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Ahora un religioso de La Salle

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De momento en prisión. Por supuesto que me alegraría muchísimo que todo fuera un malentendido pero aunque los religiosos disminuyen aceleradamente y muchos ya están retirados por su avanzada edad estos casos lamentables aumentan. Hay algo, o mucho, que no funciona.

Y no es ABC precisamente un periódico contrario a la Iglesia.

http://www.abc.es/espana/madrid/abci-fotos-menores-delataron-hermano-pedro-201609302354_noticia.html

Como la información es todavía incompleta no pondré la fotografía que publica ABC sino una ilustración del santo de La Salle.

Comentarios
9 comentarios en “Ahora un religioso de La Salle
  1. Estimado Antonio.
    En otro tioo de posts se podría aplicar tu vomentario. En estos casos, en cambio, no. Créeme que lo que digo lo digo con conocimiento de causa.

    Un abrazo en Cristo.

  2. Estimado Antonio.

    En otro tipo de posts podría aplicarse su comentario. Pero le puedo asegurar, desde dentro, que lo que digo lo digo por algo.

    Un abrazo.

  3. El problema de estas noticias a medio cocinar es que hacemos como con los casos de los sacerdotes: juzgamos sin conocer los términos ni los pormenores. Y por ende, juzgamos al colectivo por lo que supuestamente ha hecho uno de sus miembros. Es un pecado muy de cristianos el atribuirse la potestad de juzgar, cuando sólo es de Dios (y, legalmente, de los jueces). Si es culpable, que lo pague como cualquier hijo de vecino, pero si no lo es, ya nadie se preocupará de corregir lo que dijo.

    En otro sentido, todas las instituciones religiosas y los sacerdotes en general han hecho muchas cosas que no han salido a la luz. La punta del iceberg, como se comenta más arriba. El problema es que criticamos sólo a ciertos colectivos y vemos sus fotos en los periódicos. Pero cuando son padres de familia o profesionales de ciertos colectivos profesionales, nunca salen fotos y siempre se presupone la inocencia. En nuestro país, cuando se trata de un religioso o sacerdote, se presupone la culpabilidad, se le juzga a él y a sus congéneres y aquí paz y después lo que venga.

    Creo que en estos casos, los cristianos de a pie somos los primeros que debemos andar con cuidado. Dejemos que la justicia haga su trabajo. Una vez aclarado todo, aplíquese el Código de Derecho Canónico o las Reglas propias de cada orden religiosa, que son duras en ambos casos y suponen la expulsión de ese miembro.

    No juzguéis y no seréis juzgados.

  4. Lo mejor de todo esto es que la naturaleza hace su efecto. Y Dios también.

    Dentro de varias generaciones no quedarán progres entre el clero. Ni de monjas ni nada. Solo gente decente en todos los sentidos. Menos pero buenos. Aunque sipre haya alguna oveja negra.

    Por cierto. Las agustinas misioneras también han resultado una decepción… Recomiendo investigar el colegio madrileño de la Inmaculada Concepción y las casas de Galapagar y Becerril de la Sierra.

    Y de las dominicas de la enseñanza, el colegio Santo Domingo de Guzmán de Madrid.

  5. En el post de La Salle San Rafael ya dije una cosa que no se me publicó por prudencia…

    Y ahora digo algo: ¡cuántas cosas quedan por salir a la luz de La Salle! Aunque quizá no salgan a la luz los procesos judiciales que estàn teniendo lugar contra personas fisicas y juridicas de La Salle y adláteres…

    Yo solo digo una cosa: la punta del iceberg aún no se ve.

    Es la consecuencia de haber abandonado los 3 primeros Mandamientos de la Ley de Dios, y por ende, a posteriori, los otros 7.

