Antonio Duato, progre de libro y de toda la vida

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Antonio Duato, exdirector de Iglesia Viva

Lo pone de manifiesto en una larga entrevista que no os voy a enlazar. Lo de siempre. Por uno de los de siempre. Sólo una información interesante. Su edad. Sabía que era mayor pero no tanto, Nació en Valencia en 1932. El año que comienza dentro de diez días cumplirá 88 años. Un joven valor sin duda.

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Comentarios
9 comentarios en “Antonio Duato, progre de libro y de toda la vida
  1. Me pregunto por qué le llaman «teología de la liberación» a una cosa que jamás ha «liberado» a nadie. Y si no, que nos lo cuenten quienes han tenido o tienen la desgracia de vivir bajo uno de esos regímenes «liberadores» de los susodichos «teólogos».

    1. La teología de la liberación fue un movimiento auspiciado y financiado por la Unión Soviética y con implantación, sobre todo, en América Latina, que también tuvo su influencia en Europa, con el fin de sumar a importantes intelectuales a la causa del terror comunista. Fue un producto destinado a las élites ilustradas e las diferentes religiones (sobre todo la católica) con el objeto clarísimo de poner a favor de la URSS a grandes masas sociales de países del Tercer Mundo en la lucha por la hegemonía de dos mundos enfrentados y antagónicos: la dictadura comunista totalitaria, por un lado, y el mundo occidental democrático y de economía libre. Muchos memos, de todos los niveles, picaron el anzuelo creyendo que servían a Dios cuando era al diablo a quien prestaban pleitesía. Todavía hay quienes siguen con el runrun a pesar de la debacle estrepitosa del comunismo y el triunfo de la economía de mercado. Desde simples fieles, curas, algún obispo y algún que otro cardenal, bienintencionados la mayoría de ellos, sirvieron de tontos útiles para fines anticristianos, haciendo bueno el dicho, tantas veces repetido, de que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Para que veamos el descoloque monumental en el que está la más alta instancia de la Iglesia Católica, todavía pretenden «habilitar» dicha teología como si no hubiera nacido de un lodazal. Por mi parte, y siempre que sale el tema a relucir, entono el mea culpa por haber caído, años ha, en las redes de algunas de las mafias teológicas bajo el membrete de «teología de la liberación».

      1. El sucio secretillo de la teología de la liberación es que a pesar de lo mucho que hablaba de los pobres en realidad nunca interesó mucho a los pobres, fue cosa de gente de clase media y clase media-alta (Ejemplo contundente de esto es Ignacio Ellacuría, que era rector de una universidad muy exclusiva, la UCA salvadoreña). El segundo sucio secretillo es que sus verdaderos orígenes no son latinoamericanos sino alemanes. Por cierto, y en relación con esto, es un grosero error criticar al comunismo como «los errores de Rusia» como hacía por ejemplo la famosa «Carta colectiva» del episcopado español de 1937, porque lo cierto es que los auténticos orígenes del comunismo son igualmente cien por cien alemanes, es decir, que la dicha Carta debería haber hablado más bien de «los errores de Alemania». Desde antes de Lutero Alemania ha sido la fuente de todos los extravíos ideológicos, filosóficos y religiosos que han arrasado la antigua Cristiandad.

  2. Toda esta gente no sabe que están tocados por el maligno eje del mal. Si lo saben es aún peor. Hasta la denominación de las fechorías que perpetraban, «teología de la liberación», fue un invento soviético. Como para estar orgullosos.

  3. Yo mismo podría añadir a otros veinte más, nonagenarios o casi (prelados incluidos).Son como las pilas del anuncio: duran una eternidad.

  4. A mí empieza a preocuparme que el buen bloguero no diga nada de Toledo el día antes del supuesto nombramiento. Algo se cuece y no es bueno; más bien la ruina para la sede primada si no se dice otra cosa.

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