| 06 septiembre, 2019
Últimamente se han puesto de moda en los funerales intervenciones de familiares o amigos. que recitan una poesía o sucedáneo, hacen el elogio del difunto, expresan cuanto lo querían y lo tristes que se quedan con su muerte o disponen que se interprete una música con el pretexto que le gustaba mucho al muerto o a alguno de los vivos.
Todo eso no tiene nada que ver con un funeral y el obispo de Huesca y Jaca ha hecho muy bien en prohibirlo en sus diócesis.
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https://www.elmundo.es/espana/2019/09/05/5d70e42b21efa08c468b463a.html
Otra cosa es que le hagan caso. Hay curas a los que les encantan esas variaciones. Cualquier cosa antes que segur la rúbrica
Así lo dejarán,Teruel-Albarracin y Jaca-Huesca…No está la cosa muy boyante
En tiempos pretéritos hasta obispo auxiliar de Zaragoza
Ahora Aragón en horas bajas
Rafa: Yo tengo 66 años, o sea que fui testigo, gracias a los medios de comunicación, del Concilio Vaticano II, que promovió una reforma litúrgica que era necesaria y nada tiene que ver con las misas con guitarras, los «kumbayás», como decía mossèn Rovira Belloso, q.e.p.d. Cuando por primera vez se celebró una misa con este instrumento (guitarra española) en mi parroquia, yo tenía 16 años y me gustó. Cuando tenía más de 40, ya con otro párroco, los jóvenes, algunos de ellos antiguos alumnos míos de religión, formaron una rondalla que actuaba a veces en misa (¿Por qué no venían todos los domingos?), que cuando tocaban me crispaban los nervios. Mire, yo no he visto «Carros de fuego», pero dudo seriamente de que la banda musical de esta película tenga algo que ver con la liturgia.
Jacetano: De 1258 a 1577, Albarracín estuvo unida a Segorbe. A ésta, en 1960, se le añadió el arziprestazgo de Castellón, que pertenecía a la diócesis de Tortosa. Desde entonces es Segorbe-Castellón de la Plana.
No sé qué ocurrió con Albarracín entre 1577 y 1851, año en que es unida a Teruel (Teruel-Albarracín). Desde el 11-VIII-1984 es Teruel y Albarracín.
Ramiro: Hay más casos: Cádiz y Ceuta, Pamplona y Tudela, Calahorra y La Calzada-Logroño, pero en el de Huesca y Jaca parece extraño que tomaran esa decisión después de cinco siglos siendo llevadas cada una por un obispo distinto, y más cuando pertenecen a distintas provincias eclesiásticas: Huesca a Zaragoza y Jaca a Pamplona. Se habló de volver a los dos obispos cuando mons. Sanz Montes fue trasladado a Oviedo, pero nombraron de nuevo a uno solo. Sin embargo, el Papa podría nombrar a un obispo sólo para Jaca y dejar a mons. Ruiz Martorell con sólo Huesca o viceversa.
De todas formas, es una cuestión que me ha gustado que alguien se refiriera a ella, ya que a veces también pienso en este caso.
Rafa: Tiene usted mi permiso, no faltaba más.
Ayer mi obispo (Pardo) se reunió con el consejo parroquial de mi parroquia. Como soy miembro de las secciones de liturgia y catequesis, empecé diciendo que me he preguntado muchas veces en qué se han convertido muchos funerales. Cité el decreto del obispo de Julián Ruiz Martorell, que monseñor Pardo ya conocía.
Se me dijo (no fue el obispo) que si se prohiben lecturas o cánticos y melodías inadecuados y los discursos la gente dejará de ir a los entierros. Pero estoy seguro de que si el Barça, por poner un ejemplo, obligara a todos los aficionados que quisieran asistir a los encuentros en el estadio a lucir (es un decir) el lazo amarillo, aunque algunos estuvieran en desacuerdo con lo que simboliza, se lo pondrían sin rechistar. Cada club o asociación, mutua, etc., tiene sus estatutos, que los afiliados cumplen a rajatabla. ¿Por qué en la Iglesia cada cual quiere hacer lo que le salga de donde sea, alegando que son cuestiones personales o dando cualquier otra excusa y eso no ocurre en los demás colectivos? También dije que cuando era joven no iba a la discoteca a rezar el Rosario, que hay un sitio para cada cosa y cada cosa debe estar en su sitio, y que la iglesia (en este caso cuando se celebra un funeral) no es lugar para leer cualquier cosa (un poema de Kipling, por ejemplo, por muy bueno que sea), ni para interpretar melodías más indicadas para un auditorio o una discoteca.