  6. LA OFRENDA DE LOS VOTOS

    27 de Septiembre de 2016
    Fray Nicholas Schneider OP

    Apostaría a que el capítulo siete del Libro de los Números no es un paréntesis en la relación de la lectura orante, de los que se preparan para el matrimonio o los votos religiosos.
    En este capítulo se mencionan escuetamente las ofrendas de los jefes de las doce tribus de Israel cuando Moisés fue a ungir, a consagrar y dedicar el altar en el Monte Sinaí.
    El que presentó su ofrenda el primer día fue Naasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. Su ofrenda fue una bandeja de plata que pesaba ciento treinta siclos y un tazón de plata de setenta siclos, acorde con las medidas del santuario, ambos llenos de harina de salvado, mezclado con aceite para la ofrenda; una taza de oro de diez siclos de peso, ‘llena de incienso. Un toro de la manada, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío como ofrenda por los pecados, y dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Ésta fue la ofrenda de Naasón, hijo de Aminadab. (Nm 7: 12-17).
    Cada día, el jefe de una tribu diferente presentaba esta misma ofrenda. La relación idéntica de las ofrendas se repite en su totalidad doce veces y luego concluye con un resumen que tabula los objetos disponibles en esos doce días. Esta repetición de todas las ofrendas, presentada individualmente por cada tribu, pone de relieve tres aspectos importantes del matrimonio y de los votos religiosos.
    En los votos religiosos se halla la fórmula completa del compromiso y la entrega. Y esto hace a la vida religiosa diferente de cualquier otra profesión en la Iglesia. En el bautismo, en la renovación de las promesas bautismales en la Pascua, y en la confirmación, respondemos a las preguntas sobre la fe con la simple afirmación: «Yo creo». Del mismo modo, durante el rito de la Ordenación, los candidatos responden al interrogatorio del Obispo con la expresión:»Sí, lo haré.» Cuando rezamos el Credo en la Misa, profesamos nuestra fe mediante una fórmula completa, pero esta profesión se recita en comunidad, diferenciándose del matrimonio y los votos religiosos.
    Igualmente, al emitir los votos, nos expresamos abiertamente ante la comunidad en un acto público, como lo hacían los jefes de las doce tribus en el acto de la ofrenda. El acto de emitir los votos o la promesa del consentimiento matrimonial son lo sustantivo del rito del matrimonio o de la profesión religiosa, al igual que decir los pecados a un sacerdote es un aspecto esencial de la confesión. Sin embargo, hacer un voto no es más que la recitación de una serie de palabras. Las palabras se originan dentro de nosotros, en nuestra mente, pero requieren habilidades e impulso corporal para ser pronunciadas: emitir un voto es por lo tanto una tarea que implica la totalidad de una persona, la mente y el cuerpo, que se ofrecen a Dios y, en el caso del matrimonio, la reciprocidad de los cónyuges.
    En tercer lugar, no importa si uno es el primero, el quinto, o la duodécimo en la profesión religiosa. La profesión por su propia naturaleza tiene que ser hecha por una persona individual, y cada profesión tiene el mismo valor. Por otra parte, nuestros votos no son un acto aislado, sino algo que afecta a todos nuestros actos.
    Se requieren tan sólo como sacrificios, las ofrendas diarias de la vida regular, y los sacrificios en expiación de los pecados, como en la Antigua Alianza: Cada pensamiento, palabra y obra a lo largo de nuestras vidas deberán acercarnos más a Dios y si se trata de un casado, a su cónyuge.
    Al incluir una descripción detallada de las ofrendas individuales, el Libro de los Números recuerda que debemos volver sobre nuestros votos y meditarlos con frecuencia. Algunos religiosos renuevan su profesión a Dios cada mañana, al igual que algunas parejas casadas renuevan sus compromisos matrimoniales cada noche, antes del descanso.
    Las ofrendas descritas en Números, cap. 07 pueden dar la impresión de un texto muy repetitivo y hasta aburrido, tentándonos a pasar al capítulo siguiente. Si eso hiciéramos, nos perderíamos la conclusión de la ceremonia de las ofrendas, cuando Moisés entra en el tabernáculo del encuentro «para hablar con el Señor.»
    La voz de Dios nos habla, ya que ofrecemos algo de mucho más valor que una bandeja de plata, un tazón de plata, una bandeja de oro, toros, carneros, cabras, bueyes, el incienso, la harina y el aceite: En nuestros votos, ofrecemos a Dios todo nuestro ser.

  7. Coincido con juan manuel ramilo costas. Como ex alumno de La Salle, siento una pena infinita al ver la inmundicia que campea en esta congregación.

  8. San Juan Bautista de la Salle se moriría de pena, rabia e indignación si pudiese ver la basura en la que se ha convertido su orden, que se ha pasado, como tantas otras, con armas y bagajes, al Enemigo.Non praevalebunt.

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