“LA NACIÓN” (diario), SU IGNORANCIA Y SUS AUTORIDADES EN EL ALBAÑAL

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“LA NACIÓN” (diario), SU IGNORANCIA Y SUS AUTORIDADES EN EL ALBAÑAL
Hoy, el matutino fundado por Mitre titula su editorial: “El Papa y el sentido pastoral de las bendiciones” y en el subtítulo elogia “el
sentido inclusivo de las bendiciones.
En primer lugar, le aclaramos que no existen bendiciones pastorales, porque todas las bendiciones son litúrgicas y están reguladas
en la normativa canónica. Lo hemos demostrado hace unos días y a lo escrito nos remitimos. Todo lo demás es una “truchada”
inventada por el “Trucho” y quien lo avala.
En segundo lugar le hacemos saber que sus autoridades son calificadas por “Bosta” y “Mierdich” y que, aunque hemos puesto
muchos apodos durante nuestra larga existencia, éstos no son invento nuestro.
“Bosta” por Bosca es un invento del médico Mario Caponnetto, residente en Mar del Plata y no de su hermano Antonio. Hombre
amplio y moderado con quien tuvimos que polemizar un par de veces: en una, defendía a mon Zecca, verdadera expresión en
castellano de su apellido que traducido significa ácaro, chinche, garrapata o casa de cambio de moneda, destructor de la UCA y
cómplice de Alperovich, con quien tuvo relaciones “carnales” tal vez más profundas por su común sangre hebrea. No olvidemos
que el apellido completo de Zecca es Zecca Feldman. La segunda fue su elogio del obispo de Mar del Plata, Antonio Rau, fundador
y destructor de la Universidad Católica de Mar del Plata “Stella Maris” quien primero perdió el “Stella Maris” porque tal vez la
Virgen María molestaba algunos diálogos ecuménicos, y luego su rector magnífico Juan Carlos García Santillán, a quien Rau
convocó para luego, maltratarlo y humillarlo. A quienes les interesen las polémicas, se las envío.
Respecto a “Mierdich” por el cardenal Cupich, el apodo se debe a Francisco José Fernández de la Cigoña, mi querido amigo. Les
recomiendo observar la cara del prelado, perseguidor de la iglesia de siempre en los Estados Unidos, integrante de una ínfima
minoría de un buen Episcopado, cómplice de todas las desmesuras criminales de Biden y su secuaces.
El editorial es lamentable, adulón, chupamedias. No le bastan al diario los cumplimientos casi diarios de un par de cacatúas
“católicas”, sino que el objetivo es reforzarlas.
Respecto a Bosca “destacado especialista en temas de la Iglesia, tal vez mucho debe haber progresado, porque perteneció a la
Cátedra de Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia, cuya titularidad compartíamos con el inolvidable Santiago de Estrada y de
la cual fue excluido o sea no renovada su designación anual por el aburrimiento de sus clases leídas. Además por su nulo aporte
durante las reuniones programadas de estudio de la materia. Su cauto silencio durante los debates, mostraba que ya había
tomado un rumbo distinto el que lo hizo famoso.
Cupich por su parte, elogia la declaración “porque ayuda a muchas de nuestra comunidad a sentir la cercanía y la comprensión de
Dios”.
En la Banda Oriental, tienen hoy un gran cardenal Sturla, quien se manifestó en contra de la declaración. Molesto el redactor del
editorial alude al Uruguay, país predominantemente laicista. Luego, hace un relato falso de los opositores reduciéndolos a
episcopados de África y Asia. Y yo le pregunto al responsable del editorial: Polonia, Hungría, Holanda, el Oeste de Francia, para
poner un ejemplo, ¿quedan en África o en Asia? No, quedan en Europa y Ud. es un mentiroso.
Lo más interesante del editorial es su final cuando muestra sorpresa por “la insistencia de algunos grupos por recibir bendiciones,
en una suerte de acercamiento al matrimonio cuando una gran mayoría de jóvenes encaran su vida de pareja… sin interesarse
demasiado por los sacramentos de la Iglesia”.
Bernardino Montejano
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