«No voy a pedir perdón por ser rojo y maricón»

Son grupúsculos de gente perdida que no representa a nadie. El relativismo extremo que propugnan todos estos voceros progres es lo que nos ha llevado a esto. Hay que tener claro el esquema que representan si nos queremos enterar de qué significa toda esta parva de soplagaitas: ante todo son grupos antisistema, progres, izquierdistas que tienen de cristiano lo que un botijo tiene de diamante. Primero izquierdistas, gente desestructurada, fuera de la realidad que, a estas alturas, todavía sueña con un mundo marxistizado; gente con pocas ganas de trabajar y de labrarse un futuro porque están muy ocupados en «salvarnos» con sus gilipolleces (sociales, políticas, etc.). Y este es el colofón: cuando la Iglesia se hace mundana pierde su esencia y se convierte en lo peor de lo peor. La intención es acercarse al mundo pero en el camino pierde su alma y no sirve ya para ser sal sino para ser pisada. Esteo no tiene vuelta de hoja. Y toda esta fauna lo sabe pero le importa una higa.

Si verdaderamente han usado esa expresión, se ve que vergüenza, ninguna, y catolicismo, menos todavía (si es que físicamente existe algo que sea menos que «nada»). Siento rubor ajeno.