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De Iesu Communio en vísperas de Navidad

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Anteayer cambié en sábado mi misa dominical por tener que ir a recoger el domingo por la tarde a mis hijos y nietos que llegaban de Norteamérica. Al final de la misma había unas personas en el atrio vendiendo productos elaborados por las religiosas de Iesu Communio según nos advirtió al final de la misa el sacerdote.

Caná es generosa y bastante gente se agolpó ante la mesa tras la que varios seglares distribuían pastas, bombones… Que además son buenísimos. Doy fe repetida de ello. Y ahora una vez más. Muy probablemente el hecho se repitió en las misas del domingo con lo que se habrán recaudado algunos cientos, tal vez alguno miles, pocos, de euros para que puedan sobrevivir una mujeres entregadas a Dios y a nosotros. Y que conjugan admirablemente sus dos inmensos amores. Sobre todo a Él, a quien entregaron sus vidas enamoradas y por Él a todos nosotros. Y con un amor no teórico sino enormemente comprobable en todos los que hemos tenido la dicha de acercarnos a ellas. Porque de verdad nos quieren.

Tengo enorme debilidad por las religiosas de Iesu Communio y por otras también admirables. Sin embargo son las «vaqueras», mis vaqueras, las que más conozco y en todas las ocasiones nos ha ocurrido algo similar al Tabor salvadas todas las distancias. ¡Qué bien se está aquí! Hagamos tres tiendas…

Pues hagamos las tiendas. Os pido escasísimo esfuerzo. Unos euros sobrantes que junto a otros les van a permitir vivir. Incluso sobrevivir cuando la vida religiosa se muere. No seamos nosotros quien la matemos en nuestra desidia.

Es dificilísimo sobrevivir con unos dulces, por buenos que sean. Y lo son. Vendidos la mayoría de las veces en lugares donde Cristo dio las tres voces y nadie le oyó. Ya me dirán ustedes la afluencia de compradores en Lerma o La Aguilera o en pequeños pueblos de Andalucía o Castilla. Y ni en los grandes. Ellas hacen lo que pueden pero pueden muy poco. A nosotros nos toca suplir lo a lo que no llegan. Comprándoles y sobre todo dándoles. Que ellas nos dan mucho más.

Veo que hay gente enfadada  con la Iglesia actual. Algunos incluso decididos a suprimir la cruz en la declaración de Hacienda. Que por otra parte no  supone merma alguna de los propios bienes. Valen todos los berrinches no pocos harto justificados. Pero que ellos no justifiquen nuestra tacañería.

Las religiosas necesitan nuestro apoyo y nosotros necesitamos más apoyarlas. No voy a dar cuentas de crédito. El que quiera las consigue sin la menor dificultad. No se trata de comprar unos dulces por buenos que sean. Hay que asegurar que sigan existiendo. Incluso por nuestro propio bien. No invertimos en ellas sino en nosotros mismos. Y me parece irrisión llamar inversión a darles cinco, diez o veinte euros. Que nos los gastamos cualquier día en unas cañas con los amigos.

Pues quienes me lean que se lo piensen.  A mí me parece penoso que los católicos dejemos mal vivir, si es que viven, a unas religiosas sintiéndonos justificados porque una vez al año les compremos unos mazapanes que además están buenísimos.

 

Comentarios
8 comentarios en “De Iesu Communio en vísperas de Navidad
  1. Saben lo que me preocupa a mí? Que si buscas el nombre de NATALIA PEIRÓ en YouTube, te sale un vídeo de la nueva secretaria de CARITAS alabando la homeopatía. Una metodología seudocientífica que a sido condenada por la ciencia. Como esto se vuelva de dominio público la imagen de esta ONG se ba a hundir.

    https://www.youtube.com/watch?v=id28AbW1wnc
    https://es.wikipedia.org/wiki/Homeopat%C3%ADa
    https://elpais.com/elpais/2017/06/06/buenavida/1496768509_476810.html
    https://elpais.com/elpais/2017/09/21/ciencia/1506013423_926248.html

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