| 21 noviembre, 2021
El sacerdote Santiago González nos aporta algunos ejemplos que lo evidencian:
https://adelantelafe.com/nuevo-lenguaje-arma-diabolica-para-narcotizar-la-conciencia/
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
ese nuevo lenguaje ha sido avalado y promocionado por el tramposo bergoglio, quien define el adulterio y la fornicación como simples situaciones irregulares que hay que integrar a la iglesia. como si se pudiera integrar el pecado a la vida eclesial.
Otro domingo más sin foto de la Plaza de San Pedro. Yo digo aquello de la Bombì. Por qué seraaaaaaaaa?
Curiosamente Orwell puso de manifiesto en sus obras lo ridículo e insensato del comportamiento de una cierta izquierda. Pera esa izquierda se ha vengado tomando <> como manual de actuación, tanto en la neolengua como en la fabricación de la memoria histórica.
Una forma de frenar la estupidez, es tratar de utilizar el lenguaje con precisión y sobriedad e incluso hosquedad, <> dejando pasar esa moda que lleva inyectado el virus de la descomposición.
Orwell decía que quien quiere cambiar la realidad empieza por cambiar el lenguaje (para mal, por supuesto). De ahí lo de «conflicto bélico» por guerra, «interrupción voluntaria del embarazo» por aborto y violencia de «género» por de sexo (el género es un concepto gramatical; las personas tienen sexo, no género).
Todos los domingos en la celebración de la misa en mi parroquia, el vicario en lugar de decir en la primera parte de la misa «pidamos perdón por nuestros pecados» y continuar diciendo pecado en la continuación de la misa, suele todas las semanas cambiar la frase:
«pidamos disculpas por nuestros errores».
» Pidamos disculpas por lo que no hacemos bien».
«Reconozcamonos necesitados de la misericordia de Dios».
Al principio decía » pidamos perdón por nuestras culpas o nuestras ofensas».
Cada semana es una frase distinta, esta mañana sabré de oídas que nueva variante hay.