¿Hay excepciones al secreto de confesión?

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Interesante artículo al respecto:

https://laportelatine.org/documents/apologetique/une-exception-au-secret-de-confession

 

Comentarios
9 comentarios en “¿Hay excepciones al secreto de confesión?
  1. Es más amplio el sigilo que el mismo sacerdote Canon 983 § 1. El sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo. § 2. También están obligados a guardar secreto el intérprete, si lo hay, y todos aquellos que, de cualquier manera, hubieran tenido conocimiento de los pecados por la confesión.
    El término canónico es clarísimo, el secreto debe ser mantenido por TODOS AQUELLOS QUE DE CUALQUIER MANERA HUBIERAN TENIDO CONOCIMIENTOS DE LOS PECADOS POR LA CONFESIÓN, por qué, porque se ha hecho a Dios y no a los hombres y por lo tanto no pueden disponer de lo que no es suyo.

  2. Otra vez me ocurre, que cuando mando el comentario aparecen otros. Compruebo que coinciden con lo que digo o que el mío coincide con los anteriores.

    Sin perdón no hay vida eterna, pero eso, entiendo, que es algo personal, la Iglesia no se ve´ría muy afectada, pero sin Eucaristía, se hunde.

  3. Dicen que la Iglesia tiene doctores y seguramente será cierto, aunque no se vean. Pues aceptando lo que digan, que seguramente doctores de cuando los había a montones, ya dijeron algo al respecto, entiendo que no puede haber excepciones, ni siquiera en los casos que pone el artículo.

    Por ejemplo, alguien confiesa que va a matar a unos niños, pues hay que disuadirle y confiar en Dios y si no se le disuade, pues que sea lo que Dios quiera, como siempre.

    Ya hemos visto lo que ocurre con las excepciones. Se permitió tomar la Comunión en la mano en casos muy excepcionales y ahora es un festival y hasta son perseguidos los que no lo hacen.

    Pero el secreto de confesión es el pilar que sostiene el edificio. Sin secreto, no se confesará nadie y sin confesión nadie va a comulgar y ya me contarán lo que es de la Iglesia sin comuniones.

  4. El artículo es muy bueno.
    Solo le echo en falta la alusión a la posibilidad de total anonimato por parte del penitente.
    Me explico. en aquellos Estados donde se legisle contra el secreto de confesión sería conveniente que los obispos del lugar prohiban las confesiones cara a cara y todas ellas sean a través de la rejilla suficientemente tupida como para no reconocer el rostro del penitente. De esa manera el sacerdote nunca sabrá -o tendrá gran dificultad para saberlo- a quien está escuchando en confesión. Esta misma medida protegerá al confesor contra el policía o confidente que intente involucrar al sacerdote en la comisión del delito. Puede darse el caso de un colaborador de la policía que, con conocimiento de ésta, se acuse falsamente de pecados-delitos de pederastia y al ver que el sacerdote no denuncia, denunciarlo a él por encubridor. El confesor siempre podrá alegar que no sabía quien era el penitente por no haberle visto la cara.

    De todos modos dichas leyes contra el sigilo sacramental me parecen un brindis al sol por la sencilla razón de que el pederasta, ladrón o asesino que verdaderamente arrepentido se confiese ante un sacerdote, no va a ir luego a denunciarlo a la policía. Se entregaría a sí mismo. Y si desea entregarse como muestra de arrepentimiento fruto de la confesión, sería ilógico que denunciase al sacerdote que le dió la absolución. Aun en este improbabilísimo caso, como señalé más arriba, el confesor puede alegar desconocimiento del penitente y por tanto imposibilidad para denunciar.

  5. No debe de haber excepciones, pues si de por sí este sacramento está menos preciado por parte de los fieles y los sacerdotes. Sin secreto de confesión estarían cerrando la posibilidad de arrepentimiento, perdón de Dios y salvación de muchas personas.

  6. Ni una:

    «los legisladores civiles podrán decir lo que quieran, el sacerdote quedará siempre obligado por el secreto de la confesión»

    «el Padre Emaldi, misionero de la China comunista de Mao. Él no pudo hablar porque se cortó la lengua por guardar el secreto de la confesión. Él no lo pensó, o fue inspiración de Dios. El hecho es que lo estaban martirizando y sacando información en la China comunista de Mao Tse Tung y antes que revelar algo de confesión, tiró de la lengua, cogió una cuchilla de afeitar, ¡zas! Y no tiene lengua, tiene un muñón…. escribió un libro «Yo me corté la lengua».

    «…hay un caso histórico. Hay un libro que se llama «Una víctima del secreto de la confesión», que es muy similar. En Francia, un sacristán comete un asesinato, se confiesa con el párroco, condenan al párroco, lo mandan a África a un campo de trabajos forzados, y el asesino queda libre. El asesino no puede vivir de remordimiento y un día va a la policía y se confiesa él culpable. Mandan el aviso al campo de trabajos forzados de que liberen al sacerdote inocente. Y cuando llega el aviso, el sacerdote ha muerto ya. ¡Ha muerto víctima del secreto de la confesión! Él sabe quién es el asesino, y está cumpliendo una condena siendo inocente, por guardar el secreto de la confesión.» (Padre Jorge Loring)

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