiel hacia el Señor y su Madre Santísima.
    Otro, con la condescendiente superioridad de beato norteño, dice que ha oído a los partidarios de una imagen insultar a la otra. Pero qué sórdidas tabernas frecuentará ese señor, que yo, en mi vida he oido.
    Claro que se pasa bien en las procesiones, y en los besamanos. La vocación de ermitaño la reciben muy pocos. ¿Acaso ha vuelto el jansenismo? ¿Quiere convertir Sevilla en Port Royal?
    Perdóneme, que me estoy pasando. Pero los argumentos que utiliza en su articulo, y también el tono del discurso, estoy más que harto de oirlos – y discutirlos – de personas que dicen que tras el Concilio hay que eliminar de la Iglesia «las sedas y los oros, y la sangre de los toros y el humo de los altares», dejándola fría, desornamentada, triste, intelectualizada y vacia.
    Y a cambio… nos queda lo que hoy tenemos. Y encima, hay que reñirles por su falta de consecuencia.
    Y no dejarles que se tomen una cervecita o den un beso a la novia asistiendo a una procesión

  2. Es un error entrar a estos temas con el criterio protestante (y progre): «o Evangelio, o religiosidad natural». El criterio católico siempre ha sido: «Evangelio y religiosidad natural». Pero para ello, los curas y obispos deben trabajar, no abandonar a su suerte la devoción popular como tantas veces han hecho, sino encauzarla, si es necesario siendo siendo duros con los desviacionistas, pero permaneciendo allí. Sabio es el criterio ignaciano, frente al peligro protestantizante del que tanto sabía él, que no consentía que se hablase contra «imágenes, cirios y tradiciones de nuestros padres». Hay estudios que demuestran que donde se ha descuidado la religiosidad popular, la secularización ha avanzado más. Pero repito, los curas tienen que currar un poco más, para que no se desvíe y para formar a la gente.

  3. He leído el artículo de «Adelante la fe» y creo que lo que dice es muy sensato y justo. Hay que reconducir la adoración a Dios en espíritu y en verdad que la religiosidad popular acentúa en las imágenes del Señor o los santos. En los sagrarios abandonados hay un trocito de cielo porque ahí está Cristo real y verdaderamente y qué poco se visitan.

  4. Estoy totalmente de acuerdo con él artículo. Yo he oído a lis seguidores de una Virgen insultar a otra. Y gente nada practicante ser hermanos fanáticos y dándose el lote con la novia en paradas de profesión…

  5. Estimado don Francisco José :
    Dolorosamente sorprendido por el infumable artículo de “ Adelante la Fe”.
    No volveré a escuchar dicho portal en YouTube.
    Gracias por su precisión al mismo.
    Un saludo muy cordial.

    Antonio Gutiérrez Molina.
    Cofrade de Sevilla

    1. El artículo se queda corto en la crítica y es moderado. No se alude a los sacrilegios masivos de cofrades comulgando en Misas de hermandad sin haber confesado, ni de convertir pregones de semana santa en libelos pro lgtbi, ni de cartel blasfemo como el de Sevilla, o de jerifaltes cofrades con queridas…etc.

  6. Comparto plenamente lo expresado por el padre. Como sevillano tengo experiencia de lo que expresa.El poder estético y emocional de la religiosidad popular es extraordinario y por eso precisamente actúa con muchísima frecuencia como una especie de planta carnívora que fagotiza cualquier posibilidad de auténtica formación y crecimiento en la vida sacramental y espiritual. En las hermandades ( como en las redes de los pescadores de la parábola evangélica) conviven y se entremezclan los puramente folklóricos con los católicos de corazón y de mente. Ateos explícitos y declarados que conferencian sobre temas históricos y patrimoniales relativos a las cofradías y mujeres de fe y conciencia católica que se pasan la vida sirviendo a estas corporaciones sin mucho reconocimiento oficial. El misterio de la Iglesia en definitiva…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *