Murgui no es solo un vacunajeta sino un jeta como una catedral

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Carta del obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui: «Cuaresma 2021»

Descolgarse con una pastoralita como la que acaba de publicar sobre la cuaresma, recomendando todo lo contrario de lo que ha hecho él, aterrado ante el contagio, colándose él y colando a su hermana y a su cuñado en la vacunación, robándoles la vacuna a tres personas que tenían derecho a ella, me parece indigno, y más en un obispo, pero ya que después venga dando lecciones cuaresmales de vida cristiana es como para mandarle directamente a hacer puñetas. Este tío o es un bobo integral con balcones a la calle y cornucopia que no puede seguir de obispo ni un día más o un caradura que se ríe de Dios, de la Iglesia y de sus diocesanos, que tampoco.

El señor Nuncio debería tomar las oportunas medidas para que este esperpento dr obispo sea cesado ya mismo y mandarle que hasta que le llegue el cese no ya no hable sino que ni siquiera aparezca en público porque es un descrédito eclesial.

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Lean lo que este pobre hombre o este caradura acaba de dirigir, indebidamente vacunado, a sus fieles.

https://www.revistaecclesia.com/carta-del-obispo-de-orihuela-alicante-jesus-murgui-cuaresma-2021/

Eres tonto, muchacho, tu eres tonto. Y en tu casa lo iuenen que saber,

 

Comentarios
21 comentarios en “Murgui no es solo un vacunajeta sino un jeta como una catedral
  1. Estoy totalmente de acuerdo con el comentarista «Uno del pueblo» en que Torremanzanas necesita cuidados intensivos durante algunos años. El pueblo de Torremanzanas ha puesto en conocimiento del Obispado los problemas que existen con el párroco actual y también los que tuvo con su antecesor. Lo han hecho como deben hacerse las cosas, discretamente y con inteligencia. El resultado es que no hubo respuesta por parte del Obispado, ni antes ni ahora. La desesperación y la frustración son difíciles de llevar en este caso. Los párrocos tienen la función de cuidar de las almas que les han sido encomendadas bajo la autoridad del Obispo diocesano. Si un párroco no ejerce la cura pastoral de la comunidad que se le ha confiado, la comunidad tiene el derecho y la obligación moral de comunicarlo al Obispo. Y aquí viene el problema. El Obispo no escucha y, por tanto, no responde. Tampoco el Vicario General está dispuesto a enderezar el asunto. Y ahora me pregunto, ¿acaso pretenden Murgui y Vicente Martínez que el pueblo de Torremanzanas se alce en armas contra el cura? ¿o prefieren un escándalo en los medios de comunicación a los que nos tienen acostumbrados estas últimas semanas? ¿Tan difícil es poner en su sitio a un cura que no ejerce su función? ¿Son conscientes este Obispo y este Vicario General que están cometiendo un pecado grave no actuando en Torremanzanas? Cuando se cruzan ciertas líneas rojas, no hay que vacilar, HAY QUE ACTUAR. Murgui y Vicente Martínez son responsables de lo que ha sucedido y está sucediendo en Torremanzanas. ¡Que Dios les perdone todo el mal que están permitiendo!

  2. Decía nuestro Padre San Ignacio que «En tiempo de zozobra, no haced mudanza» y va esto en relación con lo sucedido en la villa de Torremanzanas, porque los problemas de una familia no se solucionan cambiando de casa. El cardenal Cañizares ha llevado y lleva muy bien la Archidiócesis de Valencia, pero está a punto de presentar su renuncia por la edad. No creo que el papa Francisco le retrase mucho la retirada y ¿Quién vendrá en su lugar?. La situación en la Archidiócesis (como es cosa generalizada) está marcada por la falta de sacerdotes de manera que pueblos como Benifallim, Penáguila y alguno más, depende de la parroquia de Santa Rosalía de Alcoi y sólo tiene celebración de la Santa Misa los domingos y este pueblo necesita cuidados intensivos durante algunos años. El nefasto Murgui está también a punto de irse a donde menos mal haga, y tampoco sabemos quién será el sustituto. Barrúntome que detrás de este deseo de irse de la diócesis de Orihuela-Alicante, pueda haber algún trasfondo político de grupos que geográficamente prefieren mirar para arriba en vez de para abajo. La Torre de les Maçanes pertenece geográficamente al Camp de Alacant, estando en el inicio del mismo, y que se ve delimitado por dos ríos el Río de la Torre y el Monnegre, lo geográfico se mezcla con lo político y ahora mucho me temo que se quiera mezclar también con lo religioso.

