| 28 enero, 2015
Un lector amigo me envía ahora una noticia atrasada. Se refiere a los novicios que en este curso ingresaron con propósito de llegar a jesuitas. Nueve. http://noviciadojesuita.blogspot.com.es/2014/10/nuevos-companeros.html ¿Cuántos de esos llegarán a padres o hermanos jesuitas? Seguro que menos de media docena siendo optimistas. Pues este mes de enero ya han fallecido el doble de los que han ingresado. Que evidentemente no van a perseverar todos en la Compañía. Pues ya me dirán, con ese número de relevos el porvenir de la orden en España.
EL TEXTO QUE SIGUE ESTA EXTRAIDO DE UN LIBRO PUBLICADO EN 1971, POR UN JESUITA VISIONARIO
Tal vez la más estúpida de las soberbias es la que se apoya, no en dones reales, sino en los puramente imaginarios; y aunque parezca increíble, es de las más generalizadas.
Hoy día abunda especialmente en todos aquellos que creen tener el monopolio de la verdad, el monopolio del criterio recto, especialmente en el orden religioso…
Abunda en todos los falsos profetas, o falsos mesías, que derriban todo lo construido a lo largo de los siglos, y pretenden construir un cristianismo totalmente nuevo.
De un solo salto se ponen por encima de todos los grandes hombres, de todos los grandes filósofos, teólogos y santos de los siglos pasados, de toda la Jerarquía de la Iglesia que ha hablado claramente en el último Concilio.
En su debida proporción y en la misma línea de soberbia, están todos los que en tal o cual punto, van abiertamente contra el sentir de la Jerarquía, o del representante supremo de la misma, el Papa.
Dentro del mismo ambiente soberbio hay que colocar a todos aquellos que consideran que la Iglesia debe seguir sus ideas progresistas porque el Concilio no se ha abierto suficientemente; o todos los inmovilistas que creen que el mismo Concilio por ¡haber sido progresista!, ha hecho más mal que bien.
¡Todos estos saben más que la Iglesia reunida en Concilio! ¡Todos estos creen tener el monopolio de la verdad revelada, el monopolio del Espíritu Santo!
Todos estos estiman como necios a los que se atienen, por convicción, a la Verdad que Dios ha depositado primariamente en la Jerarquía de la Iglesia. Tal vez los tilden de soberbios… cuando en realidad se sujetan con fe y humildad al parecer del Papa, del Concilio, de los Obispos, y defienden con valentía la Verdad tal como la Iglesia la propone en el momento actual sin salirse de los límites fijados por ella…
Creo que si se abren un poco los ojos a la realidad actual, hay que decir que la soberbia es un vicio muy generalizado en nuestro momento histórico, sobre todo la soberbia intelectual y la soberbia religiosa…
—RAFAEL M. PERICAS, S.I.
«Enraizados en el Amor»
Gracias , preconciliar, saludos y Dios los bendiga. Los hombres de la fotografía ya están maduritos y con lo que tarda la educación de los jesuitas, ya van a terminar muy mayores. Y viendo jesuitas como Masiá o el mismísimo superior y hasta el papa, creo que pocos los quieren imitar.
Las acólitas ahuyentan a los monaguillos de las iglesias. Y le quitan vocaciones . A menos que el novus ordo tenga planes de ordenar sacerdotas, las acólitas son un estorbo y una distracción. Podrían seguir el ejemplo de los anglicanos , que ya ordenaron su primera obispona.
LA TRISTE REALIDAD DE LA COMPAÑIA DE JESUS EN CIFRAS
Anualmente únicamente unos 5 jesuitas en toda España son ordenados sacerdotes. Este hecho significativo nos da a entender que más o menos sólo la mitad de los que inician el noviciado llegan a sacerdotes, sin perjuicio de que alguno de ellos no llegue ni a profesar los últimos votos, que suelen efectuarse unos diez años después.
De modo que, con los datos realistas de hoy, y dada la avanzada edad de la inmensa mayoría del millar de jesuitas que deben de quedar en España ―77 años de media de edad― siendo optimistas, dentro de 10 años apenas quedarán en nuestro país unos 200 jesuitas en edad de ejercer, en el bien entendido de que ésta pueda prolongarse hasta casi los 80 años.
Como botón de muestra, según el censo actual de los jesuitas de Vascongadas y Navarra, dentro de 10 años sólo habrá 10 jesuitas menores de 60 años (más lo que se ordenen y sean destinados a la antigua provincia de Loyola, que serán como mucho uno cada año).
