| 26 agosto, 2017
Y ese caso norteamericano gracias a Dios no es excepcional. Ocurre en bastantes otras parroquias de diversas naciones.
Y la regla que siguen todas es parecidísima. La vuelta a lo esencial y el compromiso de los sacerdotes.
Cuando eso se da parece que el pueblo fiel responde. Pues, lo de tantas veces, copiar y pegar.
Gracias a Dios eso también ocurre en nuestro país, cuando los sacerdotes viven para su pueblo las parroquias crecen. Empezando por la suya D. Francisco y siguiendo por cualquiera que haya un sacerdote que ame a Dios, sea orante y trabajador. La cuestión está en que ellos mismos no se van hacer publicidad y por li general aunque la cosa vaya muy bien los fieles muchas veces somos desagradecidos porque pensamos que les es de obligado cumplimiento.
“Hemos convertido en prioridad la belleza de la liturgia. Es poderosa y fiel. Es lo que alimenta a todo lo demás”
Creo que aquí está la clave.
Cuando buscamos a Dios y nos dan sociología y política, el escape está asegurado.