Ya hace más de treinta años se intentó evitar que se dieran conciertos en las iglesias, pero si se dan, el Santísimo no debería estar en la nave donde ésto ocurre. Y en mi parroquia hay otra capilla a donde podría ser trasladado, como se hacía antes.
Totalmente de acuerdo con ud., Gelasio, creo que hace falta creatividad por parte de algún sector del clero para articular formulas para las manifestaciones de emociones, preservando la integridad de la Santa Misa. La mayoría de Iglesias cuentan con espacio, y el momento depende del sentido de la oportunidad.
Si comienzan a introducirse «cuñas» en la Misa, el sentido y significado de aquella, bastante algo, queda difuminado. Creo yo que es como lo de Marta y Maria,…dependiendo de la traducción: …muchas cosas te preocupan pero tan solo una es necesaria, pues más o menos es parecido, nos preocupa la hipoteca, el trabajo, nuestros padres, amigos, etc…son importantes, claro que sí, pero para vivir necesitamos la Salvación, que las preocupaciones por unas cosas no nos hagan eclipsar la más importante.
Las guitarras deberían estar prohibidas, la aportación más desafortunada de los últimos tiempos, y conste que tengo 43 años, no se me puede tildar de mayor o carca; en esto Ratzinguer era muy claro, con toda razón, no es que en Misa no tenga cabida la música, es que la música que se haga ante el Creador debe tender a la perfección, ser y ejecutarse de forma perfecta…para cancioncillas o canciones ligeras hay mil momentos y lugares.
Saludos
Por una vez, y sin que sirva de precedente, como decimos los juristas, ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON EL SEÑOR OBISPO DE HUESCA Y JACA.
Por cierto, ¿volverán a nombrar alguna vez a otro Obispo para Jaca, o se quedará ya como añadido al Obispado de Huesca, aunque la Diócesis siga existiendo y tenga plena capacidad jurídica…?
ALBARRACÍN también sigue siendo diócesis, salvo que me equivoque, pero el Obispo de Teruel es Obispo de Teruel y Albarracín, per secula seculorum…
Teruel y Albarracín es una sola diócesis. Desde 1984 figura con esta denominación. Fueron fusionadas en 1851. Jaca y Huesca tienen en común únicamente el obispo y que un 49 por cien del terreno es provincia de Huesca; por eso que no admitimos para nada que se nos trate como un «añadido» a la diócesis de Huesca. De hecho, el decreto para las exequias es únicamente para la diócesis de Huesca, no para la de Jaca. Pero ya estamos acostumbrados a que nos tomen por el pito del sereno, así que pasamos olímpicamente de los comentarios que se hagan al respecto, fruto sobre todo del desconocimiento de la realidad pastoral y de la vida diaria, que muestra que cada diócesis funciona de forma muy diferente -por no decir totalmente opuesta en algunos casos- a la otra. El que paga el tema del obispo único es precisamente el obispo. Lo pagó en sus carnes D. Jesús Sanz y lo paga en sus carnes D. Julián Ruiz, uno porque hizo la vida en la carretera, y el otro porque la hace en la carretera. El ángel de la guarda del obispo tiene que hacer horas extras. Es lo que ocurre por hacer experimentos desde un despacho con diócesis que no se conocen y de cuya geografía y comunicaciones no se tiene ni idea.
Si esto fuera Italia, iríamos a obispo por arciprestazgo, ya que veo que en Italia hay archidiócesis con simplemente 10.000 habitantes. Pero no somos italianos, somos españoles y, lamentablemente, en la santa Madre Iglesia, la cosa funciona así…. Vocaciones episcopales no faltan, eso seguro.
De todas formas, hay que decir que «chapeau» por el decreto y que, en comentarios que hace la gente de calle, en ambas diócesis, está siendo muy aceptado, pues muchos dicen que es una vergüenza ir a los entierros, sobre todo en los pueblos, que parece que no se acaban nunca de lo que se pone a hablar la familia de lo bueno que era el muerto -y eso, como me decía un señor esta mañana «cuando es verdad»-.
