| 28 julio, 2017
Que retrata una y otra vez la ideología de género que pretenden imponernos. Asumiendo notables y repetidos riesgos.
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No la conozco personalmente pero desde aquí le envío mi felicitación y mi solidaridad.
Que retrata una y otra vez la ideología de género que pretenden imponernos. Asumiendo notables y repetidos riesgos.
No la conozco personalmente pero desde aquí le envío mi felicitación y mi solidaridad.
Tiene un blog que ha abierto hace poco
https://eltimodelgenero.com/
En vez de una encíclica sobre el gender, la mayor amenaza contra la humanidad, la familia y la persona, este pontificado se ha dedicado a la ecología, la emigración, para abaratar la mano de obra y fomentar el desarraigo, y a emborronar la Familiaris Consortio y la Veritatis Splendor. Ahora le llega el turno a la Humanae Vitae. Hay que pasarle el rodillo del discernimiento. Mi cordial enhorabuena a Alicia Rubio y a la Cigüeña que nos la acerca.
Hacía bastante tiempo que no entraba aquí. Muchas tareas y ocupaciones me impiden hacer todo lo que quisiera.
En primer lugar, deseo felicitar a la cigüeña por la excelente labor informativa que realiza cuando, tantos a su edad gastan (malgastan) el tiempo libre de que disponen en frivolidades.
en segundo lugar, eso de leer, instruirse y ser valiente -en un obispo- es una coña marinera. Por supuesto que hay obispos instruidos y valientes, pero que pocos son, al menos en nuestra Patria. En cambio, (SAn) Marcel Lefebvre fue, como todo el mundo sabe, un cagón y un ignorante craso. (No, no se trata de estar erre que erre, es que con los obispillos, arzobispillos, cardenalillos, incluso, ejem., que tanto abundan, uno no puede dejar de recordar a aquel gran prelado).
Y por último, aunque sea con muchos días de distancia, quiero gritar bien fuerte ¡¡¡¡ VIVA EL 18 DE JULIO!!!, y pedir que los que lo deseen eleven una oración por los caídos por Dios y por España, y también por los rojos.
Un saludo cordial.
Lo que dice esta mujer lo deberían decir los obispos. Pero, claro, para eso hay que leer, instruirse y ser valiente, tres características muy en desuso en nuestro lamentable episcopado. Los laicos, ellos son la única esperanza humana de esta Iglesia en liquidación por rebajas.