| 23 abril, 2024
Y deberías enterarte pese a ser tu cortedad tanta.
Y así no ocurrirían las memeces que arruinan tu ministerio. Y que se deben mucho más a incapacidad que a maldad pues la primera supera con mucho a la segunda y es además causa principal de ella.
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Esto es lo último que le ha ocurrido, Hoy tal vez ya lo penúltimo.
perdón, su maldad supera a su incapacidad, un incapaz puede ser bueno y hacer cosas buenas, uno malo sólo hace el mal
Omella no es malo, es perverso. Rencoroso, vengativo. Su propio reconocimiento de su poquedad intelectual y humana le ha llevado a hundir a cualquiera que se le pudiese cruzar es su camino repleto de negras ambiciones.
Pido a Dios que antes que le llegue su hora, reconozca todo el daño que ha hecho y pida perdón. Que Dios se apiade de él, si es que Omella cree en Dios y espera en su misericordia. Porque en el caso contrario, ya está condenado para toda la eternidad.
Omella sí se entera. Cierto que su ser es un coctel de ignorancia y maldad, del que también suele formar parte la mentira. Pero la maldad es mucha y, sobre todo, la desvela en el regate corto… sí se entera: si lo de Barcelona hubiera pasado, se apunta un tanto de progre. Si alguien levanta la liebre, aparece como el pastor apacible que escucha atentamente los quejidos de sus ovejas. Ahora, no le arriendo la ganancia a quien fuera responsable directo de este evento frustrado
Lo peor de Omella será su sucesor. Tres meses después de su nombramiento, lo estaremos añorando. Ojalá me equivoque.