La reina Fabiola de Bélgica quiso para su augusto esposo un funeral de «gloria y esperanza». Lo segundo, en el cristiano que se queda en este mundo cuando el ser querido se va, ya se supone. Lo primero, no corramos tanto, que al fallecer la abuela paterna de un servidor, una de sus tías dijo: «Ya está en el cielo». Y una de sus primas hermanas, religiosa, también sobrina de esta señora, le respondió: «No lo sabemos». Y los obispos belgas respondieron con un funeral de corpore insepulto con casullas moradas, cosa que no ocurrió en la misa (no exequial, si mal no recuerdo), por unos maristas españoles asesinados creo que en 1996 en África, celebrada en Madrid con ornamentos blancos. Y creo que presidía monseñor Rouco, que todavía no era cardenal.
Rafa tiene toda la razón, y se lo digo muy en serio, porque un servidor también lo está constatando:
«El que al cabo de cinco minutos no mueve los corazones, al cabo de diez minutos mueve culos».
«¿En qué se tiene que parecer un buen sermón a una minifalda?
-En que sea corto y enseñe mucho.
Totalmente de acuerdo con todos sus comentarios, y me guardo lo de la minifalda con su permiso :-), es muy bueno.
No puedo estar más de acuerdo, al Reino de los Cielos se entra como un niño de la época de Jesús, siglo I, es decir, sin derechos… Humildemente porqués es pura Gracia, así q por mucho que queramos y amemos al difunto, no va a ir al Cielo a fuerza de palabrerías sin fin…. Oración y misa perp siendo conscientes de que Dios no nos necesita para Salvar. Humildad.
También deberían los obispos amonestar a los sacerdotes que convierten los funerales en «ceremonias de canonización» y dan por hecho que el difunto está en el Cielo viendo a Dios.
Desde luego me consta y créanme por desgracia asisto a muchos entierros. Todos son panegiricos para el finado… Y luego resulta que lo que dicen en el altar, no se corresponde con la realidad. Ignorancia por parte del celebrante? Palmero de la familia?, pingües beneficios por adular? Buenísmo? Vete a saber.!!!!
Hermenegildo, algunos Obispos realizan esas pseudocanonizaciones!!!! Si el capitán juega a las cartas…….?
Hay lugares donde el abuso es patente. No tanto familiares que también, se ve que las películas americanas a pie de cementerio con el discursito cala hondo en esta nuestra vacía sociedad.
El peor abuso es el del sacerdote, donde todo es una hagiografía del fallecido sin conocerle porque no se qué amigo o familiar se lo ha dicho al cura. Pasó en un pueblo pequeño donde el cura comenzó que si era así o asao y estaban presentes unos familiares que no pensaban que era así si no todo lo contrario y que esos sobrinos se habían llevado lo que era de todos. Lo peor que el cura ni siquiera terminó alabando al que se muere si no a los sobrinos que lo cuidaron dandoles las gracias por su gran generosidad, cuando todo el pueblo sabía que lo cuidaron tarde, mal y nunca y que heredaron lo que tenía que era bastante. Rayó en el ridículo y fue la comidilla durante quince días tanto esa familia como el buen párroco metepatas, pelotillero y meticón.
No hablemos ya de las canciones, que si la Salve rociera, que si you are the champions y demás que la gente sin ningún sentido litúrgico tiene. En un funeral hay que rezar y pedir por el alma de que ha fallecido para que Dios perdone sus culpas y tenga Misericordia de esa persona y mucho menos decir que nuestro hermano o hermana ya está gozando de la presencia del Altísimo, primero porque no lo sabemos y segundo porque no todo el mundo se salva y todos pasan a gozar de Dios.
Es lo que pasa cuando se pierde el prestigio, que mucha gente no se fía de palabras huecas y frías de uno que pasaba por allí. Va a ser que la culpa es para el gorrión. La Iglesia ha perdido tanto el paso que hasta los chiquillos se les ríen en sus barbas. Pero en una situación así, si el pater se pone estricto, se le manda a freír espárragos y se lleva a cabo un acto como Dios manda, es decir, profundamente espiritual y esperanzado. Que miren para el bosque, hacia más arriba a ver qué está pasando y que se dejen de chorradas y de tocarle la poca moral que le queda a quien quiere vivir su fe. Es la consecuencia de la traición por arriba, que se le echan los perros a los de abajo.
