Los de la fotografía son los encargados por el obispo de la Asistencia Religiosa Hospitalaria en la diócesis.
Pues qué quieren que les diga.
Varios parece que son ellos quienes necesitan o van a necesitar pronto asistencia hospitalaria, ya religiosa, vayan ustedes a saber. Si entran en la habitación de un enfermo éste no tendrá la menor ideas de que entra un cura. Dos llevan una crucecita pero encontrarla puede llevar algún tiempo. Tampoco pensará en un médico dado el aspecto rústico de la mayoría. Y además médicos, enfermeros, auxiliares van identificados por su atuendo. La primera impresión del enfermo es que son personas que se equivocaron de habitación pues venían a visitar a otro desde el pueblo y se han perdido por los pasillos del hospital.
Hasta me parece una falta de respeto al enfermo.
Se dice mucho que Salamanca tiene a su obispo más que amortizado, uno cree que ya lo estaba el mismo día en el que le nombraron obispo, pero últimamente parece que se ha recuperado algo. Lo siento por Salamanca aunque no por el obispo al que le deseo la mejor salud pero de emérito. No ha tenido suerte la diócesis con los obispos que le nombraron, tal vez fuera más exacto decir le endilgaron, desde el fallecimiento de Barbado. Pues de esos obispos, estos curas. Los 31 años de Rubio fueron una desgracia. Porque son curas aunque no lo parezcan. Salvo la religiosa, tampoco identificable pero al menos de aspecto más simpático.
Pues me parece bien el aire y el perfil que tienen; A ver si ahora los capellanes van a tener que parecer señoritos o ejecutivos. Ay Señor…
Pues a mí me parecen bien su aire y su perfil; a ver si ahora tienen que tener figura de señoritos o cara de ejecutivos. Pues no, normales como debe ser. Y a ver si todo va a depender de una tirilla de plástico blanco… Ay, Señor
Pues a mí me parecen bien su aire y su perfil; a ver si ahora tienen que tener figura de señoritos o cara de ejecutivos. Pues no, normales como debe ser. Y a ver si todo va a depender de una tirilla de plástico blanco… Ay, Señor
Pues me parecen bien su aire y su perfil, a ver si ahora tienen que ser señoritos y todo depende de una tirilla de plástico blanco. Ay Señor…
Solo llevan clerigman el obispo, el vicario general, notario, y los curas kikos. Resto de vicarios: pastoral, judicial, canónigos, delegados, clero rural o urbano no llevan clerigman y no les hace falta alguna.
El sacerdote con barba blanca es Juan José Calles, párroco en la capital y delegado diocesano de Familia y Vida. Está en el Camino Neocatecumenal y siempre lleva clergyman.
Sobre las cifras de Salamanca y hablando de memoria debe haber solamente unos 35-40 sacerdotes menores de 70 años en la diócesis.
Sí, definitivamente es una falta de respeto, de caridad y grave falta espiritual para el enfermo católico. Cuando uno está enfermo con más voluntad, ansia y fe busca a Dios Nuestro Señor, ya para salud, ya para bien morir. Y llegan estas personas dizque sacerdotes sin llevar siquiera la sotana denotando su falta de fe; un FRAUDE total ¿para qué los quiere uno? con su actitud más temor dan que confianza y consuelo. Si a esas vamos, mejor nos quedamos solitos encomendándonos en cuerpo y alma a Nuestro Señor Jesucristo.
Según las cifras de la Conferencia Episcopal, en la diócesis salmantina sólo hay 4 diáconos permanentes y ningún aspirante. Las cifras se refieren a 2014, no sé si ahora habrán cambiado. Un poco, quizá, pero no tanto como para asignar al Hospital un diácono, que, por otra parte, no puede administrar el sacramento de la Unción de Enfermos o Extremaunción, como siempre se llamó. La situación de la iglesia en Castilla es muy dificil por la falta de fe y la despoblación rural. Lamentable la situación que estamos pasando desde el Concilio.
Vergonzoso, vergonzante y escanadaloso.
Hermenegildo: La página de la diócesis llama a todos capellanes menos a la religiosa que la llama sor. No creo que los diáconos permanentes tengan la consideración de capellanes.
Parece que no todos son sacerdotes porque entre ellos figura mujer. ¿Hay alguno más que no lo sea? En este ministerio suelen prestar servicio muchos diáconos permanentes.