    1. Creo que el hecho de querer regresar a la Archidiócesis de Valencia tiene que ver con los graves hechos que han tenido lugar en Torremanzanas. Si el Obispado de Orihuela-Alicante hubiera mostrado empatía con el pueblo e hubiese reconducido la situación nombrando a un sacerdote con fe, ahora no estaríamos hablando de Torremanzanas. La repercusión de este asunto trasciende al pueblo y me atrevería a decir que a la propia diócesis. Intuyo que usted es conocedor de la situación actual del pueblo y sabe de lo que habla. No obstante, sigo pensando que el motivo de emprender el camino para cambiar de diócesis obedece a los despropósitos, disparates, imprudencias que se han vivido en los últimos años en la villa de Torremanzanas. De ahí, que quiera volver a formar parte de la Archidiócesis de Valencia, a la que perteneció hasta 1957. Hay un hartazgo absoluto con la desidia del Obispo y su Vicario General y por mucho que se les ha explicado todo lo sucedido en Torremanzanas, no ha existido ni la más mínima intención de solucionar ninguno de sus graves problemas.

  3. Querido D. Paco Pepe: Si el obispo Murgui y el Vicario General, Vicente Martínez Martínez, fueran personas honradas, que no lo son, jamás hubieran enviado a Torremanzanas a un cura enormemente problemático que había sido causa de muchos enredos, desórdenes y graves conflictos en todas las parroquias en las que estuvo como Vicario parroquial. Pregunte usted a los párrocos de Altea, Santas Justa y Rufina de Orihuela, Almoradí y Nuestra Señora del Rosario de Alicante. Su estancia en todas ellas fue una pesadilla para todos los párrocos y feligreses. Pues bien, el Obispo y el Vicario General, tan cabales y sensatos ellos, deciden premiarlo subiendo su rango y responsabilidad. Y para premiar sus «buenas obras» (entiéndase la ironía) en Almoradí, Orihuela, Alicante y Altea, lo nombran párroco de Torremanzanas. Y para mayor escarnio, resulta que Torremanzanas llevaba años pidiendo a gritos un cambio de párroco por los conflictos que estaban viviendo con el cura, algunos de esos graves problemas ya se han expuesto en el blog, problemas económicos, mala gestión del cementerio parroquial, etc, etc… Así que Murgui y Vicente Martínez envían a Torremanzanas a «esta perla» a solucionar los problemas creados por el anterior párroco. Imagínese usted lo felices y contentos que estarán los feligreses de Torremanzanas. Pero claro, si resulta que el obispo mantiene al ecónomo, que es un negacionista del COVID-19 y responsable del contagio de las monjas de la Santa Faz, intentan vender propiedades de la Iglesia engañando a los empresarios con intermediarios de dudosa reputación, reciben herencias que no declaran, llevan a situaciones límite los problemas de la Diócesis quemando a sacerdotes, feligreses y quien pase por allí, se vacuna de forma irregular, cuela a su hermana y su cuñado, no pide perdón por nada porque según él «todo se basa en un problema de mala interpretación», escribe cartas para burlarse de los diocesanos con «pastoralinas ridículas» que dicen que no hay que actuar como él actúa, etc, etc…. ante todo lo expuesto, ¿Qué se puede esperar del Obispo y del Vicario general? SAQUEN USTEDES LAS CONCLUSIONES….

    1. Reitero, Murgui no es el origen del problema de Torremanzanas, Murgui es el «continuador» del problema. A estas alturas todo el mundo sabe que Murgui no tiene capacidad para resolver los problemas de la diócesis. Y si el actual vicario general Vicente Martínez no ha resuelto nada, el anterior, Conesa, tampoco fue capaz de ver lo que pasaba en Torremanzanas. Pero a éste último Murgui le dió la patada para arriba promoviéndolo obispo en Menorca, en dónde Murgui había sido administrador apostólico.

    2. Conozco personalmente a D. Francisco Conesa Ferrer, actual obispo de Menorca, y estoy convencido de que él jamás hubiera permitido que el asunto de Torremanzanas llegara al extremo de degradación al que ha llegado. Siendo Conesa Vicario General de la diócesis, Torremanzanas tuvo muy buenos sacerdotes y me consta que el último nombramiento que se hizo en Torremanzanas siendo Conesa Vicario General se hizo con muy buena intención, aunque es evidente que el resultado fue catastrófico. Pero lo que es imposible de comprender, porque es incomprensible desde un punto de vista lógico-racional, es que hace dos años nombraran al panchito chikilicuatre para que solucionara los graves problemas existentes en Torremanzanas. Ese es el gran pecado que tienen el obispo Murgui y el Vicario General, porque ahora el problema es aún mayor, se ha agudizado considerablemente. ¿Y qué hacemos ahora? A ver quién es el valiente que se hace cargo de la parroquia de Santa Ana de Torremanzanas y de su cementerio parroquial. ¿A quién enviarán? ¿Al ecónomo? ¿O será el propio Vicente Martínez Martínez quien asuma la responsabilidad en primera persona y se vaya a vivir a Torremanzanas unos cuantos años para enmendar lo que él mismo ha provocado?

