JUSTICIA CLIMÁTICA III

|

Fundacion Ecomar - Cuidamos el mar - ¡Hazte voluntario!

JUSTICIA CLIMÁTICA III

Escribimos desde la orilla del río más ancho del mundo, el segundo en materia de contaminación, después del ignoto Salween, al este del Tibet, en Asia, pero antes de los muy conocidos Danubio, conocido como “Río azul”, en Europa, el Ganges, en la India, y el Nilo, en Egipto.

<

Hoy, todo curso de agua próximo a Buenos Aires está contaminado y en muchos de ellos desaparecieron los peces. Ríos como el Reconquista, son los nuevos bárbaros que amenazan con pestes y enfermedades, mientras arrastran corrientes abajo miles de peces muertos. En los oscuros tiempos de Menem, la encargada del tema María Julia Alsogaray, tenía una increíble solución: entubarlos y hacerlos la matriz de una cloaca.

Esta disparatada solución fue refutada por anticipado por el arquitecto Ricardo de Bary Tornquist en un trabajo en el cual se opone al entubamiento del arroyo Napostá, con argumentos de valor general: “uno ya está acostumbrado a este tipo de aberraciones que consisten en aniquilar o suplantar con hormigón y mampostería los regalos que nos brinda la naturaleza… Se argumenta que el arroyo está degradado; ¡está enfermo porque lo envenenan! A los enfermos no se los mata ni se los entierra vivos, lo normal es curarlos. ¿Por qué el dinero que se invertirá en sepultarlo vivo no se emplea en impedir, por las buenas o por las malas, que la gente lo envenene? ¿Hay intereses creados?… Sonarán trompetas de gloria el día en que se levanten esas infames lapidas, y que los arroyos enterrados vivos resuciten a la luz del sol, a cielo abierto, tal como el Supremo Creador los hizo, sus márgenes bordeadas de árboles y flores, su murmullo dialogando con el canto de los pájaros”.

Es interesante el caso el caso de recuperación del río Wilamed, en Oregón, Estados Unidos, ya concretada, como lo manifestaron los profesores John Bonine y Patrick Mc Gimley, en “La Nación” del 20 de septiembre de 1992 (Revista).

El mismo de Bary nos propone una sentencia o aforismo: “Primun non nocere”, ¡Primero no dañar! Jamás el desarrollo debe significar la destrucción del medio… los arquitectos-paisajistas, que conocen la vida y la naturaleza, no rechazan el progreso ni proponen el retorno al primitivismo; se limitan a decir que cada hombre y cada etapa exigen un marco para su existencia, que tiene que ser a la vez, eficiente y bello”.

El tema de la contaminación del agua es global y los datos de nuestro país son solo una muestra de un problema mundial; una muestra la tenemos en el ilustrativo artículo publicado hace muchos años en el ABC de Madrid con un título sugestivo: “El mar del Norte en peligro de ‘ahogarse’ debido a los continuos vertidos de abonos” (7/7/1987): siete millones de toneladas de basura y 100.000 toneladas de restos de petróleo, son arrojados cada año al mar; debido al exceso de abonos se multiplican algas que, a su vez, son devoradas por bacterias con elevado consumo de oxígeno. Los peces y otros organismos vivos del suelo marino se quedan sin oxígeno. Los pescadores tiran a veces al agua porque los peces están cubiertos de úlceras… Este mar es un basurero sin igual en Europa y en el mundo entero”.

En un artículo publicado en “La Nación, Gonzalo del Castillo sostiene que el agua es el bien vital por excelencia y a nivel mundial protesta por la irresponsabilidad de la situación: “Dos millones de toneladas de deshechos son arrojados diariamente en las aguas, lo que incluye residuos industriales y químicos, vertidos humanos y desechos agrícolas”. La consecuencia es que “más de mil millones de personas se ven privadas del derecho a disponer de agua potable y dos mil seiscientos millones no tienen acceso a cloacas y saneamiento adecuado. El agua en mal estado es la segunda causa de muertes infantiles en el mundo: 3.900 niños mueren por día por enfermedades relacionadas con el agua” (28/3/2008).

Volviendo a la Argentina, solo podemos decir que las cosas no han cambiado, pero que existe bastante más hipocresía. Por un lado, la Constitución en su art. 41 prescribe que “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo. humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.

“Las autoridades proveerán a la protección de este derecho”. Para asegurar esto se creó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el régimen Kirchner nombró en ella a Romina Picolotti que la ocupó del 2006 al 2008. La funcionaria, por defraudación al Estado, entre julio de 2006 y junio de 2007, fue condenada en septiembre de 2021 a tres años de prisión, a restituir al Estado 7 millones de pesos e inhabilitada por vida para ejercer cargos públicos, todo ratificado por la Cámara, el 12 de julio de 2023.

Llama la atención como durante tantos años la causa durmió un pesado sueño, durante los gobiernos de los Kirchner, Macri y Fernández y una justicia complaciente

Hoy existe una empresa estatal llamada “Aguas y Saneamientos Argentinos”, que potabiliza el agua del Río de la Plata, pero aparte de esta función, no sabemos qué sanea.

Los argentinos tenemos que aprender a cuidar el agua, regalo de Dios y como le escribe Saint-Exupéry, cuando estuvo a punto de morir de sed en el desierto de Libia: “Tú eres la mayor riqueza que existe en el mundo, y la más delicada, tú tan pura en el vientre de la tierra. Puede morirse a dos pasos de un lago de agua salada. Puede morirse a pesar de dos litros de rocío que conserven en suspensión algunas sales. Porque tú no aceptas mezclas. No aceptas ninguna alteración. Eres una divinidad recelosa”.

Buenos Aires, abril 25 de 2024. Bernardino Montejano

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *