No tratan a Taltavull con mucho cariño

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Pues no se lo voy a dar yo que le tengo por uno de los peores obispos de España.

Aunque, en horas tan bajas, ya ni se atreve al protagonismo.

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https://germinansgerminabit.blogspot.com/2019/12/taltavull-premio-abad-marcet.html

 

Comentarios
4 comentarios en “No tratan a Taltavull con mucho cariño
  1. En América la situación es bochornosa. América del Norte está muy tocada tras los escándalos de abusos sexuales y también Hispanoamérica pero además en ese continente la Iglesia tiene severos problemas y está contaminada por la Teología de la Liberación u otros progresismos y sus representantes dejan bastante que desear -Poli, Sturla, Aguiar, Scherer, da Rocha, Porras-. Solamente hay algunas excepciones pero que también plantean dudas y en cualquier caso no son fiables en muchos aspectos. Europa Occidental, incluida Italia, tampoco sería una solución porque sus pastores están contribuyendo en gran medida a la protestantización de la Iglesia -Alemania, Austria, Irlanda, Bélgica, Holanda- o están obsesionados con todo lo mundano y no están defendiendo la Fe y la doctrina de la Iglesia ante los ataques que recibe como deberían o directamente no lo están haciendo. Además también están sufriendo la lacra de los abusos y no la quieren o no la pueden combatir o ambas cosas. El problema de la Iglesia en tierras de misión es que la mayoría de los cardenales -más aún los creados por este Papa, que son muchos- no tienen la suficiente formación o es defectuosa como el de Filipinas y harían mucho daño porque lo más probable es que no estuvieran a la altura. Ante todo lo que describo solamente los cardenales del Este de Europa serían quienes podrían intentar sanar las heridas de una Iglesia en gravísima crisis.

  2. Intentaré no molestar al Sr. Fernández de la Cigoña con este comentario porque no trata el tema del artículo. En Infovaticana y en el blog de Wanderer se han publicado una serie de artículos sobre la sucesión del Papa Francisco tras los recientes movimientos en la curia y en vistas a los que se producirán en breve. Se menciona a muchos candidatos pero me sorprenden los nombres que se dan. Los cardenales Ouellet, Sarah y Schönborn son demasiado mayores y el austriaco está más que delicado de salud. Ninguno de los italianos se ha hecho acreedor de ningún mérito para ser Papa aunque puedan ser elegidos y el Secretario de Estado tiene muchos puntos en contra por las negociaciones con el régimen chino y su segundo. Solamente el cardenal filipino podría tener posibilidades pero es más que evidente que la solución no pasa por ninguno de estos cardenales. El cardenal Sarah, uno de los mejores cardenales del Sacro Colegio, tiene el inconveniente de la edad. Si el Cónclave tuviera lugar pronto su edad sería perfecta pero ni aún así tendría muchas opciones pero si se retrasa unos años será demasiado anciano. A mí lo que me ha sorprendido es que no se mencione a ningún cardenal de la Europa del Este. Un Colegio de Cardenales como el que hay solamente tiene de bueno y ejemplar la representación en él de esos países que sufrieron el yugo comunista y que todavía siguen dando ejemplo de fidelidad a la Iglesia y defensa de la Fe.

  3. Al contrario, don Francisco José. Creo que el hecho que relata Germinans, el premio que le han dado al obispo Taltavull en Barcelona, es un gesto de la Generalitat independentista hacia este, su arzobispo que pudo ser y no fue, hoy en horas bajas en otro de los territorios que consideran de su dominio y que tutelan, ya que Valencia parece dejarles vía libre. Quizá si el seminario mallorquín y su centro de teología miraran a Valencia como corresponde como diócesis sufragánea, en vez de a Barcelona, que ejerce de sede metropolitana, la cosa iría por otros derroteros. Así que, en el fondo, el premio es un pago por los servicios prestados a quien ya poco puede ayudar más que manteniendo la irregularidad en vigor. ¿Me lo explica alguien? Y no hay sólo voluntad de vasallaje de la diócesis y de su intelectualidad orgánica representada en el seminario. Para que el círculo se cierre tiene que haber también falta de acción por la parte obligada, en este caso Valencia, que ha abandonado a Mallorca salvo para ofrecer a sus obispos una paelleta de vez en cuando el día que se reúnen todos y se hacen la foto. Ese día se reúnen los tres últimos obispos de esta pobre diócesis cuyo mal fin ninguno ha exorcizado.
    El pero que le pondría al artículo es el nulo lugar que deja a la gracia (o a su rechazo, más bien) en el gobierno de esta diócesis: la gracia, cuando se la deja, puede con la mala suerte (aunque se cebe con nosotros, porque en esa mala suerte hay felicidad: la de saberse querido por Dios, amor que se derrama sobre los demás), con el mal carácter autoritario, el cual termina siendo una anécdota frente al torrente de la acción de Dios por quien, con esos defectos, se ofrece como sencillo cauce, aunque frágil, de su acción. Cuántos no hemos conocido a curas o frailes con mal carácter y autoritarios, tajantes (ya no hay de esos), con un corazón de oro regalado por Dios. Por desgracia, no parece que sea el caso.

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