Resucitó, Aleluya

Muchas gracias, canali_
La oración y su potencial. Pero eso presupone creyentes fieles. El problema es que las diferentes capas de la cebolla que han ido incorporándose a lo largo del tiempo ocultan la verdadera fe: Juan, 10, 34; Juan 14-12-13: “En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, hará las obras que yo hago y aún mayores que éstas, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, yo lo haré”.
Pues en esas estamos: yo sí me lo creo. Y creo que, en vez de jugar al Sálvame de luxe eclesial, lo que hay que hacer es ponerse el traje de faena y rezar al Padre (entre otras cosas: a Dios rogando y con el mazo dando). Y, ahora que hay tantos grupos con diferentes motivaciones, ¿dónde están los grupos de oración que se congreguen para pedir al Padre que nos libere de esta pandemia? Iba a decir: aunque sea de forma virtual, pero he caído en la cuenta de que lo “virtual” es propio de lo espiritual. Allí donde no podemos estar juntos físicamente, podemos hacerlo en espíritu (virtualmente). Nada nuevo bajo el sol. Lo que pido es una iniciativa cristiana global para pegar fuerte contra esta evidencia letal que amenaza con acabar con la vida humana. Con toda ella. A pesar de que algunos, todavía, no se enteren. Esto es una guerra (no una batallita de cum fraude) sino una guerra a nivel planetario que amenaza con eliminar a la mitad de la humanidad. ¿Qué hacen los cristianos cotilleando sobre Francisco, un golpista como Omella y demás muñecos rotos? Vanidad de vanidades. Lo que está en riesgo es la pervivencia de la raza humana. ¿Para cuándo los popes que lideran grandes páginas webs católicas, con miles y miles de visitas, van a poner al frente de iniciativas de fuste, en vez de malgastar su tiempo en cotilleos que de nada sirven? Jesús no se dedicaba a cotillear, sino que actuaba según el Espíritu y puso en marcha una iniciativa que ha legado a la humanidad sus valores más preciados. Ahí lo dejo.