Los ochenta años de un gran cardenal

|

Ver las imágenes de origen

Pérdida grande para un próximo Cónclave. Uno de los elementos más destacados del Sacro Colegio que en la adversidad ha dado muestra de toda su enorme categoría humana y religiosa.

Recomiendo a todos la lectura de su Diario desde la cárcel. Da la magnitud de su talla.

<

DIARIO EN PRISIÓN

Comentarios
16 comentarios en “Los ochenta años de un gran cardenal
  1. Ante tanto mal sólo cabe implorar la MISERICORDIA DE DIOS. La verdadera, no la de estos malos pastores. El martirio del Cardenal Pell y tantos contribuirán a sanear, regenerar la IGLESIA de Cristo.

  2. En junio del año pasado el Instituto de Filosofía Práctica sacó una declaración cuando fue absuelto y allí se dice que los problemas de Pell comenzaron cuando fue convocado al Vaticano este «hombre decente, valeroso, de pensamiento tradicional que pronto empezó a sufrir con las medias verdades, las ambigüedades, la corrupción que hoy reinan allí. Al cardenal le tocó intervenir en los asuntos económicos … Y empezó a descubrir porquerías, la más resonante el escándalo protagonizados por los cardenales Becciu y Versaldi, actores claves en la adquisición del hospital Instituto Demopatico por la Secretaría de Estado del Vaticano en 2015 que colapsó por sustracción de fondos y blanqueo a gran escala… En 2018 Becciu fue premiado con el capelo cardenalicio. Pell se opuso a un préstamo al citado Instituto… y entonces aparece el cuento de los abusos sexuales, que habrían ocurrido en 1996 en circunstancias inverosímiles, con un único acusador y sin prueba alguna. Como hombre de honor, abandonó su cargo y se presentó ante los tribunales. Los delincuentes se lo sacaron de encima» Otros detalles figuran en la declaración.

  3. Pregunta para D. Antonio Lasierra: que un cardenal cumpla ochenta años no excluye que pueda ser elegido Papa, ¿no? Infovaticana dice hoy que sí.

    1. No lo excluye. No hay norma alguna que exiga ser menor de esa edad, que yo sepa. Pero la edad hace hoy altamente improbable la elección de un un octogenario.

    2. Incluso un laico puede ser elegido papa. San Ambrosio fue elegido obispo antes de ser bautizado. Gracias a San Ambrosio tenemos a San Agustín, el más grande de todos los Padres de la Iglesia.

      1. Ciertísimo. Un laico puede ser elegido Papa. Pero no puedo ser Papa.

        Para ser Papa hace falta ser obispo. Si el electo no es obispo, nada más ser elegido tiene que ser ordenado obispo (en principio por el Decano), el Vicedecano o el cardenal obispo más antiguo), antes incluso de que los electores le presten homenaje y el Protodiácono salga al balcón a anunciar la elección (arts. 88 y ss. de la constitución «Universi Dominici Gregis»).

        Sería curioso que fuera elegido un laico no presente en el cónclave: norma en mano, el cónclave se alargaría todo el tiempo necesario hasta que el electo se presentara, aceptara (técnicamente el cónclave termina cuando el electo acepta, art. 90 ), fuera ordenado y fuera homenajeado.

    3. Creo que Infovaticana se refiere a que, aunque teóricamente se puedira elegir como Papa a cualquier católico, en realidad se escoge a uno de los cardenales electores presentes en el cónclave y que por lo tanto tendrá menos de 80 años.

  4. Si su encarcelamiento fue debido al odio a la Iglesia Católica o a la teledirección desde Italia (o a ambas razones) nunca lo sabremos. Encarna muchas de las bienaventuranzas. Que Dios le dé el ciento por uno, también en esta vida.

  5. Habrá que ver dos cosas. La primera es si, en el próximo consistorio (quizá en unos seis meses), la Iglesia tendrá un nuevo purpurado australiano. La segunda es si Pell llegará vivo y sano al cónclave para poder influir en los cardenales votantes.

  6. Una matización, Pell SÍ podría participar en un Cónclave. Lo que no podría hacer es votar, pero sí participar en las reuniones previas a la votación (y vista su experiencia, seguro que todos escucharían con gran interés lo que tuviera que decir). Añada también que si el Papa nombra a un cardenal australiano, quienes mas papeletas tendrían serían dos discípulos suyos: Peter Comensoli, de Melbourne, y su sucesor en Sidney, Tony Fisher, de quienes he oído muy buenas cosas.

      1. En Australia no hay más circunscripciones que archidiócesis y diócesis. Nombrar cardenal a un obispo, aunque de Australia, sería normal hasta ser vulgar. A S.S. le gusta romper los precedentes y batir marcas. Es el primer Papa que ha nombrado cardenal a un obispo auxiliar, a vicarios apostólicos, a un subsecretario de dicasterio y -en los tiempos modernos- a un nuncio dejándolo en su misión. Lo próximo tenía que ser purpurar a un prefecto apostólico. Precisamente en Oceanía tiene uno, el de las Islas Marshall. Pero ya puestos a poner el foco en las periferias, yo le sugeriría crear al superior de alguna misión «sui iuris». Por ejemplo, al superior de la misión de Santa Helena, Ascensiçon y Triástán da Cunha, también administrador de la prefectura apostólica de las Islas Malvinas, un premonstratense inglés de 44 años. Mataría dos pájaros de un tiro, y batiría la marca de creación cardenalicia más jovial desde hace decenios.

    1. El colegio cardenalicio está en una grave crisis de autoridad moral y se desmorona, nada menos que un mínimo de 22 cardenales, pero deben de haber más: Becciu, Marx, McCarrick, Cupich, Coccopalmeiro, Bertone, Baldisseri, Errázuriz, O’Malley, Stella, Lajolo, Levada, Mahony, Mamberty, Madariaga, MartinoOuellet, Ezzati, Farrell, O’Brien, Monsengwo, Filoni. También algunos obispos vaticanos: Peña Parra, Paglia, Montarani…

      Estos cardenales deberían no ir al cónclave, o si van, deben de ser expulsados, porque si votan o deliberan, afectarán gravemente a la credibilidad, prestigio, reputación, competencia, capacidad, carisma, nombre, fama y honor del próximo Papa electo.

      Mucho daño ha hecho Bergoglio (¿que hizo con el informe de investigación de 3 obispos que le pasó Benedicto el 2013?), más ya no puede soportar la Iglesia.

      1. No se preocupe, porque si yo fuera de los organizadores, del que dice usted, próximo cónclave, para que no asistieran a las votaciones, toda esa escoria cardenalicia y obispera que usted nombra, les pondría junto a la capilla sixtina un salón de masaje o sauna, con unos mozos fornidos y bien parecidos, que los entretuvieran y complacieran todo el tiempo del Cónclave. Y cuando pasara todo, fueran a parar a las mazmorras vaticanas, a pan y agua, con lo que el nuevo pontífice, se quitaría de un plumazo un montón de basura púrpura y violácea, y sentiría un gran alivio al comienzo de su papado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *