John Senior: La restauración de la cultura cristiana. Homo Legens, Madrid, 2018, 219 pgs. y Fabrice Hadjadj: Últimas noticias del hombre (y de la mujer). Homo Legens, Madrid 2018, 423 pgs,
Creo que es la primera vez que hago una recensión conjunta de dos libros. Y hay muchas razones para ello de bastante más entidad que el hecho de haberlos leído consecutivamente. Ambos libros son inquietantes, sugerentes, cabreantes, utópicos y sin embargo muy realistas, abren perspectivas ilusionantes que casi nadie se atreverá a emprender a pesar del convencimiento de muchos de que muy posiblemente la felicidad, en lo que en este mundo cabe, estaría en su práctica y la desgracia, o al menos la mediocridad, casi seguro en no hacer caso de sus propuestas.
Se comprende pues un enfado o una desazón ante la propia cobardía de no atreverse a afrontar una vida verdaderamente humana por respeto a mil ataduras que te coartan y esclavizan en la más degradante de las situaciones: que es la de la aceptación de la tiranía por el miedo a la libertad.
Hemos llegado a la paradójica situación, ambos libros recurren muchísimo a la paradoja, de tener notable miedo al Cielo y ninguno al Infierno. Y así es forzoso vivir mal. Y naturalmente pagarlo. Con una vida desgraciada que nos empeñamos en creer que es excelente aunque en el fondo sabemos que no. Sin amor, respeto, decencia, moral… Matando a los niños en el seno de sus madres, a los ancianos en clínicas ad hoc, dando a los hijos otros padres u otras madres, distintos de los suyos, que además son los que quieren, haciendo del sexo, desde edades tempranísimas, y no del amor, la finalidad de la vida y del dinero, ganado como sea y con las corrupciones que procedan, la exhibición del triunfo.
Pues a todo eso y mucho más, se enfrentan y nos enfrentan ambos libros, escrito uno por un profesor norteamericano y el otro por un francés de origen judío y ascendencia tunecina, profundamente católicos los dos y que no quieren disimular sus convicciones.
El norteamericano, ya fallecido, ha conseguido, entre otras cosas, nada menos que un floreciente monasterio benedictino, cuyo abad escribe el prólogo a la edición española, e influir notablemente en la novela de notable éxito El despertar de la señorita Prim, cuya autora hace la presentación del libro. El francés está muy en la línea de ese importante renacer de Francia que se está haciendo presente de modo importante tanto en el catolicismo como en la política.
Estoy seguro de que a muchos les interpelará su lectura y que la disfrutarán. Ya que rompan el televisor supongo que muy pocos aunque estén convencidos de que se harían un gran bien a sí mismos y a sus familias. Y eso que la televisión aún tenía algún valor pues unía a la familia ante el aparato y permitía algún diálogo sobre lo que se iba a ver o sobre lo visto. Hoy cada uno dispone de su propio aparato y desde edades pequeñísimos pierden horas y horas con juegos estúpidos que repiten todos los días. Y una familia normal aun tenía un cierto control sobre lo que veían todos mientras que en la actualidad no existe ninguno sobre lo que cada cual abre en su ordenador.
Desgraciadamente los dos libros que comento no son un antídoto o una vacuna pero animan a ello. Más bien los calificaría de vitaminas muy convenientes para fortalecer un organismo hoy día sometido a tantas amenazas de contagio.
Urgente: aceptada la renuncia del cardenal Toppo y nombrado sucesor otro señor llamado también Toppo, SJ (esto último, desgracia añadida al desafortunado apellido).El sucesor, de casi 71 años (otro anciano más).