  4. Estimado D. Francisco José Fernández de la Cigoña: Soy nacido en Torremanzanas, aunque por circunstancias laborales no vivo allí. Suelo pasar los veranos en el pueblo y voy siempre que me lo permite mi profesión. Le escribo para ampliarle la información que aparece sobre Torremanzanas, una hermosa e histórica Villa que desde 1957 pertenece a la Diócesis de Orihuela-Alicante. Anteriormente pertenecía a la Archidiócesis de Valencia. Ha sido un pueblo fronterizo entre ambas diócesis y siempre ha tenido excelentes sacerdotes, algunos de ellos han llegado a tener grandes responsabilidades en la Iglesia, concretamente uno de ellos fue nombrado por el Papa primer secretario de la Nunciatura apostólica de la Santa Sede en Dublín, Irlanda. Torremanzanas es un pueblo acogedor donde siempre se ha querido a sus sacerdotes y los magníficos sacerdotes que ha tenido -y que han realizado una labor formidable a todos los niveles- han querido y quieren de corazón al pueblo. Le puedo asegurar que lo que ha sucedido en los últimos diez años ha sido la excepción, pero reconozco que el asunto es más serio de lo que en principio pueda parecer. Por eso, entenderá que no quiera profundizar en detalles. Ya hay abogados que están estudiando llevar el caso por la vía penal. Me centraré únicamente en el asunto del cementerio parroquial, lugar donde descansan los difuntos de Torremanzanas desde el siglo XIX. Desde el siglo XVI hasta el siglo XIX el cementerio se encontraba bajo el hermoso templo dedicado a la gloriosa Santa Ana. El cementerio parroquial dispone de unos 800 nichos, decenas de sepulturas y algunas capillas de familias con alto poder adquisitivo. Cada año se paga a la parroquia de Santa Ana una cuota por cada nicho, cada sepultura y cada capilla. El importe total asciende a unos 6.000 euros por año. Durante diez años no se ha invertido ni un euro en la mejora de sus instalaciones. Por tanto, en teoría, el cementerio de Torremanzanas debería disponer de unos 60.000 euros. Comprenderá usted, D. Paco Pepe, que la cifra es cuantiosa y considerable, y más teniendo en cuenta que Torremanzanas es un pueblo pequeño y el dinero es de todos y cada uno de los que disponen de alguna concesión, ya sea nicho o sepultura, en el cementerio de Torremanzanas y que cada año han cumplido con su deber de pagar la cuota correspondiente. El sufrimiento y la desazón de todo un pueblo ante la desaparición misteriosa de esta cantidad de dinero ha afectado profundamente a los torruanos. Como le he comentado anteriormente, a los sacerdotes se les ha tenido siempre en alta estima y se les ha querido y respetado. El párroco de Torremanzanas ha sido a lo largo de la historia una autoridad muy respetada y valorada. Para terminar, le informo que el Sr. Obispo, D. Jesús Murgui, realizó una visita pastoral el pasado mes de julio. El Obispo fue informado de todo. Aseguró que estudiaría el caso. Aún estamos esperando su respuesta.

  5. Al dejar a 3 paisanos sin vacuna y ponérsela el igual les ha salvado la vida. A mi lo a me parece es un mártir, prefiere morir él y su hermana q un pobre anciano a quien quieren inocularle la muerte.
    Nota de F. de la C.; Hay que ver que cosas hay que leer. Paro una vez más, nada nuevo bajo el sol. Se repite la aversión a las vacunas que ya han salvado la vida a miles de millones. Y se creen muy sabios.

    1. A las vacunas no, a la vacuna del coronavirus en concreto. A las que estan matando a miles de ancianos, a las que se hacen con celulas embrionarias de niños abortados. A esas vacunas, a las demas no.
      Nota de F.de la C._ Es usted un perturbado.

      1. Tiene usted razón. Soy un perturbado por comentar en un blog donde el bloguero insulta gratuitamente. No se preocupe q no lo volveré a hacer.
        Nota de F. de la C.: Se lo agradezco mucho. Y por su bien, vacúnese usted.

