El Padre Santiago Martín y los Principios Innegociables

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El padre Santiago Martín se pregunta si Fiducia supplicans es “el principio  del cisma”

Ha estado muy bien, como siempre.

Y quedó muy claro que los principios innegociables son tres. No cinco. La moderación y la escucha se le han colado.

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Ya sé que que él lo tiene clarísimo pero hay gente que lo de la túnica inconsútil no lo entiende bien. Porque el cuerpo le pide coladero. Como a Bernardin. O a Biden. O a Pelosi, O al Trucho. O a tantos.

¿Al aborto? No. ¿Al ataque a la Familia? No. ¿A negar el derecho de  los padres e educar a sus hijos? No. ¿Duchado? Por supuesto. Pero si no te has duchado, también. ¿Sabiendo inglés por si el otro no sabe español? Vale. Pero si no sabes inglés, también, hasta por señas.  ¿Con educación? Siempre se debe ser educado, en un partido de futbol, en el metro… pero sin olvidar no hacer el primo ni el ridículo. Ya lo de la moderación pues más bien como venga el otro. Y lo de escuchar pues depende de que el otro hable o rebuzne. Que la obligación de escuchar memeces tampoco es ningún principio innegociable.

https://www.religionenlibertad.com/video/155052/vuelta-principios-innegociables.html

 

Comentarios
1 comentarios en “El Padre Santiago Martín y los Principios Innegociables
  1. Son 4, como nos enseñan San Juan Pablo II y Benedicto XVI ( Sacramentum Caritatis 83). Falta «la promoción del bien común en todas sus formas», que abarca e incluye inseparablemente las claves de la doctrina social de la iglesia: la paz, la justicia social y la opción por los pobres de la tierra, el desarrollo y ecología integral, los derechos humanos y sociales; el destino universal de los bienes por encima de la propiedad, el trabajo digno con un salario justo antes que el capital, la empresa como comunidad humana y la socialización de los medios de producción… Si no se cumplen a la vez y unidos estos principios con todo lo que supone. la doctrina social de iglesia como elemento clave de la misión y de la moral, se cae en la ideologización y partidismos de la fe, mal muy grave según nos enseña el propio magisterio con los Papas.

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