¿Y qué decir de los recordatorios? En muchos ya no vemos una cruz, el Cristo de Velázquez, la Piedad de Miguel Ángel, entera o algún detalle. Ausencia total de símbolos cristianos en la portada. Ahora les da por poner una postal del pueblo del difunto, que ocupa el anverso y el reverso. Horrendo. Hay una farmacia en mi pueblo que al acercarse el nuevo año obsequia con calendarios de bolsillo con vistas de esta localidad. Una buena idea. Al ver uno en casa, mi hijo preguntó quién había muerto, pues recordó esos recordatorios. También los hay que ponen un bosque, una barca varada y destartalada sobre la que revolotean unas gaviotas, la foto del difunto ocupando todo el espacio, una rosa… podríamos seguir con las lápidas. Y hablo de gente que recibió sepultura eclesiástica.
Las estampas de primera comunión ya no son estampas: Son puntos de lectura. La protagonista ya no es la Eucaristía: es el/la comulgante. Muchas misas de primera comunión se han convertido en un festival infantil.
En mi parroquia de origen el sacerdote último que mandaron suprimió desde el principio la Segunda Lectura, pretextando que tiene cinco parroquias y que no tiene tiempo a que se lea la Segunda Lectura, sea la que sea. En la celebración el otro día de La Sacramental, que además había seis sacerdotes en el altar, también se suprimió la Segunda Lectura. Sin embargo tiene tiempo para soltar unos sermones insulsos, supongo, porque apenas son audibles, de por lo menos 15 minutos. ¿No estarían mejor y serían más edificantes para la feligresía la lectura bien hecha de toda la Palabra de Dios?. Yo se lo dije, pero como si oyera llover, aparte de demostrarme una ojeriza poco cristiana. En fin, el típico ordeno y mando y afán de dominio.
Si hay algo que ha echado y echa a gente de la Iglesias, son los sermones. No cumplen ni de lejos su objetivo, que es disponer a los fieles a recibir la Eucaristía, el único fin de la misa, mediante una explicación de las Lecturas… Lejos de ello, ni explican, ni comentan… Muchos se pierden en su incontinencia verbal, parloteando sobre pensamientos desordenados, a veces kafkianos, y algunas veces hasta contrarios a los propios Evangelios. Salvo honrosas excepciones, los Sermones han aumentado la ignorancia de los laicos en las Escrituras, y distraído en la disposición espiritual de los fieles a recibir la comunión… Son absolutamente prescindibles. Los mejores son los cortos porque al menos no pecan de pretenciosos, y revelan humildad del sacerdote.
¿Y no parece, por lo menos, raro que una Universidad Católica comience el curso con una Lección Magistral sobre el Corán?
https://www.sandamaso.es/actos-academicos/inauguracion-curso-2019-2020
Fui testigo en una boda de como salió para hacer la primera lectura un caballero, que sacó del bolso del pantalón un papel arrugado, lo alisó y soltó unas cuantas incoherencias sin sentido religioso alguno, y se largó por donde había venido. Lo peor fue cuando el sacerdote oficiante se precipitó al micrófono y soltó lo de «Palabra de Dios». ¿Palabra de Dios?. ¿En qué estaría pensando aquel sacerdote?. Yo formaba parte del Coro, pero todo lo de aquella boda tenía una pinta rara, y el sacerdote venía con la propia boda.
Y porque no han visto ustedes bodas oficiadas por jesuitas. En una reciente, el celebrante quería cambiar el Evangelio por un texto de autoayuda sacado de internet. Ultracursi y ultracarameloso. La madrina fue quien lo impidió, porque era del Opus. Al final se leyó porque el cura y los contrayentes se empeñaron, no sé si como salmo o como segunda lectura. Y estoy hablando de una boda muy pija, que es donde se suelen prodigar los miembros de la compañía.
Hablando de obispos. Desde inicios de Julio el Obispo de Segovia se encuentra enfermo. Ya el blogger se hizo eco de la preocupacion por la salud de Don Cesar. Pasados dos meses, los diocesanos no sabemos nada sobre el estado del Obispo.
