| 28 diciembre, 2018
Me lo acaban de decir. Parece ser que de un infarto.
Arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, al que se le aceptó la renuncia el 21 de mayo de 2015.
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Obispo auxiliar de Valencia (1984-1988), nombrado por Juan Pablo II, el mismo Papa le hizo obispo de Jaén (1988-2004) y arzobispo de Mérida-Badajoz (2004-2015). Había nacido en Valencia el 8 de mayo de 1940 p0r lo que era un día más joven que yo. Tenía 78 años.
Nunca fui entusiasta de su persona, otro miembro del numerosísimo y no especialmente brillante, con contadas excepciones clan de los valencianos, peri este es sólo momento de encomendar su alma a Dios. R.I.P.
En Mérida no tenemos nada que agradecer a este hombre. Humillaba a la que fue su sede metropolitana, se negó a tener audiencias y servicios diocesanos en la capital extremeña para buena parte de una diócesis que tiene su otra capital en la misma frontera con Portugal y se dedicó a echar millones en su palacio episcopal en Badajoz, donde también hizo una Casa de la Iglesia que apenas se usa más que para dar clases del instituto de ciencias religiosas.
A los que les fue bien con él lo ensalzan queriendo vender la moto, pero generó muchísimas más “fobias” que “filias”.
Que Dios tenga piedad de él y descanse para siempre en su gloria.
Bien dice el refrán que hasta el rabo todo es toro.Me refiero a que pensé que este año la guadaña cumpliría con Yanes y Setién, pero en el último minuto nuestras previsiones se van por el desagüe.
Pablo VI no pudo nombrarlo en 1984.
Estuvo en la ordenación episcopal de Gil Tamayo