Encomendad su alma a Dios.
Obispo auxiliar de Santander; 1966.1969
Obispo titular de Dora, Prior de las Órdenes Militares, 1969-1976
Obispo de Ciudad Real, Prior de las Órdenes Militares: 1976-2003
Fue un obispo de Pablo VI en todos sus nombramientos excepto en la aceptación de la renuncia que la realizó Juan Pablo II. Que le mantuvo 34 años en Ciudad Real,
Era el quinto obispo más anciano de España después de monseñor Iguacén, el cardenal Don Francisco Álvarez, el cardenal Estepa y Díaz Merchán. Ahora ocupa ese quinto lugar el arzobispo emérito de Mérida Badajoz, Antonio Montero. El 18 de este mes hubiera cumplido Torija 92 años.
Hay tres diócesis que tienen dos obispos eméritos. Lérida: Piris y Ciuraneta; Toledo; el arzobispo Álvarez y el auxiliar Borobia; y Otihuela-Alicante: Oliver y Palmero. Pero Don Antonio Lasierra, a cuya sabiduría tanto debe este Blog y por lo que una vez más le doy las gracias, nos añade una, Orihuela, que se me había pasado y nos quita otra, Toledo, que había puesto. La voy a mantener dándole la razón a Don Antonio, siempre acertado. Borobia no es obispo emérito de ningún sitio pues sigue siendo obispo titular de Rubicón. No puede haber dos obispos de una diócesis por lo que Borobia nunca lo fue de Toledo. Ni Berzosa de Oviedo como Osoro se apresuró a manifestar. Eso es la ciencia. Luego está el sentir del vulgo. Entre los que es fácil caer. Antes estaba más claro porque los auxiliares lo eran del auxiliado y no de la diócesis y eso resultaba clarísimo. Hoy casi todo el mundo picamos pero para eso hay sabios que nos devuelven a la realidad. Que a veces hasta puede resultar animosa. Cobo o Vidal no son mis obispos. Son sólo auxiliares de mi arzobispo. Pues, vale. No voy a decir que les den morcilla porque eso, o un café, le corresponderá al auxiliado. Por mi parte, ni agua, que es un decir. Si estuvieran muriéndose de sed y yo tuviera agua, toda la que quisieran y tuviere. Pero si no son nada míos, pues… lo que ustedes quieran pensar.
Thanks, Don Antonio. Una vez más.
En la página diocesana de Ciudad Real no vi que se pidieran oraciones por quien tantísimos años fue su obispo y la situación era ya irreversible. Cuando publiqué la noticia le habían retirado ya la diálisis con lo que el final era inminente. ¿Para qué servirán muchas webs diocesanas que no se enteran de que se les está muriendo el obispo para que los fieles lo encomienden a Dios. Y de lo que es esa web añadir que dan como fecha de la aceptación de la renuncia el 20 de febrero de 2002 cuando el Annuario Pontificio y Catholic Hierarchy dicen que en 2003
Trabajé tres años, con interrupciones por ausencias debidas al mismo trabajo o familiares, en Ciudad Real, y me sobran dedos en una mano para contar alumnos creyentes. Hablo entre 2005 y 2008. La siembra de Algora, el Tarancón manchego, ya había tenido éxito. Y cuando esa siembra se realizó no había ni internet. Ya me contaréis el interés por mantener una página de religión, y encima para dar la noticia de que ha muerto un obispo primo de un ministro de Franco!
(Licinio de la Fuente por más señas).
Menuda racha guadañil: Yanes, Setién, García Aracil, Sebastián, Traserra y Torija.De película de terror.
P.S. Tampoco es relevante, don Francisco, pero creo que hay alguna otra diócesis con dos eméritos. No tengo tiempo ni ganas ahora de repasar la lista completa, pero a bote pronto se me ocurre el caso de Orihuela (Oliver y Palmero). En cambio me parece que técnicamente no se puede decir que don Carmelo sea obispo emérito. Sí que es auxiliar emérito. Pero es obispo titular, pero no emérito, de Rubicón. Su título episcopal es el de Toledo sino el de Rubicón.
P.S. La cosa debe de ser complicada porque la portada de la web diocesana de Ciudad Real se hace un lío. Hace a Mons. Torija obispo de Ciudad Real desde 1976, y anticipa la renuncia al 20-3-2002 cuando en realidad la aceptación apareció en el «Bolletino» de 20-3-2003.
No tiene importancia, don Francisco, pero las fechas que da son inexactas. Don Rafael fue titular de Ursona y auxiliar de Santander en 1969-1976, titular de Dora y Prior en 1976-1980, y obispo de Ciudad Real (diócesis creada el 4-2-1980) en 1980-2003. Por tanto Juan Pablo II fue responsable no solo de la renuncia sino también del nombramiento (aunque obviamente el episcopado era continuación del priorato para el que Mon. Torija ciertamente fue nombrado por Pablo VI).