AL GRAN PUEBLO ARGENTINO ¡SALUD!

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BANDERA ARGENTINA DE CERCA. CIELO AZUL OSCURO. HORIZONTAL.COLOR. Stock  Photo | Adobe Stock

AL GRAN PUEBLO ARGENTINO ¡SALUD!

Ayer fue un gran día. Después de dos décadas de sufrir, de aguantar, de apechugar, de ser humillado, nuestro pueblo dijo ¡Basta!

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¡BASTA! de mentiras, de hipocresías, de simulaciones, de maldades, de burlas, de un Estado al servicio de cuanta porquería existe en este mundo.

Desde ayer se abre una posibilidad: que el Estado vuelva a ser una persona de bien y que deje de ser el gran corruptor de los hombres.

Desde ayer se abre la posibilidad que los padres vuelvan a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.

Desde ayer se abre la posibilidad que los hospitales se inauguren en serio y que no sean una burla para los enfermos.

Desde ayer se acabaron las políticas de Estado: corromper a los estudiantes con la ideología de género y con diversos pretextos, aplicar la prisión perpetua a los detenidos por causas basadas en “lesa humanidad”.

Desde ayer se abre la posibilidad a los “argentinos de bien”, al decir del presidente electo, de respirar, de volver a trabajar y producir sin un Estado que los agobie con nuevos impuestos, tasas y contribuciones.

Desde ayer se abre la posibilidad de acabar con planes, subsidios, que fomentan la vagancia y conspiran contra la laboriosidad, piquetes, manifestaciones y que se hagan realidad las palabras de San Pablo que recuerda la Liturgia de las horas de hoy: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Nos hemos enterado que hay entre vosotros algunos que viven sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A ésos les mandamos que trabajen con sosiego para comer su propio pan”.

Desde ayer se abre la posibilidad de vivir más seguros, de poder saber a qué atenerse, de poder hacer planes para el futuro.

Desde ayer se abre la posibilidad de meter a los delincuentes en las cárceles, lugares donde ganan las elecciones los derrotados.

Desde ayer tenemos la posibilidad de que los presos no tengan celulares desde los cuales planifiquen y dirijan nuevos entuertos.

Desde ayer tenemos la posibilidad de erradicar y no urbanizar las Villas Miserias y de acabar así con los curas villeros, más políticos que sacerdotes.

Esperamos que en este nuevo contexto se aceleren los juicios contra los políticos corruptos y que acaben sus días en el lugar que se merecen: la cárcel.

Gracias a todos los que dieron testimonio de su dignidad rechazando todos los intentos del candidato frustrado de comprar sus votos.

Gracias a los que con su voto hicieron posible que comenzara una nueva política con gobernantes que, con la bendición de Dios, esperamos recuerden las palabras de Carlos Obligado en su poema “Patria”:

¡Cuidado al elegir duca e maestro

Ni el Estado ni el Pueblo es soberano.

¡El Soberano es Dios para para bien nuestro!

 

Bernardino Montejano

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