De acuerdo con todo, pero vamos a ser sinceros. Hay veces que es imposible negarse a ciertas licencias. Imaginemos un caso que suele darse: difunto joven, incluso niño, que muere inesperadamente, y su madre/padre quiere decir unas palabras. Todo el pueblo presente. Dolor, mucho dolor. ¿Se atrevería alguno a negar esas palabras diciendo que «no viene contemplado en las rúbricas»? ¿Cómo controlar lo que va a decir el familiar si no lo trae escrito? Ya os digo yo que tras el entierro el cura es arrojado al pilón si no le deja hablar. Y, al día siguiente, ya puede ir pidiendo cambio de parroquia, que allí ya no pinta nada.
Otra cosa son los excesos de aurora boreal. Claro que hay que cortarlos. Un tango, por ejemplo, no procede, por mucho que el difunto sea del mismo Buenos Aires.
Una solución cutre es despedir a la asamblea y luego dejar que hablen los familiares (ya no sería en el mismo acto litúrgico). Mal apaño, claro.
Lo que hay es un problema de formación de los fieles. Que en mi opinión es culpa de la propia Iglesia, concretamente de los obispos, que llevan décadas pasando del tema y dedicándose no se sabe muy bien a qué.
Si no se catequiza a la gente desde bien pequeña para explicarle cómo se supone que deben ser las cosas, luego no se extrañen de que les vengan con exigencias del tipo «mi hijo tiene derecho a hacer la comunión aunque no está bautizado ni va a estarlo».
No hace falta hacer apaños, el ritual permite la posibilidad de la que vd. habla, después de la oración final y antes del salmo de salida de la Iglesia con el cuerpo del difunto, formando parte natural de la celebración y sin necesidad de despedir a la asamblea anticipadamente: “En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una breve biografía del difunto y agradecer a los presentes su participación en las exequias”.
Corregir los abusos no significa prohibir lo legítimo, que la Iglesia ha recogido en la rúbrica y aprobado en los libros litúrgicos.
Que sí, que ya lo sabemos. Pero repito, ¿cómo controlar lo que va a decir el compungido familiar en un momento de dolor así? ¿Leyéndole la cartilla antes en la sacristía cuando no está, por el dolor, para regañinas sino para recibir consuelo? ¿No permitiendo dichas palabras cuando no están, como dice el ritual, prohibidas?
De acuerdo con evitar abusos pero, en momentos así, es muy difícil ponerle el cascabel al gato.
Pero esa rúbrica del Ritual se refiere sólo a las exequias en el que el difunto está de cuerpo presente, pero no a las Misas de difunto. En cualquier caso, ¿puede un Obispo contradecir lo que establece el ritual?
Si seguimos las rúbricas fielmente, el ritual de exequias señala claramente para el final de la celebración: “En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una breve biografía del difunto y agradecer a los presentes su participación en las exequias”. Obviamente habrá que corregir los abusos, pero no prohibir lo que el rito aprobado por la Iglesia permite. En aquellos sitios en que se hace bien este breve elogio, no se comete abuso litúrgico alguno (quede esto claro) porque lo permite el rito. Estando de acuerdo en la necesidad de corregir (aquí como en todo) los posibles abusos que puedan producirse.
Pero esa rúbrica se refiere sólo a las exequias en las que el difunto está de cuerpo presente, no a las Misas de difuntos.
Además, en el caso de seguir el Ritual hay que seguirlo de forma completa, lo que raramente se hace y rezar todos los salmos y oraciones en él previstos.
Los funerales se están convirtiendo en un espectáculo lamntable por culpa exclusiva de los sacerdotes que los ofician y de los prelados que no vigilan a sus curas.Tan simple como eso.
Y de las exigencias de los fieles también, que en esos momentos no atienden a razones y con la sensibilidad a flor de piel. La culpa es de todos.
Este se ve ya en Zaragoza!!
De ahí que publique tanto
No estaría mal que los obispos se preocupasen, con la ayuda real de sus Delegaciones de Liturgia, de vigilar el desarrollo de la liturgia en sus diócesis, corregir lo que fuere necesario y potenciar la vida litúrgica. Pero, claro, estamos en la dinámica de las periferias, del descarte, y lo de la liturgia no importa mucho.
Acertado, no. Acertadísimo. La Liturgia es de la Iglesia, de toda la Iglesia que la celebra según sus propias normas y tradiciones. Así debía ser en todos los casos y quizás más en los funerales porque dada la carga emotiva que pesa sobre el ambiente el número de disparates y tonterías sensibleras puede ser mucho mayor. Que lo consiga es otra cosa aunque yo creo que aún hoy un obispo tiene recursos para imponerse a la generalidad de su clero.