Menores de 70 años quedarán 11 jesuitas, y menores de 80, un total de 29. De modo que, en 2025 habrá como 60 jesuitas menores de 80 años adscritas a Navarra, Guipúzcoa y Bilbao ―en Álava hace años que queda ninguno― y todo ello siendo moderadamente optimistas, pues las cifras anteriores incluyen los sacerdotes adscritos a las comunidades radicadas en las citadas provincias pero que, por un motivo u otro, prestan servicios en el extranjero. Y no se tienen en cuenta los problemas de salud que puedan aquejar a los más mayores, por lo que estaríamos hablando de apenas 50 jesuitas.
Si este es el panorama a 10 años vista: ¿cuántos jesuitas quedarán dentro de 20 años? En Vascongadas y Navarra, no más de 25. Si este es el triste porvenir que le espera a la Compañía en la tierra de San Ignacio, no quiero ni pensar cual será el del resto de España…
Para mayor gloria de Dios, afortunadamente.
La extinción de las órdenes religiosas -fundamentalmente en Europa- es tan triste como inevitable. Solo las rescataría una vuelta real y radical al carisma fundacional. Actualmente no se aprecian diferencias de ningún tipo entre dominicos, jesuitas, carmelitas o maristas… por lo que dificilmente llaman a la fe a nadie.
Bueno, bueno, la cosa entonces no está tan mal. Para los tiempos que corren que en España -no sé qué provincias jesuitas habrán quedado en España, quizá sean datos de la provincia de España, no del País Vasco y Cataluña que creo que formaron otras provincias, aclaradme, por favor, qué provincias jesuitas quedan en suelo patrio- que en un año entren nueve novicios, ya quisieran muchas diócesis… ¿qué número de novicios en total hay en España entre todas las provincias de la Compañía? Aunque, claro, teniendo en cuenta la formación tan terrrible que les van a dar… No sé qué sería mejor si que desaparecieran o… En fin, ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!
Que viva mi Cristo, que viva mi Rey
que impere doquiera triunfante su Ley.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!
Se lo dedico a Capeto, compatriota de mi mujer.
Estos novicios, ni aunque se ordenen todos, tienen un triste futuro como jesuitas, por el sencillo hecho de que hay un enorme desfase generacional.
¿Cómo pueden convivir unos jóvenes de 30 años en comunidades de ancianos? ¿Qué influencias son las que van a recibir de quienes saben que están próximos a reunirse con el Padre para rendirle cuentas?
Tomando el caso de Vascongadas y Navarra, en donde de los 200 jesuitas actuales únicamente 24 de ellos tienen menos de 60 años, y sólo uno es menor de 40, pues ya me dirán…
Una vez fuera del noviciado y superada la estancia en el juniorado, a estos alegres muchachos se les tiene que borrar la sonrisa de golpe al pasar a convivir con compañeros que, aparte de la fraternidad jesuita, poco o nada tienen que ver con el modo de pensar de unos ancianos amargados.
Se van a dar cuenta de que se han metido en un auténtico manicomio.
Como muy bien dice Aro en su comentario al respecto: «preferiría encontrarlos como padres de familia normales a como jesuitas.» Yo también.
Pobres diablos…
Con este número de novicios, una sencilla estimación nos daría que, caso de que el número de novicios se mantenga constante, el número de jesuitas en España será de unos 300. Pero lo que creo debería preocuparnos es que estos muchachos se han sentido atraídos por la Compañía tal como está, lo que querría decir que la tónica futura es como la actual. De ser así, preferiría encontrarlos como padres de familia normales a como jesuitas.
Es evidente que el abandono del hábito y los signos de religiosos y sacerdotes, no es la causa de la debacle, pero si el síntoma, como en un leproso las llagas son el síntoma y no la causa. Al menos tiene la ventaja de que en caso de una persecución sangrienta, seguramente se librarán.
Las órdenes religiosas «de toda la vida’ están en franca decadencia. Afortunadamente, ahora contamos con otros grupos y movimientos más fieles a la Iglesia, para la nueva evangelización.
Dicho esto, y por lo que conozco de la vida consagrada, siendo pocos 9 novicios, el dato es mucho menos malo que el que presentan las grandes órdenes, que tienen un porcentaje importante de novicios extranjeros (estos son todos españoles)
Los frutos del Padre Arrupe y del espíritu del Concilio…
Que majos!! 🙂