Me dicen de Argentina

|

Francisco José Delgado Martín.

No conozco personalmente al P. Francisco Delgado y tampoco he tenido contacto con él a través de las redes sociales. Pero es mi hermano sacerdote y experimento desde lo profundo de mi alma el dolor por lo que le han hecho y tengo la imperiosa necesidad de defenderlo. Como sacerdote cancelado doy testimonio de que su labor en la Sacristía de La Vendeé, así como la de sus compañeros, me animaba en mi situación y daba esperanza a muchos sacerdotes y fieles perplejos. Resulta que un satanista lo denuncia ante el Vaticano y en vez de dar la vida por su sacerdote, su obispo lo castiga, y el hecho cobra una repulsión mayor cuando uno lee lo que escribió dicho satanista: A través de su cuenta de X/twitter, José Enrique Escardó se jacta de haber logrado que gracias a él se haya castigado al sacerdote Francisco Delgado. «Es la primera vez en la historia que la Iglesia católica sanciona a un cura por troll y me siento orgulloso de que haya sido gracias a mí», escribe Escardó. 

     La llamada “iglesia de la sinodalidad” es en realidad la iglesia de la verticalidad absoluta y del constante abuso de poder en nombre de una misericordia inclusiva, donde entran “todos, todas y todes” pero no los sacerdotes que defienden la Escritura, la Tradición y el Magisterio de siempre, con ellos no se dialoga y las medidas son inapelables. “No hables, no uses sotana, no reces, no tengas fe en la Eucaristía, no pongas a Jesucristo por encima de todo, porque te voy a callar, a cancelar, a quitar el estado clerical, etc.” Así nos hablan nuestros obispos, los que firman sus comunicados como “Padre Obispo”; mientras se llenan la boca hablando de inclusión, amor y fraternidad. Si un sacerdote o religioso niega alguna verdad de fe, promueve la ideología de género o hasta el aborto no es ni mínimamente corregido, es más, se lo festeja y promueve. Los obispos no son los protectores de la fe, porque se han convertido en los comisarios de una nueva ideología que se impone con crueldad. Me uniré al P. Delgado y a todos los sacerdotes perseguidos, en el altar de Jesús e imploraré la protección de la Santísima Virgen, la cual también sufrirá pronto “una cancelación” en el próximo documento sobre las Apariciones, y “no soy profeta ni hijo de profeta”.

<
 
Un sacerdote argentino cancelado.
Comentarios
6 comentarios en “Me dicen de Argentina
  1. LO que dice el sacerdote cancelado y lo que vive el p. Delgado clama justicia al cielo. Un amigo obispo retirado me ha contado que en la Argentina hay muchos casos. Incluso de condenas arbitrarias. Cuando en la apelación se declara nulo lo actuado y se manda restituir al sacerdote, no se lleva a cabo. En el norte hay un caso famoso, conocido por todos los canonistas en Buenos Aires. Parece que los obispos hacen carrera a ver quién es más rígido y más arbitrario. Así ganan méritos ante Roma. Por su parte hay obispos que están condenados en el fuero civil, que dan mal ejemplo a sus fieles, y siguen en funciones. Estamos viviendo una etapa muy oscura

  2. Ultimamente me censuran comentarios, pero hoy no puedo estar callado. El maligno, el diabolo, el separador, marcha perfectamente por nuestra Iglesia y se jacta de ello. Y con su actuacion, algunos le ayudan y le protegen, vease

  3. La Iglesia, en desbandada general. Si esto no se corta en el próximo pontificado, en el año 2030 no quedarán ni las raspas. «Non praevalebunt», pero actualmente «praevalent».

  4. Totalmente de acuerdo con ese sacerdote. Somos muchos en el mundo los cancelados. Qué bueno sería que se pudiera crear una red: nos daríamos cuenta de que somos más de los que creemos y nos fortaleceríamos mutuamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *