| 04 agosto, 2021
Quedaban cuatro ancianas.
Un eslabón más en esta larguísima cadena de desapariciones.
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Quedaban cuatro ancianas.
Un eslabón más en esta larguísima cadena de desapariciones.
la primavera bergogliana de la que tanto hablan vidal y demas palmeros bergoglianos.
Soy de un pueblecillo al al lado de Brihuega y amo esas tierras y lugares alcarreños, profundamente. Siento tristeza y dolor por la desaparición de este Monasterio. Siento tristeza y dolor por la despoblación autóctona de nuestra querida España. Siento tristeza y dolor por la situación penosa de la Iglesia. Siento tristeza y dolor por este pueblo español, en general, aborregado, mansurrón y ovejuno. Siento tristeza y dolor por la apostasía de muchos que se dicen cristianos y católicos. Siento tristeza y dolor, porque presiento que estamos en vísperas de sucesos que cambiaran por completo nuestras vidas. Dios sabrá; Dios en su Divina Providencia, dirigirá nuestros pasos con su amor y misericordia. ¡ Bendito sea ! .
Pues esto es lo normal en España. ¡Con lo importante que llegó a ser la vida religiosa y el bien que hizo a la Iglesia! Los famosos frutos, ya saben.
Sí, es muy recurrido echarle la culpa a Dios.
Ni se inmutan. Quizás sea porque llevan mucho tiempo muertas estás monjas y ya las llevan a enterrar.
También me gustaría recordar que el actual término municipal de Brihuega llego a tener 4.318 habitantes en 1970. En la actualidad cuenta con 2.378 habitantes en 2020.
Muchos municipios han sufrido la despoblación y aún quedan unos cuantos miles más…..
Y el monasterio en venta…. En vez de cederlo a la Diocesis para que pueda adquirirlo otra orden religiosa con mas pujanza. Todo se traduce en hacer dinero.
La madre Abadesa dice que lo afrontan con alegría «porque es la voluntad de Dios».
Pues nada, todos muy felices y contentos de esa desaparición de un monasterio.
Eso mismo dicen los religiosos mayores con los que convivo, sin ni siquiera preguntarse si lo que han estado haciendo en estos últimos cuarenta años era realmente la voluntad de Dios.
…Y mientras tanto en las Órdenes y Congregaciones se pone el énfasis en los laicos, la ecología, la solidaridad, los refugiados, bla, bla, bla. La vida espiritual ha desaparecido, la sana teología está desaparecida, las observancias totalmente despreciadas.
Por otro lado, la llegada masiva de vocaciones de otros continentes acarrea la no entrada de posibles vocaciones autóctonas.