  6. Uno de los comentaristas, habla de dineros y los otros dos hablan de 10 años. O sea, sacando líneas, tenemos que hace 10 años quien estaba a cargo, se llevó los dineros.
    Nota de F. de la C.; Tal conclusión no es necesaria aunque pueda ser posible. Lo que me extraña, aunque tambien pueda ser ,es un cementerio de la Iglesia con miles y miles de euros.

  7. Por sus obras le conocemos. Mantener a un ecónomo sospechoso de honradez, llevar situaciones al límite quemando a mucha gente en el camino… y esto de la vacuna…
    Creo que nunca le he oído pedir perdón, tampoco creo haber leído en alguno de sus escritos pedir perdón. A lo mejor me falla la memoria a mi edad. No sólo hay que dar gracias, que es bueno, lo dice la Palabra: “sed agradecidos” Colosenses 3, 15.
    En esta ocasión en la que hace comunicados a la defensiva hubiera sido una buena ocasión para mostrar su dignidad de cristiano pidiendo perdón, simplemente perdón.

  8. El cardenal Ruini cumple hoy noventa años. El Sacro Colegio envejece deprisa e inexorablemente. Ya son casi treinta los purpurados nonagenarios. Con respecto a monseñor Murgui, mucho me temo que dará la «murga» más de lo que Orihuela se merece.

  9. !Vale que sea un mal obispo!

    ?Pero eso significa que ha de predicar lo que hace?

    Él no esta ahí para eso, sino para predicar y promover la doctrina católica (que no «cristiana»).

    Aunque él sea un pecador, eso no significa que deba predicar sus pecados.

    Si este mal obispo no puede ser eficaz porque no cumple con lo que dice («los hechos hablan más alto que las palabras «), también nos recuerda que ser santo es una decisión personal a la que todos estamos llamados pero a la que ninguno esta obligado.

    Deje pues a este señor en paz tras denunciar sus faltas y de gracias a Dios de que no entronice en su catedral a la Pachamama Concepción s.j.

  10. ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO DEL CEMENTERIO PARROQUIAL DE TORREMANZANAS? Hace dos años nombraron a un nuevo párroco y administrador del cementerio parroquial y se encontró las cuentas en números rojos. ¿Dónde están los miles y miles de euros que allí había? ¿ALGUIEN LO SABE?

  11. Me consta que el grupo de trabajo que se ha formado para realizar el expediente de Torremanzanas está realmente cualificado para conseguir su objetivo. Han pedido colaboración a especialistas en Derecho Canónico de numerosas universidades españolas. Ahora bien, es evidente que este proceso es complejo y será necesario un trabajo arduo que requerirá mucho tiempo. Por tanto, el objetivo es a largo plazo. No obstante, teniendo en cuenta la situación de Torremanzanas, urge que desde las autoridades eclesiásticas de Orihuela-Alicante, diócesis a la que pertenece Torremanzanas desde 1957, tomen medidas para calmar los ánimos de los vecinos. Me permito hacer una sugerencia. Nombrar a un párroco con experiencia que reconduzca la situación, que «huela a oveja», prudente, sensato, que tenga la firme voluntad de «sanar» las heridas de la última década. Soy consciente de que es un asunto espinoso y verdaderamente complicado, pero no conviene alargar la agonía más tiempo. El nombramiento de párrocos corresponde al Obispo diocesano y también a aquél que se le equipara en derecho de acuerdo con el canon 368. El Sr. Obispo de Orihuela-Alicante debe intervenir.

  12. Torremanzanas pedirá formalmente regresar a la Archidiócesis de Valencia. Conviene recordar que por Decreto de la Sagrada Congregación Consistorial de 6 de junio de 1957,​ en virtud del Concordato entre la Santa Sede y el Estado español de 1953, Valencia cedió a la diócesis de Orihuela-Alicante los arciprestazgos de Jijona, Villajoyosa y Callosa d’en Sarriá. Debido al abandono del pueblo por parte del Obispado de Orihuela-Alicante y ante las graves actuaciones llevadas a cabo en los últimos años, un grupo de expertos con segunda residencia en la población está preparando el expediente para presentarlo a lo largo de este año. Se trata de catedráticos de la Universidad de Valencia y de la Universidad de Alicante, algunos especialistas en Derecho Canónico, que de forma desinteresada quieren ayudar al pueblo de Torremanzanas a salir de esta situación tan grave en la que viven desde hace más de 10 años ante la indiferencia de los altos cargos eclesiásticos de la Diócesis de ORIHUELA-ALICANTE. Ojalá logren su propósito por el bien de Torremanzanas.

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