O sea que desde la 00,01 de hoy ha perdido su derecho de asistir al Cónclave.
Es arzobispo de Hanói y salvo error mío todavía no emérito. Como el Coco que no se acaba de caer del alcornoque. En el caso del vietnamita se puede entender por las dificultades con el Gobierno comunista de Vietnam. Lo del lameculos italiano es incomprensible.
El Papa Francisco le creó cardenal en el consistorio de 2015 por lo que no ha participado ni participará en ninguna elección de Sumo Pontífice.
Con la pérdida de su derecho a voto hay en este día 115 cardenales electores que son las cinco vacantes que tiene hoy el Papa para nombrar nuevos purpurados si no quiere exceder, cosa que podría hacer, el número de asistentes a Cónclave que Pablo VI estableció en 120. Y que serán seis el próximo 8 de junio cuando cumpla 80 años el gran cardenal Amato. Y ya no habrá mas vacantes hasta el 30 de enero del año que viene cuando se producirá la del mejicano Suárez Inda.
Si el Papa en junio o a finales de este año quiere celebrar consistorio, y la fecha es igual porque las vacantes serán las mismas, será previsiblemente reducido pues salvo decisión suya en contrario no llegarán a la docena los nuevos cardenales. Seis u ocho con voto y dos o tres ya sin él. Esa era hasta el momento su tónica.
Ya en el próximo año perderán sus derechos electorales diez cardenales: el mejicano Suárez Inda (30 de enero), el filipino Quevedo (11 de marzo), el norteamericano O’Brien (8 de abril), el polaco Dziwisz (27 de abril), el chino Tong Hon (31 de julio), el irlandés Brady (16 de agosto), el congolés Monsengwo (7 de octubre), el polaco Grocholewski (11 de octubre), el italiano Menichelli (14 de octubre) y el indio Toppo (15 de octubre).
Como curiosidad ha fallecido desde el último consistorio sólo un cardenal más joven que él, Caffarra. Sin embargo son muchos los que con menos años son eméritos: Suárez Inda, Sziwisz, Tong, Brady, Grocholewski, Menichelli, Vallini, Wako, Scola, Rivera y Ving-Trois.
Es el primer cardenal creado por Francisco que pierde su derecho a votar en cónclave.
Podría pasar esto: no se acepta la renuncia ni de este, ni de Amato, ni de Coccopalmerio hasta pasado el consistorio, y se celebra este el 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo.De este modo, los sucesores de estos tres purpurados deberían esperar al consistorio de 2019 y Su Jorgismo tendría tiempo para pensar en los relevos.La cuestión es que, si solo crea ocho cardenales (que es lo que pienso), sólo dos (como mucho) serán italianos y ahí está el quid de la cosa.¿Descartará otra vez a Venecia y Turín?¿Nombrará a Milán y al vicario de Roma, dándoles dos votos en cónclave?¿Se saldrá por los cerros de Ancona, Agrigento o Perugia?Si quisiera nombrar italianos, ¿por qué creó purpurado al nuncio en Siria y no a otro señor más relevante?Scola y Vallini tienen todavía voto en caso de cónclave.
En el caso de Vietnam hay otra dificultad añadida: el fallecimiento repentino del arzobispo de Saigón durante una visita a Roma. Si cubrir un episcopado en ese país ya es difícil, cubrir dos, y además los de las dos ciudades más importantes, más aún.